jueves, 10 de diciembre de 2015

Relatos y viajes cortos del 2015



Relatos y viajes cortos del año 2015


El año 2015 se presentaba una vez superada la etapa que creía haber cerrado, la de los viajes, como una nueva vida viajera sin viajar, sin renunciar a ese placer que es el salir, cargado o no, un día a recorrer mundo o a lo sumo dos días... los del fin de semana.

Esa era la intención para ese año... pequeñas cosas en el tiempo, grandes cosas en otros sentidos.

Y aún cuando eso pueda o pudiera parecer poco vistos los antecedentes de años anteriores... rápidamente a la vista de lo que finalmente ocurrió hay que decir aquella frase ahora algo socorrida.

El futuro está por escribir.


Estos fueron los relatos o los pequeños viajes o salidas que pude realizar...

1.-El Medol y el Pont del Diable 03/01/2015

2.-Por las tierras del Baix Ebre 24-25/01/2015

3.-La Segarra, primera parte. La Segarra congelada 07/02/2015

4.-La Segarra, segunda parte. 28/02/2015

5.-Tortosa y el barranc dels estrets. 7y8/03/20015

6.-La Segarra, tercera parte. 15/03/2015

7.-La Segarra, cuarta parte. 28/03/2015

8.-Amaia

9.-L'Anoia, 18/04/2015

10.-La Segarra, quinto encuentro 23/05/2015

11.-La quedada de Pau en el Ripolles 20/06/2015 (día 1)

      La quedada de Pau en el Ripolles 21/06/2015 (día 2)

12.-La quedada de La Noguera 24/10/2015

13.-Recorrido con Pacopol 07/11/2015


1.-El Medol y el Pont del Diable 3/1/2015


Tras un paseo por el delta del Llobregat a finales del año 2014 y aprovechando la visita a Cataluña de un forero que vive en la lejana Andalucía un grupo de foreros ciclistas nos propusimos realizar una ruta por Tarragona y visitar una cantera... Una de las más importantes de la era romana: La de El Medol y enlazar esta con uno de los acueductos más importantes de la ciudad de Tarragona: El conocido como Pont del Diable.

Tras realizar la ruta, esto escribí:

Poco podía imaginar, mientras pedaleaba camino de Vilanova, que estaba a las puertas de una salida betetera. No solo no lo podía imaginar es que ni tan solo lo intuía puesto que de otra forma no me hubiera llevado la "caja antimasters...." digo la de polvorones para obsequiar a mis compañeros de ruta o ni tan solo el trasportín con las alforjitas.
Elena, que se ha rebelado como una compañera antiarrugas y con ganas, salía por la puerta de la estación cuando yo accedía a ella y sin mas dilación encaramos ese baño de paseos marítimos al que llamo coloquialmente como el pasillo de casa..

Primero frío pero luego la LUZ

Esa luz primaveral que, acompañada de algo de calor, parecía decirnos que no estábamos en invierno

Tras una conversación telefónica Paco se nos une en Calafell.

Paco lleva su impecable cónor y nos confiesa que este año los reyes le van a traer un espléndido regalo...

Llevamos algo de retraso y suena nuevamente el teléfono... 
Es el Pollo y pienso que nos dará la vara porque llegamos algo tarde

Pero en realidad nos suelta, con esa gracia granadina traída al nordeste peninsular... que esta en Altafulla y que allí no hay nadie...jjjjj

Me parto!!!!!

Una vez deshecho el entuerto nos encontramos con Villaboa, Xavi y Pacopol en Torredembarra.

Tras las presentaciones y una ronda "polvorenil"  nos vamos a buscar al Pollo quien en una terraza a pie de carretera hace su papel de ofendido... Jjjjjj

Quien conozca al Pollo sabe que eso es una impostura

Así un minuto mas tarde aparece en su cara la alegría y asume su papel de ponerse al mando de las operaciones Jjjjj


Hoy es el quien hace de guía.

Ya sabia que el lunes el Pollo había ido a comprobar el terreno "in situ" por lo que yo estaba realmente tranquilo sin poner en marcha "mi gps"

El Pollo nos ha explicado en el Medol, la cantera romana, muchas cosas sobre "romanos canteras o rocas" amen de como colarse en la misma cantera para verla mejor.




Nuevamente en marcha venia lo divertido...

No me extraña que en su día yo me perdiera para unir el Medol con el Pont del Diable porque en resumidas cuentas...

O haces unos 25 km por diferentes caminos y carreteritas
O te pegas una paliza bttera siguiendo el trazado de una conducción de gas enterrada y cercana a la autopista.


El Pollo primero y yo a continuación hemos llevado al grupo, tras visitar unas espléndidas masías fortificadas en ruinas, por esa pista de subidas y bajadas que resiguen la canalización de gas cercana a la autopista y que nos obligaban a hacerlas en muchos tramos caminando.


Hemos llegado a esa maravilla de la construcción, de la ingeniería, de la historia...


Y tras admirar la belleza de mas de 2000 años... Hemos reseguido el Francolí con "natazo" incluido de Elena que tras levantarse nos ha dicho aquello de que...

No se, yo acabo de llegar

Un precioso paseo junto al río nos ha plantado en el restaurante donde la sonrisa tiene nombre de mujer.

Nos ha salido en total por 16€ un fantástico menú y lo mejor...


Se nos veía a todos encantados, incluso proponiendo próximas salidas mientras dábamos cuenta del menú a la altura de las circunstancias.
En esos momentos ha sido cuando me preguntaba si es que habíamos inaugurado la sección betera de Rodadas.

Para finalizar.

Mención especial al Pollo por su dedicación, su buen hacer, su espíritu y por sus ganas por contagiar lo bueno.

A Xavi, el amigo de Paco, todo un descubrimiento. Con esa persona te puedes ir donde sea en cualquier circunstancia.
A los dos Pacos... Uno de ellos seguro que la próxima vuelve con otras cubiertas
Jjjj
Y el otro que esconde, tras una imagen algo seria, a una persona con muchas ganas de pasarlo bien y hacer cosas.
A Villaboa... Que una de dos... O no vuelve o se apunta a todas cada vez que este por Cataluña.
Y a la gran Elena....
Chiquilla que con esa bici meterte por donde te hemos metido y disfrutarlo lo tuyo es un milagro.

Gracias a todos.

las fotos


https://flic.kr/s/aHsk6PA3Q3


2.-Por las tierras del Baix Ebre 24 y 25/1/2015


Estaba de vacaciones y dejaba pasar los días haciendo tiempo. No creía que me afectase, como así fue, el hecho de saber y de ser consciente que en otras circunstancias estaría en estos momentos de viaje con la bici...

me preguntaba que hubiera hecho si hubiera podido salir...

Hay un viaje que me ha quedado en el tintero y que se debe de intentar hacer en invierno, cuando la soledad se acomoda en los valles...

Las Medulas es un recóndito lugar de León que junto con la zona de Babia, algo más apartada, llaman poderosamente mi atención... pero ahora mientras pensaba en ello y cuando los viajes van quedando atrás con el paso de los días... se presentó una nueva quedada.

Paco, de Tortosa había convocado una quedada por un lugar que en parte conocía... pasé por allí en el 2009, en aquel momento iba con una persona con la que finalice uno de mis viajes.

Así que como estaba de vacaciones fui a recorrer la ruta del primero de los días que proponía Paco... en aquel momento esa maniobra fue nuestro secreto.

Más adelante tras pasar dos maravillosos días en esa tierra, que debes de admirar sin fisuras, esto escribí.

Sabéis? hoy esta crónica comenzará con una confesión....

estoy de vacaciones.

Más de uno, o eso espero, en este momento habrá pensado: vaya M de confesión.

si, lo se pero es una confesión al fin y al cabo...

en realidad os hablo de trabajo, de las vacaciones del trabajo porque hoy me he cruzado con mi vecino...

espero otro gesto de asombro o mejor de diversión en vuestras caras... (a que viene esto?)

bueno... al final, si tenéis paciencia, lo sabréis.

En la última ocasión en la que coincidimos (en Tarraco) con Paco, de eso no hace tanto tiempo, nos comentó su idea de organizar una quedada en Les Terres de l'Ebre. Como es natural estábamos muy interesados y le animamos a ello y así fue como, sabiendo en que fechas se haría esa quedada, le pude comentar que seguramente cuando decidiera el recorrido lo podría hacer antes de escondidas para ver como era eso para el resto del grupo...

Así el jueves pasado coincidía con él en un bar cercano a su trabajo. 
Paco me acogía en su ciudad y se mostraba un tanto preocupado por el resultado que le podía transmitir de lo que el había organizado y yo me disponía a realizar.

