
El año 2012 se negaba a morir en cuanto a la actividad "bicicletera" se refiere.
No tenía bastante con haber acogido numerosas salidas y encuentros con otros compañeros de la bici.
A caballo entre los meses de noviembre y diciembre del 2012, El Camino Norte mezclaba dos conceptos: un Camino de Santiago desconocido con una manera inusual de hacerlo -desde Barcelona en invierno-.
Por sexta vez llegaría a Santiago. En la primera y en la segunda iba con Araceli la que ha sido mi mujer. La tercera, la cuarta y la quinta están recogidas en esta suma de experiencias que se llama blog.
Ahora se trataba de hacer una más en soledad, un nuevo viaje por España.
Quieres ver como fue aquello?
Resumen
Presentación 11/11/2012
Y me puse a escribir 12/11/2012
Mensajera 13/11/2012
Recuerdos Felices 17/11/2012
Había una mujer 19/11/2012
Las etapas:
Dia 1. Sant Pere de Ribes (B) - Les Borges Blanques (Lle) 21/11/2012
Día 2. Les Borgues Blanques (Lle) - Berbegal (Hu) 22/11/2012
Día 3. Berbegal(Hu) - Murillo de Gallego (Z) 23/11/2012
Día 4. Murillo de Gallego(Z) - Monreal (Na) 24/11/2012
Dia 5. Monreal (Na) - Hondarribia (Gui) 25/11/2012
Había una vez un muñeco 25/11/2012
Había un hombre que quería tener 26/11/2012
Día 6. Hondarribia (Gui) - Irun -Zumaia (Gui) 26/11/2012
Había un hombre 26/11/2012
Día 7. Zumaia (Gui) - Colegiata de Zenarruza (Viz) 27/11/2012
Dia 8 Colegiata de Zenarruza (Bolivar) - Portugalete (Viz) 28/11/2012
El Hermano Gregorio
Día 9 Portugalete (Viz) - Galizano (Cant) 29/11/2012
Día 10 Galizano - Santillana del Mar 30/11/2012
La Magia
Día 11. Santillana del Mar – Riba de Sella 1/12/2012
Día 12. Riba de Sella - Grado 2/12/2012
Había otro hombre
Día 13. Grado - Pola de Allande 3/12/2012
Día 14. Pola de Allande - O Cadavo 4/12/2012
Día 15. O Cadavo - Arzua 5/12/2012
Día 16. Arzua - Santiago 6/12/2012
Quisiera, tengo, busco.
Agradecimiento
Existia
La despedida
Presentación 11/11/2012
Si en el primero de los viajes en soledad relacionaba las fechas 07/08 (2007 y 2008), y en aquel otro viaje de invierno también relataba la idea de las fechas 09/11 (2009/2011)...
parecía lógico relacionar, en este nuevo viaje de invierno, esa idea de las fechas...
En otro orden de cosas, aprovechando que tenia aquella bici de ciclocross que perdí de vista en el 2014 (Mensajera) y que años despues tiene una tercera o cuarta vida...
con Mensajera había realizado diversas pruebas y creyendo evitar, si me la llevaba en el viaje, el meterme en los "habituales" marrones de cualquier viaje si vas con la bici de todo terreno...
anunciaba este viaje de una manera peculiar:
Había un anuncio en la tele sobre el reparto de un premio singular cuyos destinatarios eran los habitantes de Lorca, en la que se daban once premios de un millón de euros y coincidían en esas fechas algunos acontecimientos importantes en mi vida, por todo ello yo jugaba con el significado de las fechas y lo que significa viajar... que no es otra cosa que un premio.-
Un premio es como este vídeo:
ATB - Future Memories (HD)
un premio es lo que me esperaba en el destino de aquel viaje: Santiago.
Esto escribí:
10/11/doce
La publicidad lo dice:
Uno de cada tres especialistas la recomienda para lucir la mejor de las sonrisas…
Uno de cada tres decimos toca…
Es para Lorca una parte de esos beneficios.
(la localidad que había sufrido los embates de la naturaleza)
11/11/once
La publicidad lo dice:
Once premios de un millón de euros cada uno.
11/11/doce
se celebra un gran premio en Valencia, de motociclismo.
Miro la publicidad y pienso: a mi ya me ha tocado.
Un viaje
En bici.
A Santiago.
Por sexta vez, Santiago.
Quisiera, Tengo, Busco...
Verbos que expresan deseos, situaciones, objetivos... de eso también va este viaje.
Y me puse a escribir 12/11/2012
Dicen, lo se, que la velocidad de las bicis es similar a la del vuelo de las mariposas. Es una comparación bella y emocional que tengo presente en determinados momentos cuando viajo y veo cerca de mi a esos animales que vuelan con rumbo incierto… ello me ha empujado a reflexionar y preguntarme:
Lo que hace Pep Sánchez, con que se debería comparar?
Pep
Que se siente o pasa por tu cabeza cuando haces mil Km. de una sentada en 48 horas?
Que sienten esos ultra maratonianos cuando intentan hacer el Camino de Santiago en veinticuatro horas?
Que pasa por la mente de los que como yo, próximamente, vuelan lento y raso cuando, como ahora, pretendo hacer esos más de mil Km., pero viajando…
Cuando tropecé con este video pensaba en ello…
Diferentes formas y maneras de volar, todas bellas, todas únicas…
En lo pequeño, en lo intangible, en lo inmóvil, en lo invisible a nuestros ojos… ahí, también está la belleza.
Y las mariposas Monarca ¿Qué pasa con esos seres frágiles, capaces de superar montañas de más de tres mil metros de altura, capaces de recorrer miles de Km. en el único vuelo de su vida?
Dicen, los que entienden de eso, que el Camino Norte es uno de los Caminos de Santiago más bellos que existen, yo no lo se, tan solo puedo decir que tiene, creo yo, gran parte de lo bueno y único del Camino:
Grandes y bellas ciudades, historia, cultura, naturaleza… paisajes indómitos que te acechan cerca de un mar que en ocasiones es océano, diversidad de esta nuestra España teñida de problemas enormes…
El reto invernal se llama Santiago.
Por sexta vez veré esas calles mágicas plagadas de piedra e historia, fabulas del tiempo y la imaginación, leyendas creadas desde el miedo y la incomprensión o el interés… Oiré esa música que me falta como el respirar, como ver ese mar que me acompaña en la vida, esa música es la que provoca la lluvia que cae sobre Santiago.
Agua que cae del cielo, que busca desesperada acariciar la ciudad Santa, sus calles y plazas, sus edificios y sus gentes. Ese agua que pudiendo escoger otro destino más alejado se desvía con tal de pasar por esos parques, adoquines y subsuelo de esa maravilla que canta y siente, que sueña y cree en un futuro, que no se entiende sin ser o estar mojada por la lluvia…
Eso y no otra cosa es lo que explica tanta lluvia allí y no en otro lugar.
Que piensan esos ojos,
Que miran esos cerebros,
Que buscan esas alas…
Los míos, las mías se que buscan, se en que piensan, se que quieren ver, lo se:
Santiago.
Allá al otro lado me espera, allá voy, allá nos vamos.
Nos vamos?
La pasión
La pasión queriendo explotar.
La pasión cogida fuertemente.
La pasión es viajar.
El Camino Norte
Mensajera 13/11/2012
Me.-Bueno pero al final que harás…
S.- No se, ya os habéis puesto de acuerdo?
Me.- Ni tan solo lo hemos hablado, la soldada, cuando volvisteis del viaje de este verano tan solo me sonrió con una sonrisa tan amplia que cubría su cuadro al tiempo que guiñándome un ojo me dijo: tu turno.
S.- Y Bob?
Me.- Tan solo quiere venir, mirar el paisaje que queda atrás, me ha dicho que si yo aguanto el aguantará, que me ayudará a conseguir este nuevo reto, mi primer reto.
S.- Me alegro, las dudas de pepe en esta ocasión han sido otras pero poco a poco han sido resueltas.
Me.- Que quieres decir?