Sabéis? 
quien le pone corazón a las cosas está dispuesto a pagar casi cualquier precio... esa persona pone allí un trozo de su ser y para él nada puede ser peor que la cosa salga mal... ni aún saliendo bien o muy bien como en esta ocasión quien organizaba estaría satisfecho...

Yo lo se, eso es lo que ocurre cuando organizas algo así y le pones corazón y Paco le ha puesto mucho corazón.

Acababa aquella jornada con una sentencia... 
Ruta perfecta para btt pero dura para el cicloturismo.

Paco, preocupado, buscaba a partir de ese momento alternativas y soluciones y yo tan solo le decía que en mi opinión lo importante es que nadie viniera sin saber la realidad y la verdad de lo que se iba a encontrar lo demás tenía solución.

Así que acordamos realizar un par de comentarios en el hilo de la quedada que aclarara ese punto...

Mustaros y Zuzu los vieron tarde y Paco preparó una solución que funcionó muy bien el primer día máxime cuando nos enteramos que Zuzu no había cogido la bici desde hacía meses...

Dia 24

Son las diez de la mañana y en el parquin donde estamos aparcados hace un viento que en ocasiones zarandea ligeramente el coche. Un sol radiante nos acompaña y por un momento pienso en que tal vez, por causa del viento, lo intentemos en otra ocasión... 

gran equivocación.

Minutos más tarde nos encontramos los diez componentes del día de hoy subiendo por la carretera de la simpática (así se llama, no preguntéis, no se) hacia la primera de las ermitas que se sitúa en la mitad de la subida a la primera de las montañas que nos aguardaban.


Frio y viento son nuestros acompañantes, el frío se va apartando conforme las duras rampas nos dificultan el avanzar mientras que el viento no tiene piedad. 
En un intento de concienciar sobre lo que hay por delante les comento al resto del grupo que allí donde están los molinos comienza la bajada... sin decirles que lo que ven es solo el principio.

El viento nos zarandea conforme dejamos una urbanización de casas que parecen de indianos, más adelante el tenis y la ermita nos esperan y en esta última hacemos un receso mientras Paco nos explica pasajes de la historia del lugar y de la guerra civil.

La segunda de las ermitas, la del alba, me recuerda viejos tiempos, los del año 2009 cuando pasé por este recorrido... iba acompañado siguiendo la Via Augusta... en los márgenes se aprecian las señales de dos trazos: uno de color amarillo el otro de color azul...


Y tras la ermita aparecen los molinos con su ruido característico. Allí se presenta un lugar que en esas circunstancias parece un tanto inhóspito pero la buena noticia es que tras pasar junto al cuarto de ellos por la izquierda, según lo previsto, comienza la bajada y un poco más allá se acaba el asfalto. Nos aferramos al camino cercano al Barranco de la Font de Gracia y nos pasan algunos km de una manera dulce después de lo vivido.

Un paisaje virgen se presenta a cada lado del camino y en el abundan los olivos que aguantan como pueden el viento un tanto apaciguado por el relieve.

Al final de la bajada, de la primera de las montañas, en un cruce nos encontramos con unos caminantes extranjeros que nos miran con curiosidad como diciéndose que hacen estos tíos aquí, cuando en realidad somos nosotros quienes pensamos eso mismo de ellos.

Un poco más adelante, junto al Barranc de Camarles el grupo se separa. Mustaros y Zuzu no tienen las cubiertas apropiadas para acometer lo que nos aguarda más adelante y acordamos que nos veremos en El Perello donde hemos planeado parar a comer.

Acometemos la subida a la segunda de las montañas y decidimos aplicarnos a ello cada uno con su ritmo, primero por el barranco con el que jugamos y luego remontando por un camino de piedras sueltas que nos hace caminar por momentos junto a la bici.


Todo tiene un premio y este no es otro que, en la cima de esa segunda montaña, encontrarnos con la mejor vista sobre una parte del delta del Ebro con una extensión de vistas increíble.


Paco nos lleva por una alternativa al track que yo había realizado para evitar la dureza de una bajada que cuando lo hice me hizo desmontar de la bici por el estado del camino y nos lleva por un recorrido en bajada que asfaltado en gran parte de su trazado es delirante... con un viento que nos pide frenar e ir en ocasiones desplomados en las rectas para compensar su fuerza, la bajada es tan pronunciada que nos suplica ir más, mas deprisa...

Al final las caras, a pesar de estar tapadas, lo dicen todo...
estamos exhultantes. Todo ha ido bien y lo mejor: aparecen Zuzu y Mustaros para irnos a comer.


Es fácil hacerlo...

el que?

ser en esos momentos felices. Felices de saborear lo vivido y retomar la normalidad del viaje, una vez comidos, con una carretera que, en bajada, poco nos pide salvo mantener el equilibrio mientras alguien nos anima diciendo que el viento amainara...

La noche se acerca en la playa del Aliga. Hacemos un trayecto desde L'Atmella, que he realizado muchas veces, y esa playa, la del Aliga, me trae muchos recuerdos. Con la noche las fuerzas parecen desvanecerse...


La Ampolla aún está lejana y conforme nos acercamos hay quien sufre un poco más... poco o nada protesta quien está más débil pero al tiempo le pone orgullo y buena cara a los focos que le esperan, que le alumbran y que no saben bien bien como ayudar.

La noche nos tiene reservada alguna sorpresa

Casavostra es esa gran sorpresa... allí está Rosa. (casavostra.es en L'Ampolla)

Mujer de mirada limpia y suaves gestos. Está un poco malita pero... nadie se da cuenta viéndola moverse, organizar y disponer con una vitalidad pasmosa.

Rosa nos ha preparado una cena impresionante en una mesa presentada para las grandes ocasiones y nos vuelve a embargar esa felicidad por lo conseguido que borra todo lo demás.

La noche calla mientras el viento golpea en las persianas, hay una luz espectral en el cielo donde las estrellas tintinean con el frío y la luna no parece querer crecer.


Dia 25

Amanece en casavostra y hay quien con la llegada del día está trabajando para que el grupo desayune.

Poco a poco se mueven los cuerpos, aparecen caras resplandecientes en un comedor preparado para nosotros, Joan de casavostra, está a los mandos.

La conversación animada no esconde la realidad de las cosas, Zuzú aparece con una sonrisa que miramos esperanzados pero al probar con la bici se da cuenta de que no ha recuperado lo suficiente y con Mustaros optan por la mejor solución en un nuevo día ventoso en el que todos reconocemos que a la tarde cuando volvamos nos dará de cara. Mustaros y Zuzu nos dejarán en la Ampolla y les tomará el relevo una desconocida, para la mayoría, María José quien nos espera junto a un puerto tranquilo y limpio en ese ventoso domingo del mes de enero.

La sonrisa franca de María José nos recibe y pronto nos demuestra que al igual que Elena es una mujer que parece esconder una vida interior.


En marcha nuevamente seguimos disfrutando de un día en el que el delta es el absoluto protagonista. La Bassa de les Olles y el camino que la separa del mar nos da esa muestra de tierra de nadie que es el delta en el que a poco que te fijes ves la naturaleza que esperas encontrar.



Un canal junto al camino por donde circulamos nos adentra en el delta hasta Deltebre, allí aparecemos junto al Albergue donde tantas noches he ido a dormir cuando viajaba... El pont sobre el río es una delicia, una imagen plástica que te permite ver la intensidad, la fuerza contenida, la amplitud de un río que parece encontrase en sus mejores momentos y tras el... un receso en el que, quien quiere se toma un vermut hecho artesanalmente.



Tras el receso nos aproximamos a San Carles de la Rapita... 
Es en esos momentos cuando el viento nos castiga más. Lejos de amainar, golpea con más fuerza evidenciando la necesidad de esconderse detrás de cualquier cosa, en un lugar donde casi nada existe para ello.

La naturaleza plana, los inmensos campos de arroz con agua, los canales... son grandes zonas tras las que no te puedes agazapar... Tan solo alguna pequeña construcción o un grupo de setos te pueden mostrar alivio...

Girando sobre el asfalto, el camino nos enseña las posibilidades que son dos: viento de lado o viento de frente... El camino parece jugar con nosotros, sabe que su aliado, el viento, podría hacérnoslo pasar muy mal en esta tierra que no se entiende sin viento, que es un elemento más de su idiosincrasia.

San Carles se va aproximando. Los que hemos estado en alguna ocasión en la tierra sabemos que allí se da un fenómeno singular...

No, no me refiero a los espejismos del otro lado del delta al que nos encontramos... me refiero a que allí las cosas parecen muy lejanas sin estarlo como todo lo contrario, a veces parecen cercanas y no lo están.

Cuando al fin tocamos la población poco nos cuesta volver a estar exultantes y felices. Una maravillosa paella, un menú increíble a un precio más que contenido nos aguarda y con el... el continuo disfrute, la parada del tiempo, la sonrisa perpetua.

Nos ha costado y mucho marchar de allí. No se si lo hubiéramos hecho si no hubiéramos sido conscientes de que a poco que nos descuidáramos hubieramos llegado de noche.... y eso casi, casi... es lo que ha sucedido.


Amposta, con su maravilloso puente de piedra, es una parada obligada y es el paso al otro lado del río donde el grupo nuevamente se separa... 
Los que van hacia La Aldea y los que regresamos a Tortosa.

Ayer, Elena nos decía que no le gustan las despedidas, la nuestra ha sido como ella las describe si bien en nuestros ojos había una luz de esperanza.

Lentamente avanzamos de la mano de Joan y Paco que como en la mañana han hecho de guías hacia nuestro destino hasta que hemos llegado.

Anochece rojo marrón en la tarde plena de color

Los coches nos aguardan y poco tiempo me cuesta decir adiós al otro Paco y a su compañero... persona callada y tranquila.

Y voy pensando mientras regreso. Lo voy recapitulando siendo consciente de que poco más que salidas como esa en mi situación podré hacer en el futuro...

Pero no creáis que me olvido del inicio de esta crónica...

si buscáis más arriba, encontrareis estas frases:

.....en realidad os hablo de trabajo, de las vacaciones del trabajo porque hoy me he cruzado con mi vecino...

espero otro gesto de asombro o mejor de diversión en vuestras caras... (a que viene esto?)

bueno... al final lo sabréis......

Mi vecino no debía estar en la finca, donde vivimos, a la hora en la que nos hemos cruzado. El viernes se consumó, en su vida, esa nueva moda que amortiza puestos de trabajo. La tristeza se ha asomado a mis ojos aun cuando los suyos parecían tranquilos puesto que en su caso existe o parece existir una esperanza a corto plazo...

Hoy, mientras caminaba hacia el bar y un poco más tarde tomaba un café con leche hablando desenfadadamente con Mario y su mujer, Encarna, sobre bicis, viento y fines de semana no lo he podido evitar.

....La conversación con mi vecino ha sido un revulsivo que ha acrecentado esa sensación de felicidad que tenía por lo vivido, algo por mi interior se movía....

en un momento dado Mario me ha preguntado... que te pasa?

porque has dicho?

Joder, soy feliz!!

Le he mirado y no he sabido que decir, tan solo era consciente de que de alguna manera esa sensación se ha verbalizado fuera de mi interior.

Quiero agradecer todo lo vivido que ha sido posible gracias a todos y en especial a Paco, a Joan, a Xavi, a Lluis, a Cándido, al otro Paco, a Ramón.

Y a nuestras chicas Zuzu, Elena y María José.

Todos lo sabéis: sin el Pollo (Cándido) no sería igual.

el enlace a las fotos de esos dos días.


https://flic.kr/s/aHsk8ab28M


3.-La Segarra primera parte. 7/2/2015


La Segarra congelada.


En ocasiones la voluntad puede con todo, a veces lo que sucede es que dejas de lado la racionalidad que dice una cosa para centrarte en el deseo que dice la contraria...

A principios del mes de febrero, con una ola de frío sobre la península, la racionalidad decía que deberíamos haber dejado de lado la quedada que Lluis nos propuso en La Segarra... pero el deseo...

Tan solo ahora podríais ver las fotos de aquel día y entenderíais el resto.

El deseo se impuso aquel día, se impuso lo que no es normal: el salir a pasear en bicicleta, cuando las temperaturas están a 7 grados bajo cero... temperatura que fácilmente se acrecienta en negativo con el movimiento que generas al desplazarte sobre la bici.

Hay quien señaló ese día que con ese movimiento estábamos más allá de los 10 bajo cero y yo creo que tenía razón.

https://flic.kr/s/aHsk8mr6g4

como muestra.... un botón.

Es lo que tiene pedalear un 7 de febrero.


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4.- La Segarra, segunda parte. 28/2/2015


El sábado 28 de Febrero de este año "La Panadella y La Segarra" ya no estaban congeladas. 
Hace unas semanas que aquí en el altiplano, paraíso de Lluistrell, la dureza era evidente. Hoy la que entonces se reía de nosotros nos recibe en la mañana menos fría de invierno con una sonrisa... la de cada uno de los compañeros que hoy nos hemos vuelto a dar cita para realizar, nuevamente, el recorrido que no pudimos hacer por La Segarra hace unos días...

La Segarra es un altiplano entre Barcelona y Lleida. La Panadella es un punto alto que divide i bajada hacia el mar y allí comienza una bajada hacia el interior de la peninsula.

Cervera, al fondo, se dibuja algo difusa. El día no solo ha salido fresquito… también nublado… es niebla? No. … tan solo es la humedad que nos rodea que parece transformarse en algo que no lo es y que delata nuestra respiración conforme bajamos por una nacional sin tráfico.

Es difícil, lo se, encontrarnos media docena de amigos de esto del ciclismo en un día como hoy muy frío como es natural en este mes de invierno.

¿A quien no le han dicho poco menos que si estamos locos por volver nuevamente aquí? Yo creo que a casi todos nos lo ha preguntado, en mi caso la respuesta era obvia: Bah!!! ni frío ni calor…

Y así nos hemos apartado del asfalto para ir a ver alguno de los pueblos de nuestro periplo:

Montlleo está en un requiebro de la montaña. Así lo he visto y he recordado que esta zona despoblada se caracteriza porque muchos de los pueblos no se ven entre ellos... al contrario de lo que sucede con los de La Mancha que parecen emplazados para que en las noches frías puedan verse entre si. Estos, al contrario de aquellos, parecen estar situados de tal forma que no hay forma de que se vean entre ellos.


El clima, sobre todo, creo yo que es el causante de esa circunstancia… mucho frío, mucho calor… mucha humedad han debido de condicionar esos emplazamientos en los que el situarse en puntos altos pero "amagados" (escondidos) era la norma.

Los campos, preciosos y engalanados de un verde “bienvenida”, se acomodan a esa sucesión de pequeñas y continuas bajadas replegadas unas sobre otras; en cada rincón una foto y al frío tan solo parecía faltarle un poco más de luz solar que nos hubiera alegrado la mañana. Hemos recordado aquel día con un sol algo mortecino pero que en contraste con la nieve perpetuaba la luz.


Animados, en grupo o en parejas que nunca solos, las pequeñas historias se suceden en un grupo homogéneo que hoy tenía nuevamente una enorme nota de color y orgullo… Se trata de una Trek, se trata de una bici nueva, se trata de una máquina perfecta para hacer mil cosas y que tiene dueña… una dueña que quiere llevar algo a cabo y que lo persigue casi con desesperación, no solo con el deseo o la voluntad de hacerlo, también con la emoción y el sentimiento que da el creer que te has perdido algo y que deseas recuperarlo.

No hay muchas “Elenas” en este mundo de bicis, algo o mucho nos hemos metido con ella sobre todo en la comida, esperemos no habernos pasado con las bromas.


Montpalau queda en nuestra derecha y nos hace recordar esa manera de señalar los puntos altos dentro del altiplano… Mont.


Y así llegamos a un viejo conocido, un pueblo que en su momento nos encantó: se trata de un pueblo amurallado con un paseo exterior. 
Recuerdo como quien, en aquel momento, llegaba a el casi al mismo tiempo que nosotros… tenían unos ojos como platos… se trataba de una familia francesa que no podían creer que algo así existiera en una zona un tanto inhóspita… su nombre: Montfalco Murallat algo que tan solo por verlo merece un viaje…


Malgrat no solo está en la costa, también es otro lugar singular de La Segarra. Allí, nos hemos dado la vuelta. Malgrat y su castillo y nos ha recordado como era necesario protegerse para poder vivir en una época de la historia que en realidad no está tan lejano.


El rio Sió apenas susurraba. Sus aguas guardan con cariño el silencio de un clima en el que la nieve ha colmado los campos y los valles. 
El agua se dispone como cada mes de marzo y hasta bien entrado mayo a explotar. 
El río parece querer tan solo existir y no convertirse en un cauce helado como parece poder ocurrir en otros momentos que no son lejanos.

Y por fin, tras tanto visto, tras la parada en la que nosotros nos hemos vuelto a conjurar, tras comprobar como en la mañana que parece tarde, que presagia noche... 
Nos damos cuenta de que todo es posible delante de un mantel jordano, resguardados del viento en el valle, con un vermut especial, con unos vinos traídos ex profeso para la ocasión y lo que cada uno ha querido aportar hemos concluido con un dulce bañado en chocolate…


Por último nos hemos ido a completar un maravilloso día delante de una mesa, tras pasar por Sant Ramon, en la que se enseña historia, se resuelven enigmas pero sobre todo... se pasa bien.