S.- Pepe te ha ido cambiando algunas cosas: A la potencia ahora algo más corta le sucedieron los pedales de calas y a estos las ruedas de btt de 700 preparadas tambien para frenos de disco con una nueva piñonera y por último los frenos v-brake que le recomendó Lluis, tu padrino.
Me.- Entonces nos vamos?
S.- Si, nos vamos.
Pd.
Me.- es Mensajera, mi bicicleta.
S.- es Slow
Bob.- es mi remolque.
Mensajera de ilusiones, ilusiones que se transformaron en realidades:
las del pasado: la de una bici, la de un sillín, la de un décimo de lotería
y las de futuro: la de un viaje que está próximo a comenzar.
El Camino Norte
Recuerdos felices 17/11/2012
Hay un gato que me espera cada mañana, tan solo le abro la puerta del edificio en el que vivo…
Sube las escaleras hasta el primer piso donde otra puerta, algo más tarde debe de abrirse.
Hay pájaros que pasan rasantes cerca de mí mientras camino aún cuando es de noche y cantan buscando…
A veces en esa semioscuridad conocida les pregunto sin abrir la boca: que buscáis?
Hay en esos altos edificios llenos de gente durmiendo algunas luces, junto a ellas hay personas que están despiertas y pienso: que buscan, que escuchan, que encuentran en su noche?
Hay una mujer de las que te ama aún cuando puedes no estar seguro de amarla, de las que ponen más noches que días en tu vida y que se aleja lentamente de ti.
Que es lo que impide poner nuevamente el reloj a cero, dejar de lado lo que ocurrió en un segundo del tiempo, comenzar nuevamente a caminar y evitar que el óxido cubra la vida…?
Miro tras los cristales la noche y lo se: todo está nuevamente a punto de cambiar.
Veo a personas que caminan, que tienen un destino, que van hacia algún sitio, con algún propósito, desarrollando su vida; reflexiono sobre ello y concluyo que no me cambiaría por ellos. Es en ese preciso momento cuando no puedo dejar de pensarlo:
La felicidad consiste en ser feliz cada día.
https://www.youtube.com/watch?v=873nouIUvDk
Solaris Navis ╬ Blissful Memories ☼ Café Del Mar
Había una mujer 19/11/2012
Había una mujer de raíces vascas, de origen navarro y de futuro catalán que en su momento jugó un papel algo diferente al usual en este viaje puesto que... veréis que sucedió:
¿podemos considerar normal que me encontrara con ella y su futuro compañero de vida en Cervera?
Tal vez si a ese encuentro le añadimos que se trataba de un día en el que salí de casa sin rumbo cierto y casualmente fui a parar a esa localidad a comer la casualidad trascenderá la simple casualidad.
Si a ese segundo componente le añadimos uno más: que ellos estaban de ruta por aquella zona en unos días de vacaciones... tal vez la trascendencia se alejará aún más de lo normal.
Pero si a todo ello le añadimos que pasé por la plaza donde ellos estaban en ese momento comiendo, que no los vi pero vi su bici y fue ahí cuando saltó en mi cabeza la sorpresa... que no supe que hacer... que comí rápido en otro restaurante al poco que, pensando sobre ello, empecé a creer que algo inusual estaba ocurriendo...
Y tras todo eso allí me estaban, sin saberlo, esperando...
Llegaréis a pensar en que en ocasiones nada de lo que ocurre es lo normal...
Tampoco lo es que esa mujer me hiciera un regalo que a partir de ese momento he llevado en todos los viajes posteriores: Un dibujo con fondo azul que representa a un ciclista que habla de Santiago y lleva un remolque.
Con esa mujer coincidí en este viaje en su ciudad, en su tierra, en Pamplona y creerme nuevamente, ese encuentro tampoco fue del todo normal... su nombre: Amaia.
Mil gracias por todo.
Hoy ese dibujo habla de más Caminos a Santiago y eso solo tiene un significado: Estoy vivo.
Ese encuentro lo relaté en el foro de Rodadas y ahora lo reseñaré en este escrito: esto escribí...
Os hablare de como fue ese encuentro con una de las muchas joyas que existen en el foro (de rodadas), es ella, es Amaia...
Iba rodando buscando un sitio para comer, mi meta, la panadella, había quedado atrás, tan solo un pequeño bar en un pueblo del que ni recuerdo el nombre me hizo un guiño que en esos momentos no supe entender: "Bar La Amistad" seguí mi camino mientras el sol, a pesar de la protección que me había puesto, hacía de las suyas sobre mi piel...
Cervera a lo lejos comenzaba a hacerse realidad mientras circulaba por el Cami de Sant Jaume y pensé: hace años que no he ido a Cervera.
Subo la cuesta hacia su casco antiguo, casco antiguo digno de mención, entre otras cosas porque la existencia de La Universidad de Cervera da fe de lo que llegó a ser esta población que al igual que Alcalá de Henares disponía de Universidad con anterioridad a las universidades de las capitales de provincia.
Descabalgo y comienzo a caminar con la bici al lado, paso por alguna calle empedrada y silenciosa que al fondo, solo el rumor del agua y una plaza logran romper.
Camino despacio sin prisa aún cuando se que el tiempo me come...
sentada en una silla veo una mujer de pelo corto, pero... que es lo que tenemos los ciclistas en la cabeza que solemos mirar las bicis y no a las personas?
Paso casi rozándola y miro las bicis, llama una mi atención una BH de color azul y algo se mueve en mi interior, unos pasos más adelante, tras decirme a mi mismo:
no puede ser...
me giro y veo a Kim (su pareja) que sale por la puerta del bar hacia la terraza.
me quedo petrificado.
no puede ser!!!
Sigo caminado al tiempo que a mi mente le sobresaltan los recuerdos...
Como en aquella ocasión en la que pasaron, sin saberlo, por la calle donde vivo o como en aquella otra en la que tras un cabreo monumental por mi parte, me marche una temporada del foro y recibí un emotivo mensaje privado de Amaia de ánimo, de apoyo, de comprensión...
Me voy a comer un tanto alejado de ellos y pienso: si me doy prisa, voy a tomar café con ellos, ellos son dos y tardarán más que yo en comer...
Decido dejarles comer en paz...
Pienso sobre que hacer y en mi mente comienza a gestarse una maniobra de aproximación que es una pequeña broma....
me dirigiré a el como si le conociera y veremos que pasa...
Un tanto nervioso, alcanzo, tras comer, la plaza y les veo...
-Hola Kim, como estas?... hola Amaia
pero la sorpresa me la da el ... puesto que cree conocerme... y se dirige a mi con familiaridad.
Amaia me mira y algo parece moverse en su mente...
¿de que conozco a este tio? parece preguntarse...
yo a lo mío... la veo sin mirarla hasta que como es natural tengo que desvelar que soy otro, que no soy quien cree conocer Kim...
Amaia da un salto de alegría: si el primer beso había sido de cortesía el segundo era de autentica ternura y agradable sorpresa.
Pero no tengo tiempo, mi mente se debate entre quedarme e irme y comienza una suave y tranquila conversación.
Y la veo... veo como lentamente su cara se ha transformado y la alegría, a pesar del cansancio, brota en sus gestos, que son aún más suaves.
Llega un momento en que yo me tengo que ir, no puedo aguantar más, el tiempo me ha sobrepasado y debo de marchar para no llegar de noche a mi destino: mi casa, pero el recuerdo de lo vivido permanece en mi espero que por mucho tiempo, por lo menos hasta que podamos volver a coincidir y departir con algo más de tranquilidad y tiempo.
Gracias Amaia.
(en esos momentos no pensaba que en este viaje lo iba a realizar y mucho menos que me reencontraría con ella)
El Camino del Norte.
Dia 1. Sant Pere de Ribes (B)-Les Borges Blanques (Lle) (21/11/2012)
Del mediterráneo al cantábrico.
Cuando como yo, vives en un lugar en el que gran parte de esa circunferencia que podría ser la salida de tu localidad está limitada en algo menos de la mitad por el mar y las diferentes infraestructuras de comunicación juegan un gran papel en el territorio, parece que las posibilidades de poder salir por una ruta desconocida pasados muchos años son impensables… pero la verdad es que la de hoy ha sido una etapa realizada por un recorrido desconocido.