Hay quien dice que esto de la bici cura… yo no lo se, tan solo se que contribuye a que seamos, por momentos, felices.

+ fotos



https://flic.kr/s/aHsk8WGpY6


5.- Tortosa y el barranc dels estrets 7y8/03/2015


Sábado

Había imaginado llegar pronto y de esa forma llegar como siempre: con tiempo. 

Había imaginado, como siempre, el relato de un inicio un tanto iniciático algo así como…

…”En la mañana, con el sol queriendo subir, el parking del Mcdonals de Tortosa está algo solitario… un silencio neutro y sordo se ve interrumpido por el ruido que algún envase produce al arrastrarse por el suelo empujado por el aire mientras montamos las bicis y hacemos tiempo”…

Pero nada de eso ha sucedido puesto que el tráfico de una nacional, que en sábado estaba llena de camiones (el fin de la crisis?), no nos ha permitido ni llegar a la hora y el resultado es que todos nos estaban esperando…

Con prisa y con ganas hemos salido en estampida del coche para, apenas saludando a los demás, montar las bicis, las alforjas y hacer todo ello en el menor tiempo posible... eso que debe de hacerse con tranquilidad… esto es: asegurar cada uno de los pasos que hay que dar con tal de no salir en falso.

Risas, más saludos y complicidad presidían las primeras pedaladas en dirección al río puesto que no ha sido preciso pasar por la estación del ferrocarril tal y como estaba previsto...

Pero ...

¿Como avanzar este relato sin decir “las verdades de las cosas…?" 

Las verdades de las cosas es que Paco, el gran Paco, ha hecho nuevamente honor a su buen hacer…

Si la quedada anterior, gracias a el, fue una delicia, en esta, las cartas marcadas estaban no solo bien escondidas, también bien trabajadas.

Su cara, en algún momento, con semblante de preocupación tras sus gafas, se ha ido transformando lentamente conforme la vía verde se abría paso ante nosotros pasando de una cierta preocupación a la alegría.

Ha sido en ese momento cuando me he dado cuenta de que aquello que se produce cuando dejas atrás todo da paso al disfrute con lo que te viene por delante que no era otra cosa que el ir nuevamente a discurrir, a ver pasar esa película que recoge mil visiones y paisajes, a sentir que las ruedas desbastan, con un sonido característico, el firme y tu lentamente entras y te sumerges en ese mundo interior que es el ir hacia adelante sobre la bici sin mas precaución que la de no tener algún tipo de accidente.

Hoy el Ebro era ese río, tal vez algo sobrepasado, que todos quisiéramos ver siempre. Un río que no diera pie a discusiones de ningún tipo y abocado a fines que estuvieran lejos del ocio en la larga distancia…

Tan solo agua.

Agua que calma la sed, la sed de los hombres, la sed de los campos, la de los frutos y fauna de esta, nuestra tierra.



Un paseo neorrural acompaña a la mañana mientras remontamos la vía verde. 

Recordaba un recorrido hace tiempo en sentido contrario con el sol poniéndose por la derecha… mientras una foto sucedía a otra. Las piscinas de Xerta y el Azud, lugar donde el río se transforma en tres cauces: el principal y dos canales laterales que le acompañan hasta su desembocadura. 

Recordaba ese pasaje de mi historia sobre la bici. Y eso es lo que hemos ido encontrando en sentido contrario si bien a decir verdad en Xerta el río estaba al límite y el azud apenas se veía.



Mas adelante y tras pasar por algún túnel, por fin, la C12 no solo desaparece de nuestra vista, también de nuestros oídos. Es el momento en el que la via verde del Baix Ebre se adentra en la montaña junto al río Canaleta.


La ruta continuaba por la antigua estación de Benifallet y la de Pinell de Brai cuya población no está precisamente cerca de esa estación pero ya se sabe: el tren a veces no pasaba precisamente junto a las poblaciones. 
Hay quien más adelante explicaba que en ocasiones el tren también pasaba por algún lugar concreto gracias a la generosidad de la población con el gestor ferroviario… nada que nos pueda extrañar.


En la Fontcalda el Cami de Sant Jaume que nos acompañaba desde las cercanías de Tortosa y que coincide con la vía verde se separa de su trazado. 

El Camino remonta la montaña hacia Gandesa desde las instalaciones donde el agua sale a una temperatura más que agradable mientras que la vía remonta con mucha más tranquilidad hacia el Oeste, hacia Bot.

Casi todos somos conocedores, puesto que en alguna ocasión lo hemos hecho, del recorrido de este sábado. Este es un recorrido clásico en el que se mezcla la posibilidad de hacer un tramo por la mañana para volver en el mismo día paseando solos o con la familia o bien ser más ambiciosos y emplear algunos días más… llegando hasta la vecina Aragón viajando hasta Alcañiz o más allá.

Nosotros ni íbamos de paseo ni de viaje de varios días: íbamos de disfrute y así, a poco que hemos podido, tras comprar vino de la tierra en Bot nos hemos aplicado al ritual de la comida en un área de servicio de la vía verde. 

En estos casos siempre me quedo sorprendido de la capacidad de los demás en pensar en los demás puesto que como ya va siendo normal ha sobrado casi tanto como hemos comido.


Tras dudar si cerrar los ojos, aunque solo fuera un poco, o continuar hemos decidido continuar hasta el albergue donde pasar la noche con tal de seguir en ese mundo en el que nos íbamos adentrándonos más y más; un mundo sencillo y fácil donde poco más que el gesto o la mirada es necesario para disfrutar sin más.

Pero como decía al principio del relato Paco nos tenía preparada alguna sorpresa…

Tras dejar las bicis y los bártulos en el albergue, apenas sin descansar nos hemos ido de excursión porque allí, en Horta de Sant Joan, hay una montaña que llama la atención a cualquier viajero y que se ve desde casi todas partes….

San Salvador un poco elevado y Santa Barbara, o lo que queda de ella, llaman la atención del visitante a la zona…


La luz….


La luz juega con las piedras, con la visión de los hombres, con cada uno de los perfiles de la naturaleza... la luz los engaña, los acaricia, permite que se vean imágenes insospechadas… algo que a veces también se ve en las fotos, algo que casi sin viento, con una temperatura muy agradable deja que te relamas con lo que vives y así, tras volver nuevamente a nuestro primer destino, cuando la noche era casi realidad y la temperatura era un tanto insostenible … al calor de una estufa que era una llar de foc de baja intensidad hacíamos tiempo para ir a cenar a una Pizzería. 
Tras cenar entre risas y buenas caras simplemente hemos ido acabando el día, un día fantástico y maravillo preludio de lo que al día siguiente nos aguardaba.



Domingo.

La noche encalmada se ha despertado. El movimiento de alguno de los componentes que en un lapso de tiempo no puede esperar más… ha producido ese ruido característico que recuerda a lo que sucede en los albergues del Camino. 
Ya se sabe que no todos entienden el descansar de la misma manera y así ha sido: cada uno hemos ido apareciendo en el comedor en su momento.

Las risas han dado paso al alborozo puesto que las bromas sobre los sonidos de la noche nos han acompañado en parte de la mañana y es que siempre habrá quien piensa que es mucho o nada lo que puede roncar el compañero próximo. Pero de lo que no hay duda es que ese siempre es un tema que te lleva a la risa y a la broma al tiempo.

Sin prisas y al ritmo de cada cual hemos ido completando el ritual: Repasos de ropa, repasos de bártulos y poner todo en orden.
En la mesa una luz tenue, en los ojos el brillo que anunciaba más de lo de ayer, alguna risa sin más producto de los pensamientos..  muchas sonrisas que tenían su origen en el buen ambiente y conforme nos íbamos acomodando y algún toque mecánico a alguna de nuestras compañeras con ruedas nos ha permitido que todo fluya sin más problema.


Remontando una carretera señalada con el nombre de “Els ports” hemos llegado a un área de servicio donde en una mesa redonda de piedra, con agua y calma alrededor, nos hemos preparado convenientemente al calor de una parte de la comida que nos sobró ayer para proceder a discurrir respecto a lo que alguien ha señalado como la puerta del paraíso... Una puerta envuelta en vegetación que a modo de túnel te transportaba al paraíso y ese no era otro que acompañar a un río por un barranco grcias a una senda que en ocasiones nos ha obligado a poner pie a tierra. 

Es el barranc de Els Estrets.


El cruce y la coincidencia con paseantes nos ha hecho extremar la prudencia y observar lo difícil que puede ser, en determinados momentos, el compartir espacio en la montaña.


Cuando, semejante barbaridad ha finalizado y tras superar algún escollo más que sorteamos caminado junto a las bicis hemos dado buena cuenta de un vermutillo y alguna cerveza artesana en Arnés.


En Arnés hemos debido de reparar alguna avería inesperada y ello nos ha hecho que debiéramos poner en valor la velocidad y la fuerza del grupo para rematar la mañana en un restaurante de Horta de Sant Joan donde los ánimos ya estaban desbocados y es que en realidad lo vivido nos ha hecho incluso perder un poco las formas… 
Era tan grande el alborozo que estábamos exteriorizando que nosotros mismos nos hemos tenido que regular un poco…

El resto, tras la comida ha sido un bajar… bajar sin más pero con ganas... puesto que el tiempo comenzaba a jugar su papel y veíamos que también quería su protagonismo y nos enseñaba su limite… así que , con tal de superar ese penúltimo escollo, el grupo daba pedales con fuerza luchando contra otro contratiempo que se le ha sumado: el viento en contra…

Pero nada parecía poder con el grupo que ha llegado a tiempo de volver a ver casi de noche a su río esplendoroso que no da ni tiene tregua y poder inmortalizar nuevamente ese momento.

La despedida no ha sido tal puesto que todos sabemos que pronto, muy pronto, nos volveremos a ver.

fotos...
l
as justas.

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Quiero agradecer la labor de Paco.

La de sus grandes amigos que nos han acompañado, alguno con menos tiempo del que hubieran querido disponer.

La de dos máquinas, que con sus dos máquinas de carbono... mal no se lo han pasado.

La de Lluistrell que ha trabajado incansablemente...

Resaltar el esfuerzo de Zuzu que el domingo debía de volver para ir a trabajar pero allí estaba el sábado.

Resaltar la paciencia de Elena

La sonrisa perpetua de Xavi al que a veces llamo Luis ..... (me parto)

La templanza de Ramón

La alegría de Juan

La discreción del otro Paco y su amigo Luis

y el buen hacer de todos.

Gracias a todos.

PD. Tan solo nos ha faltado "un feo" al que hemos echado de menos.

También a otros cuantos amigos de esto de la bici.


6.- La Segarra, tercera parte 15/3/2015.


Tras dejarme la cámara de fotos en casa y hacer una nueva salida en "petit comite", esto escribí.

El viento frío de norte nos acompaña en una Cervera un tanto desangelada, el barrio en el que desayunamos el año pasado y en el que hoy hemos coincidido sigue igual como lo dejamos la última vez, es un barrio nuevo un tanto artificial.

El futuro es un espacio inexplorado en el que no sabes que te aguarda.

Lluis en esta ocasión había organizado una ruta provista de dos ingredientes que los tres componentes de la quedada íbamos a degustar: una parte del recorrido conocido y otro desconocido, como ese futuro del que os he hablado.

Tocando el mínimo asfalto posible, el oeste es nuestro horizonte matinero. En ese horizonte las pequeñas poblaciones de la Segarra son pequeños ocasos frente a la explosión de la naturaleza que, teñida de rosa, de blanco, y de una multitud de verdes, tapan como el sol de la tarde el contorno de esos pequeños pueblos que al atardecer son acariciados por una luz tenue y dorada que arrebata, tan solo en esos momentos, la belleza de la llegada de la primavera.

Ha llovido en la ciudad de Barcelona, pero no parece que eso haya sucedido en la Segarra. El Sió canta lentamente y sigue mandando vida hacia el Oeste hacia donde nos dirigimos.

Los pueblos se suceden como una letanía. Pueblos en lo alto que ya nos son familiares… 
Castellnou d’Olugues, Malgrat, La Prenyanosa eran hasta el año pasado unos perfectos desconocidos a la orilla del Sió al que reseguimos tranquilamente hoy ya no lo son.

Tarroja, Sedó, Riber son otras poblaciones cuya característica común es la del silencio y la soledad en un día en el que el único sonido, amen del que producen nuestras monturas y sus ruedas, es el viento…

Concabella, bien merece un alto y nuestra atención, que Lluis como maestro de ceremonias gestiona suave y lentamente… 
Una subida, una parada, una foto, el paso bajo un arco de piedra, otra foto a esa construcción que dice mucho sobre la historia de los hombres… o esa puerta de madera que recuerda un pasado esplendoroso… 

Todo ello es otra letanía que sigue sonando.

Les Pallargues da paso a otro conjunto de pueblos que comparten el apellido del rio al que seguimos acompañando… 

Los campos se mecen lentos y suaves al compás de un viento frío y contemplativo que señala el horizonte del que proviene. Allí se ven unas nubes amenazadoras… que impiden ver el pirineo nevado que, inmenso, se oculta tras ellas.

Y por fin llegamos a Agramunt… población que está de moda no por las viandas que hemos comido allí sino por el turrón artesano, que aquí, en Cataluña le hace o intenta hacer sombra al Alicantino.

Pero la verdad es que nos ha costado marchar del restaurante: la conversación, los temas que íbamos tocando nos lo impedían..

Una quedada de tres es como una reducción al Oporto… algo de la esencia sobre lo que fue aquella explosión de la semana pasada a la hora de comer…

Tan solo nos quedaba volver y volvíamos con el viento a favor. 
Lluis nos tenía preparada esa otra parte del futuro desconocido…

Movido en gran parte por la intuición, la posición del sol y la cordura hemos recorrido campos, caminos que parecían recién abiertos, buscando una visión que sabíamos que tarde o temprano aparecería como así ha sido, buscando pequeños pueblos escondidos cuyo nombre a veces se nos ocultaba y otras lo deducía nuestro maestro de ceremonias…

El pueblo natal de Manuel de Pedrolo, Araño, es una joya por descubrir, que responde a una forma de entender la construcción de estos pueblos: 
Amurallados o encastillados. 
En el castillo de Araño parece ser que durmió Napoleón en su retirada hacia Francia…

Pequeños pueblos que forman un patrimonio algo olvidado, algo decadente, muy poco valorado…

Reflexionaba sobre todo ello, miraba y pensaba en esas balconadas prácticamente deshechas y en sus historias que miraban al pasado, que encaran el futuro sin mucho que ofrecer, que ocultan lo que fueron puesto que solo enseñan lo fácilmente visible…

Y así, creyendo estar cerca pero lejos, bordeando una población alargada en el horizonte que conforme te acercas parece alejarse… íbamos dando firmes pasos hacia Cervera mientras el sol se ocultaba en el horizonte tras las nubes que seguían amenazadoras queriendo mandar un mensaje al cerrar el circulo de la bóveda celeste.

Junto al ferrocarril, en un bar, habían cinco mesas ocupadas. En todas y cada una de ellas había una persona, cinco hombres mirando un mismo punto que brilla y en el que se sucedían imágenes mientras brama sonidos… a eso le llamamos televisión.

Que ocurre en este mundo de soledad?

Nosotros seguíamos en nuestro particular mundo; en el del silencio, en el del ruido de nuestras ruedas, en el de la caricia del viento, en el del paisaje que grita, que reclama que te quedes con el, en el del agua que brilla mientras fluye, en el de la roca dorada que pide futuro…

La noche se acerca mientras las luces de los coches que circulan por la autovía decora las caras de los que subidos en un artefacto motorizado van camino de su destino que no es otro que el de cada día...

Dime: que futuro imaginas, que futuro crees que te aguarda.

las fotos no son mías .... 


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7.- La Segarra, cuarta parte. 28/03/2015




Mientras conducía camino de Cervera pensaba en el grupo... una docena de foreros es muy numeroso y no siempre es fácil que las cosas salgan bien... y ello a pesar de disponer del maestro de La Segarra con las ganas que le pone siempre...

Es Lluís un poco Italiano. En un momento del recorrido se me ha acercado y me lo ha demostrado; de el salen gestos y expresiones Italianas... es tal la pasión que siente por Italia como por La Segarra, de hecho me ha hecho saber que tiene pensado volver en cuanto pueda a ese su también país del alma.

Llegaba tarde, ese es el problema de tener tiempo... las 9h30 era la hora de la cita y eso es muy tarde para quien sin despertador abre los ojos horas antes, con suma calma he ido preparando todo... con suma calma hasta darme cuenta de que llegaría más tarde de lo que hubiera querido llegar puesto que había que hacer una pequeña modificación en una de las bicicletas y habíamos quedado que la llevaríamos a cabo antes de esa hora en la que habíamos quedado...

Reunido el grupo en el aparcamiento donde habíamos quedado, un jovial Paco con su compañera nos recibe junto a su autocaravana con café y pastas.... 
Hay alguna forma mejor de empezar el día?