El ritual, el ritual es para mi importante y lo es más en este viaje donde la suerte será más necesaria que nunca, difícil se presenta la ruta, difícil va a ser tal y como se aproxima el invierno, difícil parece ser todo en estos, nuestros tiempos.
Poco relataré del trayecto entre mi casa y Tarragona, allí, El Francolí es uno de esos ríos de pequeño alcance que tiene la “virtud” de dar sustos de vez en cuando a la siempre increíble Tarragona a la que me he ido aproximando para hacerle un requiebro.
Una población que toma el apellido del río me estaba esperando en la tarde algo fría de este húmedo otoño: L'Espluga del Francolí.

Vivimos tiempos difíciles
La salida de Sant Pere se adivinaba complicada, no tanto por el tiempo climatológico como por lo que encuentras tras esos ojos y caras de la gente que mira al suelo apesadumbrada, personas que no reparan en un ciclista un tanto extraño, portador de un remolque cosido a su bici, vestido como si de algo ajeno a su mundo se tratara. Esas mentes reflejan en esas caras y miradas lo que ocurre en este nuestro tiempo de preocupación y desanimo.
Los miraba refugiado bajo mi casco, tras mis gafas, escondido en mi disfraz, gentes del pueblo donde resido, de las poblaciones conocidas de Cubelles, de Calafell o de El Vendrell, pueblos que son el paso de mi recorrido que a partir de ese momento siempre será en subida alejándome de mi mar buscando otro mar en el norte y lo pensaba, no he podido resistir el pensarlo:
Quizás ellos en algún momento han perdido, como yo, a alguien que conocieron, que fue uno de esos dos pilares que cualquier familia tiene normalmente, volví a recordar que este verano pasado intentaba recordar como era aquella voz que perdí hace muchos años… la perdí un ventidos de Julio en un hospital aunque dejé de oírla desde hacía años, era la voz de mi padre.
El Vendrell ha dado paso a lo menos conocido del día de hoy: alcanzar un primer escalón mientras te aproximas a Valls. Eso no ha sido otra cosa que un continuo subir. En Valls un pequeño descanso en todos los aspectos para retornar la subida que lentamente se ha ido presentando delante de mis ruedas, en Picamoixons recuperas al Francolí para ir junto a su cauce que en ese momento ya ha subido unos 600 m y tu con el. La subida ha continuado, en realidad, se que se ha acabado, puesto que si tras L’Espluga de Francoli seguía subiendo, tras un alto, la llegada a Les Borges Blanques, hoy envueltas en colores grises, ha sido en una agradecida bajada.

Hoy ha sido un día de Camino en esplendor:
de cielos enormes y aplastantes, de horizontes muy alejados… de vistas sobre un mar lejano y gris como gris ha sido todo. El mar se ha ido perdiendo lentamente como sino quisiera desprenderse de mi hasta que el que me espera estuviese cerca de recogerme, los tres sabemos que eso no es posible, pero que importa, ojalá fuera siempre así.
Quisiera- ver más allá de las palabras.
las fotos del día 1
en Wikiloc
El Camino del Norte.
Dia 2. Les Borges Blanques (LLe) - Berbegal (Hu). 22/11/2012
Del mediterráneo al cantábrico.
Es triste el día que ha amanecido, son tristes los movimientos que he visto en esas personas que siempre llaman mi atención: los que ya están trabajando en su quehacer diario cuando te desperezas.
Espero que esa tristeza, primera imagen en mis semejantes sea lo extraño, lo extraordinario y que lo común sea la normalidad conocida, que todo fluya con aburrida normalidad.
La salida de la población estaba acompañada de la lluvia que en gotas moja mi montura y aún cuando desaparecía por momentos tenía la compañía de ayer: una niebla que no permitía al sol lucir en plenitud, esa luz algo fantasmagórica blanca extraña que parece enmudecer los sonidos me ha llevado a una sensación que tuve en otro viaje: la desesperación de los días tristes y oscuros en aquellos días de viento en los que la lucha no tan solo lo era contra el sol en su decaer final, contra esa sombra que proyectada contra el margen de la carretera o el camino se hacía cada vez más y más larga mientras llegaba a ninguna parte.
Juneda es el primero de los pueblos antes de la ciudad a la que se llega a través de un polígono que tiene nombre de rio: El Segre.
Tras la subida, la bajada y el llano que ha dado paso a las ondulaciones donde se asienta una ciudad, junto a ese río al que no hace tanto tiempo vi: El Segre.
Lleida en lo alto, en parte amurallada, tiene edificios que parecen alejarse del suelo mientras se acercan al cielo. La ciudad no parecía quererme acoger y la situación se ha hecho más extraña cuando pasas por ese margen ajardinado y empedrado del río antes de cruzarlo; las piedras de las edificaciones históricas, recogidas entre ellas, parecen aguardar un invierno que no es aún presente y así, con esas sensaciones me he ido alejando lentamente mientras un nuevo horizonte se iba haciendo realidad ante mis ojos.
La ciudad de Lleida a los ojos del viajero parece presentarse de improviso en este mi Camino y de igual manera parece alejarse. El río que discurre perpendicular a mi recorrido no parece ser ajeno a esa impresión, a esa sensación que transmite la ciudad.
Nuevamente en subida me acomodo en mi discurrir. Se que no dejaré de subir en cientos de kilómetros por lo que tanteo los cambios, busco el desarrollo más cómodo para no sufrir más de la cuenta antes de finalizar esta segunda etapa del viaje, la que une dos mares, el mediterráneo con el cantábrico, de otra forma a como los une otras rutas conocidas o no tan conocidas.
Cercano a una nacional que es transitable y agradecida sin tráfico y con arcenes, gracias a una de las pocas autovías que no es de pago en esta parte de España, el camino parece jugar con esa carretera que no terminas de perder de vista: ahora vas por su izquierda después por su derecha, pasas a uno y otro lado de la autovía, los coches y sus ruidos entretienen al viajero mientras los horizontes están marcados por la dureza y la lejanía.
La sucesión de pueblos parece un tanto artificial. La distancia entre ellos su ubicación y su ordenación los hace parecer revueltos hacia su propio interior.
La niebla, siempre presente en estas tierras, siempre difícil de despejar, es patente en el otoño crudo que demanda un saber esperar contenido a otra época del año.
Almacelles parece un pueblo dormido junto al que paso sin hacer ruido. El traspaso de la comunidad autónoma a otra cambia el día en el que un tímido sol ha ganado fuerza.
Es Binefar esa población que sorprende sin proponérselo, quizás ello es debido al origen de su población que es increíblemente heterogénea, quizás lo sea por sus titiriteros o tal vez porque fue sede de la Corona de Aragón. Aqui la carretera parecía hacer una inflexión.
Mi camino nuevamente parecía querer jugar con el Camino, pasaba por los ríos que atraviesa aquel, discurría por poblaciones en las que se detiene aquel, Binefar ha dado paso a una ciudad del Camino Catalán en su variante aragonesa: Monzón, situada junto a otro río que discurre paralelo al Segre y afluente del gran Ebro.
El Cinca es el afluente más importante del Ebro al cual le da el impulso definitivo hacia su fin. El río me ha recibido con la sonrisa franca del que se sabe bello aún cuando en Monzón no presenta su mejor imagen.
Monzón es una ciudad templaría, en realidad su castillo es de origen árabe, hermanada con la ciudad de Barcelona, su pasado está ligado al Camino.
A pequeña población de Selgua ni la he visto, el tiempo me quemaba la tarde y me ha llevado al destino de hoy donde Berbegal ajena a todo, allá en lo alto, se ríe de mi y es que la subida a la población en la tarde presurosa de ser noche era una guinda algo difícil de digerir.
Quisiera- ver más allá de las palabras.
Quisiera- sentir como el café con leche matutino se posa en mi interior tras degustarlo desesperadamente.
las fotos del día 2
El Camino del Norte.