Hombre ... mejor es posible pero lo que si que se es que es una alegría el reencuentro con cada uno de los componentes del grupo, de la presencia del otro Lluís, de poder conocer a Marta; una ciclista con mucha madera en sus piernas... del reencuentro con aquel ciclista callado de Polinya, de nuestra Elena que parece haber disfrutado un montón, de Jordi del que se adivinan golpes de humor muy buenos... en fin: del encuentro con todos.

Pero si a todo eso le añades lo del café y las pastas...

En esta ocasión la Segarra nos ha recibido con ganas en un día claro y luminoso que lentamente ha ido cambiando con la aparición del viento y algunas nubes...

El sol quemaba de entrada nuestras pedaladas y Lluis, nuestro guía que siempre se deja algo para enseñarnos en nuevas ocasiones tenía previsto algunas cosas....

En realidad no tenía previstas tantas cosas como conceptos... Tenía en mente era enseñarnos algunos puntos clave que marcan esta maravillosa zona.

Mas Suau es y representa una parada con encanto... tras dirigirnos inicialmente al Este hemos vuelto por nuestros pasos pero no por Cervera sino cerca, nuevamente, de ese río oculto que da vida a la Segarra: EL Siò...

Y los pueblos han comenzado a pasar una vez más como una letanía...

Pueblos que parecen en algunos casos desiertos, que guardan historias de antiguas fronteras, que precisaban en su momento defenderse de enemigos que iban cambiando con los años pero no por ello resultaban menos peligrosos...

Todo ello desembocaba en el pueblo que ostenta algunas de las curiosidades más llamativas: Concabella.


Allí hemos podido ver una muestra de la historia pasada y reciente de la zona. Una espigada guía, mientras ejecutaba un ligero baile, explicaba y desgranaba capítulos de ese pasado en el que no era difícil pensar como podía haber afectado a una población de trescientos habitantes aquellos más de mil presos traídos desde Barcelona... esa era una parte de la historia... Fueron traídos desde la cárcel modelo para construir trincheras en aquella guerra insufrible del siglo pasado... sobre la que aún no estamos sanados.



El Castillo tenía, además, unas exposiciones cuyo máximo exponente era la dedicada a Manuel de Pedrolo, personaje que murió a finales del siglo pasado y autentico artista polifacético comprometido con lo que ahora es "la causa", personalmente me ha recordado, salvando su perfil político, a otras figuras de la época en las que existía lo que llamo unas ansias por vivir.


El grupo, ha debido de echarle algo de imaginación para encontrar un lugar donde comer que reuniera el equilibrio entre: no estar al sol, estar al resguardo del viento y que fuera tranquilo...

Hemos ido a parar junto a un castillo fortaleza de propiedad particular. Allí el ritual de ver como salen viandas y bebidas de las alforjas ha sido un espectáculo...


Elena, que se va soltando conforme nos va conociendo, nos ha dado un recital de lo que es la alegría y le ha puesto bastante teatro. La verdad, entre el vermut traído ex profeso desde Reus por Jordi y los caldos, increíbles, de diferentes denominaciones de origen y las viandas de todo tipo... la cosa era para hacer teatro y lo que se terciara en lo que era una fiesta.


Nuevamente en marcha el sol declinaba y ofrecía señales doradas en las piedras, en los campos y en el horizonte.


El canal construido en la comarca y que la atraviesa no parece que le pueda dar vida puesto que por motivos que se me escapan, más allá de los políticos, no parece que los habitantes de estas tierras puedan aprovecharlo y eso para mi era y es una poderosa llamada de atención.


El castillo de Araño es espectacular... una verdadera joya de piedra... allí hemos recibido una pequeña lección de Ramón.

Ramón es esa persona tranquila a la que debes de prestar atención cuando habla puesto que no gasta las palabras, si eso ya sucede en general hoy ha sido toda una leccion que tenía nombre propio: El método Harris.

Que en su boca parecía magia si bien en resumen y burdamente se trata de una herramienta que permite describir la sucesión en el tiempo de lo que se ve en la arqueología en un yacimiento.



Lluís, Paco y el otro Lluís de Polinya nos han tenido que dejar puesto que tenían cierta prisa por volver.

Hemos ido a ver unas piedras cuya foto, en su momento, llamó la atención del "Pollo" (forero de Miami Playa) que nos estaban esperando en el casal de Cervera. Andreu, que venía nuevamente con su super Felt de carbono, ha aprovechado para mostrarnos sus habilidades escaladoras... y a fe mía que las tiene...

El tiempo iba jugando su papel y poco quedaba que no fuera volver a recorrer esos caminos solitarios, esas carreteras en las que lo que parece extraño es cruzarte con vehículos hasta el cruce donde hemos tomado la carretera que viene o va a Andorra. Allí si que había transito, un poco más tarde las risas acompañaban a las cervezas y unas y otras nos conjuraban para un nuevo y próximo disfrute.

las fotos


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8.- Amaia


Amaia es esa persona que me hizo un regalo cuando salía, en una ocasión, la sexta, de viaje camino de Santiago.


Amaia es aquella persona con la que coincidí en La Segarra hace años...

Amaia es aquella persona con la que coincidí en su Navarra natal Camino de Santiago...

Y en eso estamos: en coincidir donde sea y donde nos lleve el destino.

Amaia es una joya del foro de Rodadas, colaboradora de una revista que ha dejado de publicarse: Pedalibre. En un momento determinado encontró un articulo que no fue publicado en la revista y decidió publicarlo en Rodadas con el título de.

Cuestión de Matices

esto escribió:

Definitivamente, ese día se había levantado con el pie izquierdo. Tenía prisa por entregar un trabajo, pero para terminarlo necesitaba unas piezas que le tenían que llegar por correo. En cuanto llegó el aviso de que el paquete ya estaba en la oficina de Correos del pueblo de al lado, se montó en el coche, intentó arrancar y, zzzzz-zzzzz-zzzzz… El motor hacía un ruido extrañísimo, el mismo que, en menor medida, hacía desde un par de semanas, ¡mira que le había dicho su mujer que tenía que llevarlo al taller! Mientras seguía intentando que el motor arrancara se imaginaba lo que le iba a decir Bea, “te lo dije, pero claro, como nunca me haces ni caso”.

Y lo peor no era eso. El taller de Josetxo estaba cerrado, la boda de una prima tenía la culpa, los autobuses de línea habían elegido ese día para hacer huelga, “mierda de crisis”, pensó, y entre sus pocos vecinos no había nadie disponible para llevarle al pueblo de al lado. No, no era su día…


- Papi, ¿de qué color pintarías tú este árbol?
- Pues verde, hija, ¿de qué color lo vas a pintar?, y déjame de tonterías, anda, que bastante tengo con lo que tengo.

No sabía qué hacer, necesitaba esas piezas cuanto antes, incluso se planteó ir andando a la oficina de Correos, pero estaba a doce kilómetros, tres horas de ida y tres de vuelta, bufff… Entonces se le ocurrió una idea, ¡la bici de su hijo! Le venía un poco pequeña, pero tras subir el sillín se dio cuenta de que podría pedalear sin problemas.

- ¿Pero qué haces con esa bici, no tenías un montón de trabajo?
- Sí, pero tengo que ir a Correos a recoger unas piezas y el coche no arranca.
- ¡Te lo dije, pero claro, como nunca me haces ni caso!

Mirando al cielo ante el comentario de su mujer sacó la bici a la calle, se montó en ella y comenzó a pedalear. Doce kilómetros, eso no es nada. Hizo sus cálculos, si en el Tour hacen medias de 48 km/h, él podría ir sin problemas a 36 km/h, lo que suponía que en veinte minutos se plantaría en Correos, vamos, que en tres cuartos de hora estaría de vuelta en casa.
Sin embargo las cosas no resultaron tan fáciles. Nunca se había dado cuenta de que esa carretera era cuesta arriba, pensaba mientras resoplaba sudoroso, ¡en coche parecía llana! Hacía veinte minutos que había salido de casa y todavía no había hecho ni la mitad del recorrido. En ésas estaba, distraído pensando en sus cosas, cuando le adelantó un coche a escasos cincuenta centímetros de él.

- ¡Eh, imbécil!, le gritó, ¿es que no has oído hablar del metro y medio de distancia?