Dia 3. Berbegal (Hu)- Murillo de Gallego (Za). 23/11/2012
Del mediterráneo al cantábrico.
Ayer por la mañana, las nubes bajas acompañaban mi Camino, las nubes en la tarde otoñal quisieron dejar el protagonismo por un momento al sol y junto al sol las montañas se fueron acercando como lo han hecho hoy de forma aún más evidente.
Hoy se ha repetido el día de ayer pero al revés, el sol lo he encontrado en la mañana para acabar con más nubes por la tarde.
Pero antes de relatar la ruta de hoy dejarme recordar algo de aquel Camino... El que realicé por estos pagos en el verano del año pasado… en aquel viaje hablaba de un bar del pueblo de Berbegal: El Meridiano… sus dueños ayer me acogieron y son los que mantienen el albergue de Berbegal.
He recordado algo siempre curioso como es que por Berbegal pasa ese meridiano que toma el nombre de otro pequeño pueblo del Reino Unido y que establece lo que es el horario actual para todo el mundo.
Esta mañana miraba esas montañas, primero de una forma despreocupada luego, conforme avanzaba la mañana, con cada vez más curiosidad. Allá en lo alto, buscaba, quería ver los signos de identidad de lo recorrido este verano, quería imaginar sin conseguirlo como fue el paso por sus caminos ocultos, mis mapas me muestran pueblos y altos que hoy sonaban a música: Echo, Ansó, Aisa…
Huesca siempre es una ciudad que llama la atención y más cuando como hoy un sol, que no calentaba la mañana, enseñaba una ciudad placida que parece prepararse para el invierno. Huesca no se ha escapado de la invasión urbanística pero conserva ese aire de tranquila ciudad que me recuerda a otras con el paso cambiado.
Mi camino seguía buscando un oeste que quería acercarse a las montañas que presentes parecían quererme acariciar. Tal vez las montañas recuerdan ese paso en el que disfrutamos el uno con el otro: ellas poniéndolo difícil y yo subiendo para bajar y volver a subir… tantas veces como ellas querían que lo hiciera…
Ayerbe aún no está en el pirineo, pero sueña pirineo, cerca de allí está aquel pueblo donde la tormenta se apoderó de mi banderín: Loarre y su castillo.
Mi camino no pasaba, en esta ocasión, por allí ni por Sarsamarcuellos, siendo estas localidades de dulces recuerdos.
Es Ayerbe un pueblo que se sitúa junto a unas montañas bellas que acompañan un paisaje bello. Es un pueblo por el que no pasas sin más, tiene Ayerbe esa magia que invita a buscar algo que no ves, sabes que allí hay algo oculto que quisieras y no puedes descifrar.
Junto a los Riglos hay, no solo zonas de escalada o pueblos olvidados en el silencio del otoño, también están las buitreras más importantes que conozco en un entorno al que las fotos no le harán justicia.
Con los destellos que el embalse de la Sotonera me mandaba, seguía subiendo en ese tobogán que era hoy mi camino y lo he empezado a pensar: donde acabar?
El limite hoy no lo ha marcado el tiempo sino la prudencia. La prudencia ha mandado parar y no arriesgar y así he acabado en Murillo junto al río Gallego, donde las pintadas “pantano no” nada bueno presagian.
Quisiera- ver más allá de las palabras.
Quisiera- sentir como el café con leche matutino se posa en mi interior tras degustarlo desesperadamente.
Quisiera- encontrar la luz que se esconde en la cara oculta de la luna.
estas son las fotos
la ruta realizada
http://ridewithgps.com/routes/1948564
en Wikiloc
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8083735
El Camino del Norte.
Dia 4. Murillo de Gallego (Za)-Monreal (Na) 24/11/2012
Del mediterráneo al cantábrico.
Viento suave y frío, viento que esculpe mi cuerpo que cubierto con ropa, dice la etiqueta, técnica, flamea en el tiempo.
Viento que me enseña a pelear, a luchar por lo imposible, que me impide estar cómodo, que dificulta mi avance.
Todo se mueve a mi alrededor: los campos que parecen mecerse al compás incierto de la fuerza invisible, los cables mas pesados que van acompasando al sonido que ellos mismos producen, los árboles que con sus hojas llaman la atención del viajero o lo pretenden puesto que el viajero mira las nubes cambiantes, los horizontes lejanos, los perfiles de las montañas que cortan el aire, los paisajes, los cauces de los ríos que afanosos siguen bajando por el perfil labrado en la naturaleza.
Y la niebla que lejana se va moviendo, fantasmagórica, mientras mi fuerza empuja a mi equipo hacia lo alto.
Ayer tuve difícil el avanzar más y hoy en cambio, a pesar de los inicios, no ha podido salir mejor puesto que a la hora convenida, pasadas las cinco y sin ser de noche Monreal, un objetivo a priori un tanto difícil de cumplir ha aparecido ante mis ruedas.
No obstante la ruta prevista ha debido de sufrir un traspiés. La idea era pasar por Sos y no ha podido ser: una batida de jabalíes y una pista impracticable para mis ruedas, la que llevaba a Longás, han impedido seguir la ruta que había previsto en el ordenador.
El embalse de la Peña se atraviesa por un puente metálico en el que hay un letrero sospechoso: prohibido coincidir dos camiones en el puente…
Puente la Reina, en otro Camino, tras el alto de Santa Barbara, es una población que me abría las puertas a la nacional 240, nacional que más adelante es de la que todos queremos encontrar puesto que la autovía desaloja al tráfico de esa carretera.
Benditas autovías que dejan solitarias esas nacionales.
Y a partir de aquí... pueblos sin habitantes, abandonados, ya sea por la construcción del pantano de Yesa ya sea por la simple evolución de eso que llamamos progreso.
Un nombre llama la atención de este viajero: La Foz de Lumbier a la que debería de haberle dedicado un tiempo que no tenía.
Otro nombre hace que la sonrisa aflore a mi cara: Javierre…
Tiempos pasados en los que el viajero tiene historias clavadas en su piel.
Con el viento en la espalda, tras levantar pendientes de casi dos dígitos, la llegada a Monreal ha sido suave y preciosa.
Quisiera- ver más allá de las palabras.
Quisiera- sentir como el café con leche matutino se posa en mi interior tras degustarlo desesperadamente.
Quisiera- encontrar la luz que se esconde en la cara oculta de la luna.
Quisiera- ser esos cristales que se forman en el fuselaje de los aviones cuando atraviesa el aire frío de las capas altas de la atmósfera dejando esa estela que lentamente se difumina
las fotos
Siempre me ha sorprendido, siempre me sorprenderá llegar a Pamplona y ver…
Ver esos parques infinitos, esa ciudadela de configuración italiana, esas calles en cuyo suelo se adivina la fuerza de la protección que es necesaria instalar todos los meses de Julio de todos estos años, los pasados, los presentes, los futuros para celebrar esa fiesta mundialmente conocida.
La mañana envuelta en niebla me ha despertado y acogido para que continuara mi camino hacia el noroeste.
Pero Pamplona hoy tenía algo mucho más importante y humano que enseñarme... Ayer quedamos y hoy lo hemos hecho realidad, se trata de una persona con la que en diversas ocasiones hemos intentado coincidir, nuestros caminos se cruzaban y hoy han marchado paralelos durante unos kilómetros.
Se llama Cariño? No, se llama Amaia, pero con ella todo ha sido cercano a ese sentimiento y sino, juzgar vosotr@s mismos.
Escondida tras una curva me esperaba justo cuando estaba a punto de perderme con tal de ir a desayunar, un abrazo, un beso y una sonrisa han precedido a lo que ha sido una delicia de paseo...
Así hemos saboreado unos platos que tenía preparados... De primero el paseo interrumpido por la visita a una cafetería donde ella tenía pactado que hasta en tres ocasiones una dependienta me llamara Cariño…
Yo no se vosotros pero yo no estoy muy acostumbrado a eso…
Después, los parques que acariciaban y templaban el recorrido de forma que en nada ha importado que se pusiera a llover…
Subiendo por la nacional cuando el paseo se ha transformado en asfalto, me dejaba atrás… está fuerte esta chicarrona, Navarrica por los cuatro costados…
Y a tres Km del puerto se ha dado la vuelta porque tenía comida familiar…
Pero…
Tal vez en estos momentos podáis pensar que tampoco era para tanto lo de cariño…
Seguro que cambiáis de opinión cuando sepáis que me ha realizado un regalo: una bolsa de bombones Torres de Pamplona… y ahora que?
Tengo o tengo razón… !!!!!???
Gracias Amaia!!!!

La salida de la ciudad es como todo el camino, es decir en subida, pero es que meterte en las montañas no tiene otra solución.
Nuevamente en solitario camino, se trataba de coronar y ha sido en esos momentos en los que he reflexionado: Durante estos días, no he hecho como el que dice otra cosa que subir... si, he culminado algunos altos, picos que demandaban bajar para volver a subir y bajar para seguir subiendo a continuación…
Cuando eso sucede día tras día, cuando el relieve que hay frente a ti es en clara ascensión, debe de haber un momento en que se acaba, máxime cuando, como es el caso unes un mar con otro.
Y hoy era ese día.
La separación de la tierra de la que procedo con la del destino de hoy no es solo física. El terreno se desploma al otro lado de la montaña por la que transitaba, allí donde susurran las olas que movidas por otro mar que es también océano braman y se mueven al ritmo de las mareas que son inapreciables en el mar del que provengo.
Hoy tenía por delante el desplome de tanta subida para acercarme, nuevamente al mar.
Hoy, con el desplome, se que comenzarán a caer muchas otras cosas, esas caerán como el sol por el horizonte, lo harán en el Camino y por el camino.
Resiguiendo el cauce de un río he ido forjando la carretera que sigue un difícil relieve, en un giro radical hacia un claro oeste me aparece otro río con nombre difícil para este viajero el Batzan Ibaia, tras cruzarlo en varias ocasiones, he llegado a Doneztebe (Santiesteban) que se emplaza en el encuentro del curso anterior con el Ibaia EzKurra.
Un alto en la población me ha permitido recordar las palabras de Xabier del foro de Rodadas:
En Doneztebe comienza la vía verde del Bidasoa hasta Irún por un carril bici.
Poco me ha costado encontrarla para, plácidamente recorrer el espacio tiempo que separa la población del que era un primer destino: Irún, inicio de mi Camino del Norte, pero el albergue estaba cerrado y esto me ha hecho acercarme a Hondarribia donde hay otro albergue que no he encontrado, así que ya de noche me he ido a buscar un hostal donde reposar mis huesos…
Tan solo me queda mañana ir a buscar un puente donde al igual que sucede con el Camino llamado Frances, en Navarra, comienza este llamado Camino del Norte: El puente de Santiago.
Quisiera- ver más allá de las palabras.
Quisiera- sentir como el café con leche matutino se posa en mi interior tras degustarlo desesperadamente.
Quisiera- encontrar la luz que se esconde en la cara oculta de la luna.
Quisiera- ser esos cristales que forma el fuselaje de los aviones cuando atraviesa el aire frío de las capas altas de la atmósfera dejando la estela que lentamente se difumina
Quisiera- entender que siente la hormiga que con su vida mantiene la vida del resto del nido.
estas son las fotos de un gran día
El comentario en público de Amaia fue: No, slow, la dependienta no te llamaba cariño, te llamaba cariñico, que eso ya es la leche Eso es lo que pasa cuando te diriges a las personas con una sonrisa de oreja a oreja, que recibes lo mismo. Viendo este día tan gris y lluvioso que ha salido hoy no dejo de pensar en ti, día feo para pedalear... ¡pero cuándo te ha preocupado a ti eso! Mucho ánimo, txapeldun.
Había una vez un Muñeco.
El puente de Santiago, inicio irreal del Camino me permite entender y aceptar nuevamente que mi mente sufrirá una lenta transformación:
pasar de ser viajero a ser peregrino.
El peregrino busca desesperadamente, a veces de forma inconsciente o no, a Santiago, en ocasiones no sabe que es lo que le lleva a esa búsqueda, intenta encontrar motivos que justifiquen lo que va a intentar hacer, hay quien se queda en lo religioso, en lo cultural, en lo turístico, en lo económico, en lo deportivo….
Nuevamente me lo he dicho: que importa?
Nada explica, en ninguno de los motivos que se dan, lo que encuentran. Nada explica lo que cuando acaban sienten en esa llegada a esa meta final, final de los Caminos que no es otra cosa que otro principio de los caminos.
Yo eso lo se.
En esta sexta ocasión en la que pretendo llegar a Santiago ha habido algo que me ha permitido entrar en ese mundo diferente del mundo normal:
Una conversación…
Hoy lo hemos hablado:
M-Sabes?, nunca me terminó de gustar el nombre.
S-Lo se, fue producto de las circunstancias, me gustaba la idea de que fueras una vaquita y de ahí que tu nombre fuese femenino: Santiaga, también es cierto que Santiaga respondía a que íbamos a ir a Santiago desde Burgos y ese era tu destino. Ahora ya te hemos bautizado nuevamente como Marta.
M-Si, lo se, pero el nombre de Santiaga no fue producto de la reflexión, en cambio el de Marta no solo me gusta, es realmente el que me gusta tener.
S-La suerte es que en este mundo, el virtual, eso tiene fácil solución.
M-Me dejarás allí donde has pensado y quiero?
S-Si, Marta, te dejaré en ese árbol dentro de unos días, junto con la cinta amarilla.
M-La del milagro?
S-La de varios milagros, no se si te dije que era un regalo de alguien que necesitaba un milagro, milagro que creyó ver en mi, se llama Pilar.
M-Vaya, un milagro que acompaña a otro milagro.
S-Mas que eso, muchas cosas han sucedido en la vida, en la mía y en la de las personas que me rodean o han tenido relación conmigo, en la tuya y en la de la cinta o en lo que representa, con esa cinta seguirás en el árbol de otra Marta, mi piedra serás tu, con esa cinta estarás protegida de los vientos, de la lluvia, de la nieve, del granizo… de todo aquello que pueda hacerte daño durante mucho tiempo, la cinta te mantendrá sujeta al árbol.
M-Comenzará de esa forma una nueva vida.
S-En Octubre no se si se cimentó un nuevo episodio, ya veremos en que se transforma.
M-Te refieres al plan?
S-Si, el que ejecuto como cada una de las etapas que realizo, el plan más difícil de todos los planes, el de la vida.
Pd.
M es un muñeco, la vaquita que me ha acompañado desde hace algunos años en los viajes, fue bautizada como Santiaga en honor a Santiago.
S ya sabéis que soy yo o una parte de mí: slow
Y de Marta… de Marta ya hablaré en su momento.
Había una vez un hombre.
El puente que une y separa, que sitúa y mantiene dos espacios, dos maneras de entender la sociedad se tiende sobre la ría que forma el río Bidasoa, en un lado se encontraba Francia en el otro me encontraba yo.
Dicen que el Camino del Norte o Camino Norte de Santiago es uno de los Caminos más duros de los que, teniendo la condición de ser oficial, te llevan a Santiago.
El Camino Norte, mas o menos paralelo a la costa tiene como adversario al viento que no sopla a favor, a la lluvia que con el viento viene de frente, a los ríos que forman valles que atraviesas perpendicularmente puesto que desembocan en esa costa a la que sigues, al relieve difícil, compacto, recogido sobre si mismo, que tiene el temor del mar que le castiga sin piedad, que le lanza continuos dardos en forma de olas, a veces enormes, que sin piedad transforman el paisaje lentamente…
Hoy he recordado en momentos muy precisos otro viaje por otra costa que está cerca de mi destino… en la que vi mucho de lo que hoy he vivido y en lo que creo me queda por vivir.
En realidad creo que algo de todo esto quedó suspendido en mi mente cuando acabé aquel viaje junto a un río que como el Bidasoa formaba una Ria y daba nombre a un parque natural increíble definido por dos vocales: el Eo.