“Es increíble el poco respeto que nos tienen a los ciclistas”, pensó. Este pensamiento le hizo sonreír, “anda queeee, llevo apenas siete kilómetros pedaleando y ya hablo de los ciclistas en primera persona”. El adelantamiento peligroso en vez de ponerle de peor genio consiguió todo lo contrario. Todavía con la sonrisa en la boca decidió que no pasaba nada por parar cinco minutos a descansar un poco. Dejó la bici apoyada en un precioso roble y se sentó recostándose en su tronco. La verdad es que el día era precioso, azul, con las nubes justas para dejar bonito el cielo, y con unas luces que a esa hora del día (todavía era temprano) le daban al paisaje unas tonalidades espectaculares. “Nunca imaginé que podría haber tantos tipos de verde”, pensó. El zumbido de una abeja le sacó de su letargo, “¡madre mía, si llevo aquí sentado un cuarto de hora!”.
Con nuevos bríos se volvió a montar en la bici y, viendo ya su destino en el horizonte, siguió pedaleando a ritmo tranquilo.
Una vez tuvo su ansiado paquete bien colocado en el portabultos de la bici, emprendió el camino de vuelta a casa. Con inmenso placer se dio cuenta de que lo que a la ida era subida a la vuelta era bajada, ¡quién lo hubiera imaginado! Le encantó esa sensación de velocidad que le daba sentir el viento en la cara. Miró el cuentakilómetros para confirmar que estaba volando: 29 km/h…” ¿29 km/h? ¡Pero bueno! ¿Cómo demonios hacen los del Tour para conseguir esas medias?, me parece que debo entrenar un poco”, pensó.
Esta vez sin paradas, en media hora hizo el camino de vuelta. Entró en casa sonriente, orgulloso de su gesta, pero no vio a su mujer, él que quería presumir un poco… La que sí estaba allí, en el mismo sitio donde la había dejado, era su hija. Se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla.

- Verde oliva, cariño, ese árbol deberías pintarlo de color verde oliva.


Leí su articulo, del cual ella posteriormente señalaría que "La historia pretende explicar cómo una simple bici puede hacerte ver las cosas con otra perspectiva..."

y me animé a darle continuidad.


Descansaba en el sofá tras la comida… le quedaba un montón de cosas que hacer en el coche pero su mujer ya se lo había dicho durante la comida…

-Estás extraño… te brillan los ojos.
-No es nada Bea, tan solo pienso y río por dentro.
-Y eso no es extraño?... voy a la cocina un momento.

Fue en el preciso momento después de comer cuando hizo lo que a ella si le pareció extraño: quedarse en el sofá en lugar de ir a trabajar bajo el coche…

Cerró los ojos al son de una letanía que se perdía en el horizonte y poco le costó dormirse…. Los 24 km de la mañana le pasaban de esa forma factura; ese fue su ultimo pensamiento antes de empezar a soñar.

....Sobre una bicicleta iba tras el pelotón… el, que había dejado de hacer deporte hacía años… más años que los que tenía su hija... había vuelto por sus fueros juveniles cuando competía con aquellos amigos de su edad, cuando cualquier salida en bicicleta no era otra cosa que otra aventura…

El…

El iba tras aquellos coches cargados de bicicletas desde donde unos extraños le miraban mientras seguían a aquellos esforzados muchachos que agrupados iban devorando km.

El que no tenía más fondo que aquella salida hasta la oficina de correos del pueblo vecino… estaba a punto de realizar un sueño: pasar del sofa de casa, de verlos en aquella pantalla, a ser el protagonista de aquella etapa…

En su mente empezó a sonar un carraspeo, algo le zarandeaba, a continuación… un segundo más tarde, sentía como unos labios besaban los suyos…

Fue en ese momento cuando le pareció que se le abrían los ojos, sentía el peso de su mujer sobre su cuerpo y escuchó una frase que se iba repitiendo en su mente.

Sabes que te quiero?


pero tampoco me convencía ese final y decidí continuar... mezclando pasado y presente, creando una historia algo diferente...


Ella hizo aquel gesto preciso que años después le trasladaba a aquella imagen de la playa en la que de entrada tan solo vio aquel bikini con cuadraditos finos y grandes…

Ella se colocó delante de el y el a continuación solo veía aquel pelo rubio y sus hombros… y recordó la pelota de aquel crio que lo cambió todo puesto que tras el pelotazo sin consecuencia, salvo el grito, y las risas posteriores al pelotazo... el se interesó un poco más en aquella curva que más allá de los hombros se adivinaba bajo el bikini…

pero no fue eso…

fue el cuello en aquel gesto que años después… tras despertarse en el sofá volvía a ver y a recordar.

El volvía a maldecirse por tener aquellas manos cortadas por reparar aquel coche que se empeñaba en averiarse una y otra vez y no sabía que a ella esas manos le encantaban y que pensaba en que le hubiera gustado tener más cuerpo para tantas manos…

El olor conocido se hizo más suave y dulce que de costumbre

Las risas de sus hijos les transportaron a la realidad tiempo después

Cuando la noche quería ganarle la partida al día el se encontró asomado a la ventana porque allí, en su jardín, había algo que parecía mandarle mensajes…

La luz reflejada en aquel objeto impactaba en sus ojos mientras sus manos sostenían una taza de te.

Era el cuadro de aluminio de aquella bici, la de su hijo… el mismo que le había dicho sin que el escuchara nada…

-Papa, que hacen esas cajas de repuestos en el recibidor?

El tan solo veía y descifraba aquellos simples mensajes…

Aquí estoy esperándote
Tan solo quiero realizar una aventura
Nuestra aventura
Tu aventura.



Intervino, en esos momentos otro forero: Leonardo...

Leonardo realizó hace años un viaje en bici de aquellos con el que no puedes quedarte indiferente: desde Valencia a China...

Con Leonardo coincidí en otro viaje en el que yo volvía a mi casa desde el sur... Leonardo me hizo un retrato con una técnica de la cual es un maestro.... así que introduje algo de el en la historia que estaba escribiendo.

También introduje algo que una mujer me explicó en una ocasión: como imaginaba anunciar a su marido la llegada de su hijo...


Como en tantas ocasiones aquella noche abrió una vez más los ojos. El sabía que no era aquella luna llena quien provocaba que los abriera, tan solo es que no dormía bien, se levantó como en otras ocasiones y fue a beber un poco de agua…

Miró por la ventana de la cocina y allí estaba impertérrita. La luz de la luna le daba un aspecto fantasmagórico de extraña quietud… la sensación que le produjo le trasladó al pasado cuando conoció a Bea, el era un forofo de aquella forma de fotografiar tan antigua, con aquellos líquidos de plata, con aquellas exposiciones tan largas…

Recordó como le hacía posar a la que luego sería su mujer, le pedía que se vistiera con ropas antiguas para que aquellas fotos en blanco y negro parecieran aún más reales….

Subió al desván donde encontró aquel baúl que abrió y allí estaban las fotos que a la luz de aquella bombilla parecía que le llevaban más allá del pasado. Cientos de fotos realizadas con aquella técnica al colodión húmedo y en muchas de ellas aparecía una Bea que se le antojaba casi adolescente.

Se fijó en una muy concreta. Todas las demás, a la luz de aquella foto, parecían oscurecer…

Bea junto a su BH, que el recordaba que era roja, de barra baja y ruedas coloreadas en banco por los laterales… se fijó especialmente en un detalle de la bici… aquel protector de la cadena que creía recordar blanco si bien en la foto no lo parecía.

Y algo se le removió.

En aquellos años a la que ahora era su mujer le proponía salir en bici, hacer excursiones… su insistencia se veía adormecida por el ímpetu de los estudios, de las aficiones, de los amigos y se preguntó en voz baja si no había sido un tanto egoísta.

Le asaltó un último recuerdo que había quedado olvidado en su memoria…

Como su mujer le anunciaba la llegada del primero de sus hijos….

Como se encontró aquella otra bici que era la suya en el comedor de la que desde entonces era su casa con una silla de niño instalada en aquel cuadro.

Unos instantes después se introdujo entre las sabanas hasta situarse a esa distancia que solo saben calcular los matrimonios.... A esa en la que sientes el calor del otro sin que este sienta el frio de tu piel e intento dormirse sin conseguirlo.

No podía apartar de su mente ni la imagen de la bici de su hijo iluminada por la luna ni aquella fotografía de aquel color blanco y negro lunar.
Pensó en el pasado... en como su mujer animó a su hijo a aprender a montar en bicicleta y como el, en un gesto que creía de protección, en cambio desanimó a su hija de hacerlo.
Así fue como en lo que parecía más una ensoñación que una realidad le llegaba a su mente una revelación.


Pero la historia debía de tener un final y a ser posible un final feliz... Amaia y su articulo lo merecían.


Tengo un plan.

Ese fue su primer pensamiento cuando abrió lo ojos. En el desayuno se comportó con naturalidad si bien sabía que preguntas debía de realizar y como debía de plantear las cosas para que su plan funcionase.

Bea, acerca tu a los niños al autobús, yo me quedaré con el coche, lo llevaré a reparar y los recojo a mediodía...

Poco costó que los niños dijeran la suya...

-Yo salgo a la una le dijo su hija.
-Yo estaré en la casa de Matías con su hijo... sabes donde es? le pregunto su hijo.
-Si, le contestó, sobre la tienda de bicicletas de su padre -no?-

Asintió el niño mientras su mujer se afanaba con el desayuno.
Poco le costó arreglar el coche y menos aún azuzado por todo lo que tenía que hacer ese día.