En este mi viaje, dentro del viaje, no veré al Eo, pero su memoria está en mi.
Quisiera- ver más allá de las palabras.
Quisiera- sentir como el café con leche matutino se posa en mi interior tras degustarlo desesperadamente.
Quisiera- encontrar la luz que se esconde en la cara oculta de la luna.
Quisiera- ser esos cristales que forma el fuselaje de los aviones cuando atraviesa el aire frío de las capas altas de la atmosfera dejando una estela que lentamente se difumina
Quisiera- entender que impulsa a la hormiga que con su vida mantiene la vida del resto del nido.
Quisiera- recorrer el camino que sigue tus pasos.
Y tras el deseo de querer... el tener.
y en el tener: el Camino del Norte
El Camino del Norte.
Dia 6. Hondarribia – Zumaia 26/11/2012
Del mediterráneo al cantábrico.
El Camino Norte.
Hondarribia no debía de ser el inicio de mi Camino, este debía de ser Irun.
Irun, salvando todas las distancias, representa el Roncesvalles del Camino Norte y a eso he ido, a encontrarme con ese inicio.
Tras el ritual fotográfico de lo que fue el paso fronterizo entre España y Francia, he vuelto por mi ruta para afrontar la subida al primero de los escollos y alcanzar una de las primeras metas que representa un pasado.
Ese pasado tiene un nombre: Pasaia.
En la mañana dura y cerrada, húmeda y tranquila se siente el mar a lo lejos. Junto a mi ser estaba la tranquilidad, más allá de las rocas existe un mar que no ves y detenta un punto difícil de entender y de temer.
Todo lo que he leído sobre el Camino Norte coincide cuanto menos en una cosa: en el País Vasco parece encontrarse lo más duro de ese Camino y hoy lo he empezado a comprobar…
No me extraña: el verde de esta tierra es, como no puede ser de otra forma, diferente a los otros verdes que me esperan allá en Cantabria, en Asturias o en la eterna Galicia.
Esta tierra parece estar compactada entre una península que quiere irse hacia el norte y un continente que no le deja. Está compactada sobre si misma, el carácter de las gentes de esta tierra, de las gentes de este mar está esculpido a fuego por esa circunstancia, al sur, un muro infranqueable, al norte un mar durísimo y obcecado en el castigo de una costa que se repliega por el país vecino y por los costados encorsetado por las rías que le impiden escapar.
La subida por la montaña, en un primer momento, resguarda al peregrino del rugido del mar, le resguardaba del viento como si quisiera no asustarle sobre lo que le aguardaba, el peregrino miraba el perfil y conocedor de ese mar, de esa manera de entender las cosas solo sentía respeto a una forma de sentir el viaje muy diferente a lo vivido en los otros Caminos.
Esa primera subida ya salva una altura que para el profano se le antojará matadora… la dificultad del inicio de este día estaba acrecentada por el viento que conforme ascendía era palpable y una lluvia primeriza que impactaba sobre mi cara haciéndome daño.
Para salvar tanta dificultad llamada ermita de Guadalupe y Jaiztibel disponía de un arma infalible como es el estar rodeado poco a poco por ese túnel enigmático, intangible y mágico que es ser un peregrino más en el Camino, gracias a ese recurso a esa subida no le temía mucho y menos aún cuando era conocedor de que una de las maravillas de este país, Donostia-San Sebastián, me aguardaba más allá en la lejanía.
Ya desde lo alto creía atisbar esa necesidad que es realidad, allí no solo existe la playa o las playas, no solo está Santa Clara, o el Igueldo o el Urgull, o el Urumea, o el parque María Cristina, allí, existe todo, incluido el Kursal.
El desplome de bajada a Pasaia ha sido un bálsamo para mi pero no decían lo mismo mis frenos… y mucho menos después de la segunda de las bajadas, la que me ha llevado a Zarauz, tras el Igueldo, pero antes, sigamos con Pasaia.
Le llaman chalupa y eso es porque es muy pequeña la barca que te pasa de un lado a otro de la ría… el barquero aún creo que alucina al ver a una persona que desmontaba un remolque y que junto con la bici ya ocupaba gran parte de la superficie de la embarcación… menos mal que solo iba un pasajero y una mujer cartero…
Toda una experiencia que aún saboreo.
Por la antigua nacional he accedido a ese paseo que todos deberíamos hacer aunque solo sea una vez en la vida: El de la concha, un lujo superior a nuestro alcance.
Donostia tiene ese algo que la hace especial, en ese paseo me ha parecido que se detenía el tiempo y eso que en realidad, en esos momentos, tenia una cierta prisa.
La subida al monte Igueldo te aparta de tanto disfrute, de vivencias contenidas. Mientras subía las rampas recordaba un camping con vistas a mar, de los olores profundos provenientes de un profundo ir i venir de las olas que nutren la brisa marina y mientras pensaba en ello continuaba subiendo la dura ascensión de ese monte.
Sin previo aviso he debido de contener la respiración en una nueva bajada mucho más dura que la primera y con vistas impresionantes a Orio, un pueblo que antaño era pescador para deliciosamente jugar hasta la turística Zarautz donde me he entretenido en ver alguna cosa como la playa que dicen es la más larga del País Vasco. Zarautz de tradición en la pesca de la ballena, cuando eso era posible, ahora es más conocida por el surf o por su gastronomía.
Por un paseo delicioso he llegado a la patria del primer navegante que circundó la tierra, Juan Sebastian el Cano.
El ratón de Getaria me ha retrotraído nuevamente al pasado donde una foto a contraluz selló mucho más que el abrazo que atrapó la cámara.
Zumaia, algo más allá de esta costa ventosa, es el último descanso en esta provincia que mañana dejaré atrás.

Quisiera- alcanzar la luz y ver en primer plano lo que ese rayo ve cuando atraviesa el espacio mientras se curva.
Del deseo a la realidad: del Quisiera al Tengo.
Tengo- días luminosos, sonrisas irrepetibles, miradas perturbadoras.
las fotos del día 6.
la ruta seguida
http://ridewithgps.com/routes/1955135
en Wikiloc
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8083741
Había un hombre 26/11/2012
Las personas de origen vasco tienen un talante especial para los que como yo hunden sus raíces en castilla siendo catalanes. Lo vi hace muchos años cuando me acerqué a Guetaria, lo había visto en las ocasiones en las que pude acercarme a disfrutar Donostia... y le he puesto rostro en este viaje.
Su nombre: Patxi.
Su preocupación: mi persona.
a poco que me puse a tiro poco le falto para ofrecerme su ayuda, poco le faltó para acompañarme en lo que pudo, poco le falto para estar absolutamente pendiente de mi y de lo que me ocurría puesto que me ocurrían cosas... no solo estaba sufriendo la lluvia, no solo la niebla...
Original de Getxo, al otro lado de la ría estaba yo, en Portugalete en un lugar que el se preocupó en buscarme... a su pueblo me llevó, de su pueblo presumía con orgullo... en su pueblo nos tomamos unas raciones que me impidió pagar y todo ello con una disposición brutal... que maravilla no?
Te he dado las gracias? si, si se que te las he dado, ahora también lo haré; aquí quedará grabado por siempre mi agradecimiento: gracias pedazo de persona, aún me río cuando me propusiste que cogiera el ferrocarril para atravesar el gran Bilbao.
Aún recuerdo el seguimiento y apoyo que me hiciste con esa voluntad de hierro que solo quien hace las cosas de corazón es capaz de realizar.
eres tremendo, lo se.
Gracias de corazón.
El Camino del Norte.
Dia 7. Zumaia—Colegiata Zenarruza (Bolivar) 27/11/2012
Del mediterráneo al cantábrico.
El Camino del Norte
La mañana se movía al compás de las olas que sin fin van golpeando la costa de la que lentamente me he ido separando, el camino jugaba con la línea del ferrocarril, con la autopista, con la nacional, con la ría del Deba para, serpenteando, recordarme por si lo había olvidado que este Camino es todo menos un paseo. La subida, dura, te planta en las cercanías de los 400m a base de sufrir en dieciséis Km.
Y Patxi seguía dándome apoyo...
Todo iba bien hasta que…
En un tobogán lo imposible ha pasado: Los frenos
Los frenos no frenaban y de ello he sido consciente en la necesidad de frenar. Rápidamente, como un acto reflejo, mis zapatillas han buscado las cubiertas de la rueda trasera y la delantera…
Tras el susto, en el silencio de la lluvia, las preguntas y las respuestas: que hacer?
El día ha sido increíble, de todo ha habido en este día: momentos épicos, momentos de furia contenida, momentos de miedo, momentos en los que si hubiera sido preciso hubiera acabado el Camino.
Pero Patxi….
Mientras escribo estas líneas está aquí conmigo junto al monje Gregorio...
Sorprendidos? todo tiene su explicación si seguís leyendo...
Una señal del camino me ha llevado al Camino donde había barro, había subidas, había de todo aquello que en la guía te recomienda que no vayas con bici…
Más de diez kilómetros, quizás veinte… que más da… de sufrir... y disfrutar.
Simplemente durísimo y sufriendo no solo porque la bici quería salir corriendo en cuesta abajo y había que empujarla cuesta arriba sino porque sabía que había quedado con Patxi con el que tenía que pedalear a la tarde…
El contestador automático de la empresa donde trabaja me dice que no esta…
No tengo como llamarle y espero su llamada que llega en un momento en el que la pendiente es increíble y le explico así por encima que no va a poder ser…
A Larruskain, emplazado en el valle, el trazado no te lleva, tienes la sensación conforme te acercas desde lo alto que es uno de esos pueblos muy pequeños en los que parece haberse parado el tiempo, bonito, autentico… de postal.
Más allá he recuperado un curso desconocido: el del Artibai para llegar al que parecía poder ser el destino del día: Markina.
Y allí veo a Patxi que me espera vestido de calle y pienso que menos mal que no viene de "romano" y nos vamos a comer en charla animada.
Hay un taller de bicis al que vamos tras comer, Manu Ciclos no es un taller normal y mucho menos su dueño que tal y como me ha visto, sin apenas escucharme ya tenía la bici dispuesta para repararla… en un caballete.
Allí las sorpresas han sido varias empezando por la aparición de un profesional de las dos ruedas con el que nos hemos fotografiado.
Mientras a la bici le arreglaban los frenos Manu que no solo es una enciclopedia andante, no solo parece haber estado en todos los sitios, conocer como nadie el mundo de las bicis, de las motos, también es el saber de su tierra.
Orgulloso de su vida y de su manera de entender la vida nos ha enseñado una iglesia peculiar: la de San Miguel.
En esa Iglesia un meteorito, nos ha dicho, configura el centro del recinto a su al rededor construido… luego un café y en esos momentos mientras la lluvia caía dulcemente parecía que nada tenía fin…
Yo pensaba que me quedaba en Markina, pero Patxi me ha recomendado la colegiata, un albergue de monjes Cistercienses…
De noche, con su coche guardándome las espaldas y señalándome con sus faros el camino he llegado a un lugar sin duda especial en el que ahora aguardo la cena mientras Patxi me lee no se que del monje Gregorio y en el cielo se suceden mensajes atronadores que presagian lo que sin duda es una tormenta y yo sonrío por fuera y por dentro porque lo se: he vivido un día mágico, especial, duro e increíble y lo mejor: mis ruedas tienen frenos nuevos.
Tengo- días luminosos, sonrisas irrepetibles, miradas perturbadoras.
Tengo- imágenes inabarcables, vistas imposibles, horizontes curvos.
las fotos de un día en el que, en realidad, se decidió el futuro de Mensajera
la ruta realizada
http://ridewithgps.com/routes/1958979
en Wikiloc
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8083743
Esto escribió Patxi en el foro de rodadas:
Grande, Pepe. Se queda sin frenos, y sonríe. Tiene que empujar, y sonríe. Calado hasta los huesos, también sonríe. Y parece que tampoco hace frío: ¡sonríe!... . Parar o seguir... , hotel o albergue,... subir o bajar... Todo está bien.
Buen acero, y bien templado. Pero no para herir, como una espada, sino para resistir. Como las vigas, como los puentes, como las viejas locomotoras... como los rompehielos.
Desde entonces cuando coincidimos en Internet en ocasiones me llama rompehielos y yo como es natural sonrío. Viajar aunque tan solo pudiera explicar esa experiencia os aseguro que merece la pena.
El Camino del Norte.
Dia 8 Colegiata de Zenarruza (Bolivar)- Portugalete 28/11/2022
Del mediterráneo al cantábrico.
El Camino del Norte
Cuando Patxi marchó de la Colegiata tras conversar alegremente con Gregorio que vino no solo a traer la cena yo aproveché para escribír la crónica que no pude subir a internet por falta de cobertura.
Me quedé solo con mis pensamientos, con la soledad del peregrino en el albergue donde solo está el, sus pertenencias y su bagaje... fuera queda el frío, los truenos y relámpagos de la tormenta que cada vez cobraba más fuerza.
“Condenado” a dormir cada noche en una cama diferente por fin logré conciliar el sueño en el final de una etapa en la que creí que más que una etapa había vivido toda una aventura.
Lo que no sabía es que la aventura continuaba, de otra forma pero continuaba: la tormenta iba ganando más y más fuerza, granizo, viento… todo ello aderezado con cortinas de agua que en nada me recordaba a la forma de llover de Galicia y si a lo que se ve en el levante o el mediterráneo español.
La aventura también fue el ir a los servicios que se sitúan en una planta inferior a la que llegas por una escalera exterior a merced de lo que la noche te manda...
La mañana se levanta noche y es en ese momento cuando escuchas nuevamente la llegada de Gregorio al que antes de marchar, sin que el lo sepa, le dedico unas frases en un libro que allí existe.
La Colegiata está separada de la carretera y en alto por lo que en bajada dejo que mis cubiertas recuperen tacto con el asfalto. Una vez recuperas la carretera que pasa por Bolivar, con lluvía desde el primer pedal de la mañana, llego a Gernika en lo que es un transcurrir de kilómetros por una zona bella del pais vasco (o Euskadi).
En su entrada no solo la panadería me ha detenido, también el segundo pinchazo del remolque han hecho que me detenga. La llamada de un forero del foro de Bicigrino, Joseba, también me ha permitido ver algo más de esa localidad.
Es Joseba una persona con ganas de disfrutar con lo que hace y con lo que quiere hacer, ahora inmerso en su vida personal me ha confesado que no participa tanto en el foro del bicigrino como antes pero que a poco que puede ayuda a quienes pasan por su zona, es de Lekeitio.
Muchas gracias por venir a mi encuentro, compartir tu tiempo y sabiduría y trasladarme esa vitalidad que derrochas.
Puesto nuevamente en camino, la siguiente población ha sido Larrabetzu.
Cuando miraba el plano de Vizcaya, mientras esperaba a Joseba, me he dado cuenta que Larrabetzu está más o menos en el centro geográfico de la provincia, es un pueblo del que ni había oído su nombre, he visto como es un pequeño pueblo que forma parte incardinada de esta tierra, a la que veo y siento muy diferente a la mía.
Y así, poco a poco, me he ido acercando al gran Bilbao.Para ello he debido de sufrir con sus pueblos limítrofes que señalaban de forma patente la gran ciudad tras subir, desde más allá de Zamudio, por una exigente carretera que en momentos se transformaba en autovía, caer por una nueva bajada por Beoña y buscar las indicaciones del centro para tras unas cuantas subidas y bajadas por scalestrics poder disfrutar por fin del llano.
La ruta pasa por la ciudad acariciándola y se detiene en los pueblos de los que en ocasiones solo vemos sus nombres en los carteles de los mapas de carretera: Baracaldo, Sestao, Portugalete o incluso Santurzi… que es una población que solo existía en mi memoria a través de la canción mil veces escuchada y a la que mañana me acercaré.

He recibido la visita, tal y como he explicado con anterioridad, nuevamente de ese trozo de humanidad con el que he departido nuevamente, que es realmente una persona agradable, afable y muy cercana.
Gracias por todo Patxi, que fácil sería todo si todos pensáramos de una manera cercana a la tuya y no nos perturbamos continuamente la mente con pensamientos tan difíciles y negativos.
Tengo- días luminosos, sonrisas irrepetibles, miradas perturbadoras.
Tengo- imágenes inabarcables, vistas imposibles, horizontes curvos.
Tengo- amaneceres rojos teñidos de amarillo, presente, futuro emergente.
las fotos de un día nuevamente especial
la ruta realizada
http://ridewithgps.com/routes/1959408
en Wikiloc
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8083750
El Hermano Gregorio.
Hablar del hermano Gregorio es algo que en cierta manera se me escapa, así que aprovechando la compañía de Patxi copiaré lo que Patxi escribió sobre el personaje:
Os hablaré del hermano Gregorio, emigrante, organista, grafólogo, teólogo, divulgador... y otras muchas cosas: políglota, pastelero, ganadero, hostelero, sacerdote, intérprete, misionero... )
Y para nuestra suerte, hospitalero de la Colegiata de Zenarruza (Ziortza). Un amabilísimo monje de 77 años con apariencia, física y mental, de no llegar ni a la mitad. Otro personaje ilustre.
Cuando en una tarde tienes la suerte de toparte con seres como con Manu y Gregorio ves, notas, cómo la vida se ensancha muchísimo más allá de lo que las pequeñas rutinas cotidianas nos permiten vislumbrar. Ayer lo comentaba Pepe, y es cierto. Podrás ir hasta Katmandú y fotografiar un lamasterio, pero ¿hablar con un lama?
El hermano Gregorio, de enciclopédica cultura y riquísimas experiencias, te las regala envueltas en un delicioso y torrencial relato.
Y vive aquí, a la vuelta de la esquina.
Un viaje siempre es una suma de historias, algunas pensadas o encontradas en un pasado cercano o más o menos lejano, otras tan solo están ahí esperando en el momento preciso en el que vas a vivirlas...
Esas historias tienen la paciencia de la vida y tan solo con su fin, con el fin de la vida, dejan de existir y de estar aguardándote.
En este viaje, creo que no se os escapa que, fue un viaje muy agradecido uno de los más agradecidos de los que he realizado en cuanto a esas pequeñas y enormes historias que en realidad no se quedaron en lo relatado sino que tuvieron una continuidad durante todo el viaje... como podréis leer.
El Camino del Norte.
Día 9. Portugalete – Galizano 29/11/2012
Del mediterráneo al cantábrico.
El Camino del Norte
La gran ría ha ido quedando atrás y con ella los pueblos que acaban Vizcaya, lentamente las formas y las gentes han ido cambiando aunque las banderas rojas y blancas de un equipo de futbol siguen diciéndome donde estoy mientras que la nacional serpentea con la autovía y los pueblos han seguido pasando y con ellos algunas instalaciones industriales impresionantes.
Cantabria se asoma a mi presente con un día algo diferente al de ayer puesto que no es tan duro si bien no es el mejor de los días para pedalear, el día me miraba con otros ojos, los del mar que había quedado algo perdido en los últimos días en lo que solo los cauces que desembocaban al mar me despedían en su final, algunos con el nombre de rías.
En Castro, sorprende la ubicación del castillo, pero sobre todo la de la iglesia que le acompaña que me recuerda, no se bien porque, a la de la lejana de Mallorca, aquí he hecho un alto y he reflexionado sobre algo que me ha sorprendido nuevamente: en este Camino de Santiago, duro y complicado, no hay peregrinos en estas fechas del año, tal vez ello está motivado por la época en el que transito por el o por el difícil clima. Lo cierto es que debo de hacer esfuerzos para quedarme en el lugar del peregrino y no pasar al del viajero, tan solo coincidí en Markina con una peregrina que iba acompañada de su perro a la que habréis visto en las fotos.

Un baño de vistas al bravo mar me deposita a pies de una ría que he remontado para acercarme a Nocina y algo más tarde de lo que hubiera querido he llegado a la veraniega Laredo, población que se intuye cosmopolita.

La playa de Laredo, limpia y suave me recuerda a la de la lejana Gijón.
La barca que hace el paso a Santoña, en esta época del año no funciona por la tarde por lo que la alternativa ha debido de ser la vuelta por Colindres para llegar a Noja y desde allí recuperar el trazado aproximado del Camino.
Por ello me he esforzado en avanzar hasta que la luz y la prudencia han dicho basta. Cuando eso ha ocurrido el pueblo tenía un nombre Galizano.
Tengo- días luminosos, sonrisas irrepetibles, miradas perturbadoras.
Tengo- imágenes inabarcables, vistas imposibles, horizontes curvos.
Tengo- futuro, presente emergente, amaneceres rojos teñidos de amarillos fugaces.
Tengo- derrumbamientos imperceptibles que significan que algo se quiebra en mí ser.
las fotos del día 9
y el recorrido
http://ridewithgps.com/routes/1960415
en Wikiloc
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8083752
El Camino del Norte.
Día 10. Galizano-Santillana del Mar 30/11/2012
Del mediterráneo al cantábrico.
El Camino del Norte
Hoy os hablaré de la magia, pero no de una magia cualquiera o de la magia aquella que rezaba la frase por todos conocida: ni trampa ni cartón…
Pensaba hacerlo más adelante, pero hoy ha sido imposible que pudiera retener más este tema.
La magia se llama Amaia, Xavier, Joseba, Patxi, Jorge, la magia se llama Pepe y Ana.
Se trata de una magia real que existe en realidad puesto que, ¿no es mágico que las personas hagan esfuerzos por contactar con otra que está viajando?
Incluso el pretender dar unas pedaladas con el que viaja por compartir de esa manera su viaje no es mágico?
Eso es lo que ha pasado con esas personas, con las que de una u otra forma han hecho algo que va más allá de lo normal. Pensaba hablar de ello al final del viaje, pero hoy ha sucedido algo más que eso.
Cuando viajas, el peso de los kilómetros no está solo en tu cuerpo, en tus piernas, en tu cerebro. No, el peso también está en la bici y creo haber dicho en algún momento que Mensajera tenía algunos achaques como lo han sido los frenos, los pinchazos y alguna cosilla más como era la imposibilidad de regular bien el cambio.
Creía que tenía la rueda del remolque degradada por lo que esta mañana al levantarme y verla nuevamente pinchada, con Jorge que es del foro del Bicigrino (Zeus) que había venido a acompañarme en una mañana lluviosa, he decidido darle pasaporte… en Santander.
Y así ha comenzado la mañana: con la visita de Jorge que a los mandos de una flamante bicicleta se ha presentado para acompañarme un tramo de mi ruta.
Tras el cambio de cámara para arreglar la avería enfilamos con algo de lluvia la costa del lugar. La lluvia se ha hecho más patente por lo que tras una parada técnica y el retraso acumulado por unas cosas y otras decidimos enfilar Somo, allí cruzamos el puente y vemos las instalaciones de golf de Pedreña donde prácticamente vivía en el pasado Seve.
Ya en el barco, cruzamos a Santander donde esperaba Pepe y un poco más allá la cubierta de recambio.
Le había comentado a Pepe que tenía un problemilla con el cambio y que se trajera una llave inglesa "gordota" para hacer palanca en una parte del remolque… el pobre (Bob) es que tiene más de diez años de golpes…
Tambien le había comentado que pienso que los problemas del cambio pueden deberse a que la piñonera no está bien apretada por lo que no cambia bien…
Lo que en principio es un plis plas se convierte en "el taller de Pepe" en una acera y el tendedero de ropa de slow y la presencia de un Jorge un tanto sorprendido por lo que ve (no conocía a Pepe) mientras las personas pasan por la calle, los coches pasan junto a nosotros por la calzada y la vigilante de la zona azul-ora- controlando todo ello…
Alguna vecina ha sentido curiosidad por saber que pasaba y otra se ha asustado porque en la reja de su ventana ha aparecido la ropa de un ciclista algo húmeda…