La besó como cada día si bien a ella no se le escapaba que aquel brillo permanecía en sus ojos...
Se acercó sin pasar por el taller a la tienda de Matías que acabada de abrir.

-Me tienes que hacer un gran favor, fueron sus palabras.
Matías que lo tenia en consideración acabó, tras escucharle, la conversación con dos frases:
-Haré todo lo que esté en mi mano, eres una gran persona.

Tranquilo se fue al taller con el coche tan solo a pasar las horas y poco más puesto que al coche, el lo sabía, no había que hacerle prácticamente nada.
Era la una de la tarde y su plan podía ser un éxito o un fracaso cuando recibía a su hija que, más feliz de lo normal por tan solo verlo allí esperándola, se echaba en sus brazos. Al fin y al cabo no era lo habitual que su padre la fuera a buscar a la salida del colegio.

La risa se transformó en llanto cuando llegaron a la tienda de Matías y su padre tan solo le dijo una frase:

-escoge la que quieras-

La sorpresa fue para el puesto que la niña la tenía muy vista, tan vista como deseada, no tardó ni medio minuto en escoger... el plan tenía una variante de sorpresa puesto que poco podía imaginar que su hija había aprendido a subir en bicicleta a escondidas de el.

-No te enfades papa, me la dejaba mi amiga en el parque y siempre iba con mucho cuidado.

Con su hijo lo tenía más fácil, el siempre le había hablado de la bici de su amigo -el hijo de Matías-  

Decia: Esa bici es la mejor....

Cuando horas antes se lo explicó a Matías padre este negó con la cabeza, los dos sabían que era la mejor que podían tener y ante esa circunstancia los dos comprendieron instantáneamente que la amistad de sus hijos iba a dar un vuelco.

En cambio la que iba a ser la suya no fue difícil de elegir, eso tan solo lo puso en manos de Matías.

Escondidas en el maletero del pick-up reposaban tres bicis nuevas.

Su hija era cómplice de su padre cuando fueron a buscar al tercer componente de la familia que ajeno a todo lo que sucedía se negaba a marcharse de la casa de su amigo.

Su hermana tan solo reía y su padre, ante la extrañeza de su hermano por tanta risa, le enviaba miradas cómplices a través del retrovisor...

Ya estaba a la vista su casa cuando paró el coche...

Su hijo le preguntó...

-Porque paras aquí papa.

He oído un ruido en el maletero no os bajéis.

Fue su respuesta.

Unos minutos más tarde el plan parecía consumarse cuando vio como una furgoneta blanca se acercaba lentamente a su casa.

Niños, venir.... no era una orden... era un dulce susurro que tenía continuidad en risas, gritos y llantos... de alegría.

Ajustaron las bicis como pudieron y se dejaron caer ladera abajo...

La furgoneta había dejado su carga...

La imagen de Bea, era cada vez más precisa ... con su mano sostenía una bici roja.



PD. Yo Juraría que tenía un guardacadenas blanco si bien.... no lo puedo asegurar.



9.- L'Anoia. 18/4/2015


En una ocasión escribía algo así como que el verde Gallego no era como el verde Asturiano. Estaba de viaje y lo comprobaba en aquel paso de una comunidad a otra junto al rio Eo. Esa obviedad es una realidad que se puede comprobar con tan solo ir allí...

Hoy, al igual que entonces, l'Anoia nos demostraba que el verde de La Segarra no era su verde, que el suyo, el de l'Anoia, era otro verde... un verde diferente teñido de amarillos, un verde chispeante que no por no ser tan abundante como el de La Segarra no dejaba de ser bello. 

L'Anoia nos recogía dulcemente, nos demostraba que ese altiplano en medio de dos llanuras no necesariamente dependía de ninguna de ellas y que tenía golpes escondidos que nos iban sorprender y a disfrutar...

Tras tomar alguna cosa en aquel bar de Jorba, donde paraban aquellos autocares, los fines de semana, cargados con militares noveles o veteranos que estaban haciendo la mili, en aquellos años algo grises, en los que aún no existía la autovía que debiera comunicar las dos ciudades más importantes de esta parte del mundo llamada España... hemos iniciado ruta.



Hoy éramos cuatro... y ninguno teníamos la edad para hacer la mili. El bar que hemos visto tan solo es una sombra de lo que fue y nadie en el pueblo parece acordarse de aquellos autocares, del tráfico tremendo que pasaba por su población ni de nada que no sea respirar una quietud sosegada.

Lluistrell tenía ganas de enseñarnos algo diferente y sorpresivo con una variante sobre otras quedadas que enseguida hemos observado... Lluistrell abarcaba una tranquilidad que en el se nos ha antojado extraña y que rápidamente hemos entendido.... La gestión de un grupo de cuatro se puede llevar a cabo con más tranquilidad que la gestión de un grupo de doce...

En ruta la sorpresa no ha tardado en aparecer puesto que a la salida de Jorba, con una rapidez inusitada, la ruta te adentra en la naturaleza por un sendero prácticamente PLANO... que resigue un cauce al que cruza y se divierte con el en varias ocasiones, un comentario unánime ha acompañado ese inicio: ese sendero podría ser una vía verde...

Mas adelante iniciábamos una subida sostenida que nos llevaba, en primer lugar, a un conjunto arquitectónico formado por un castillo, una iglesia y una fortificación. 

Allí hemos realizado una parada.

La primera sesión de vistas ha sido el primero de los disfrutes en una zona desde la cual el macizo de Montserrat y el de la Mola estaban visibles.

El perfil seguía subiendo a unos molinos que enfrentaban al viento y tras ellos Lluistrell nos ha enseñado uno de sus lugares preferidos: una piedra plana que ofrece acomodo, seguridad y silencio... 

Desde allí era fácil comprobar lo cerca o lejos que puede estar todo... lo fácil que es soñar futuro e incluso ver la vida que se esconde en la mente...



Pero era evidente que nos esperaban más sorpresas. Y así sin guardar más tiempo que el necesario hemos continuado por las indicaciones que nos llevaban a Castellfollit del Boix.


Un pueblo escondido nos obsequiaba con una mesa, con unos bancos y un lugar donde descansar y lo mejor... limpio, suave, preciso... Allí hemos extendido la comida que llevábamos, allí hemos descansado tras comer y mientras Elena y Lluistrell se relajaban un momento he podido revivir por momentos una escena conocida: la de una quedada en la que Lluis y yo íbamos a buscar unas bebidas... en aquel momento eran cervezas... hoy era un te y agua.


Un poco más tarde hemos ido a buscar el asfalto por donde nos hemos deslizado a la busqueda de Odena, allí hay un restaurante (Cal Frare) que frecuentaba en tiempos pasados y al que se accede desde otro lugar al que conocía desde que han realizado una carretera. Esa nueva carretera nos ha permitido surfear las curvas de lo que era la antigua carretera y desprendernos un tanto de la tensión que siempre genera ir por donde van la mayoría de los coches... 
En la bajada Lluistrell ha tenido la oportunidad de ver un ciervo.


En Odena un recuerdo para Odenenc, su tándem, su mujer... también hemos parado para llevar a cabo el arreglo de un pinchazo...

Mas allá estaba Igualada y si entrar a su casco antiguo hemos ido a la búsqueda, un tanto accidentada, de la antigua nacional IIa cuyo referente era el Hotel América que era muy conocido en esa época de aquellos autocares....

Hemos hecho un receso de risas y bromas antes de llegar a Jorba. Hay quien se ha recreado al estilo croqueta y la verdad es que nos hemos reído bastante... En realidad es que somos un tanto payasetes... Elena, menos familiarizada que el resto, lo ha podido comprobar... pero también es verdad que no nos arrepentimos de serlo.... y como payasetes que somos empezamos por reírnos de todo empezando por nosotros mismos.


Tras alcanzar finalmente Jorba, para despedir la jornada, nos hemos dirigido al bar La Gallega, allí frente a unas bebidas, hemos rememorado lo vivido, hemos hecho más planes para el futuro y hemos decidido que al fin y al cabo nos dedicamos a pasarlo bien y que a eso iremos cada vez que nos veamos...

Como no teníamos suficiente incluso hemos comprado pan de verdad y alguna coca para completar un día al que no le faltaba de nada.

Lo he pasado genial y tan solo me queda daros las gracias por todo.

Creo que Elena también lo ha pasado genial, Lluís, siempre discreto, ha estado magnifico y Lluistrell nos ha enseñado su cara más relajada pero sin faltarle ese entusiasmo que contagia y que conocemos poniéndole pasión en lo que hace.

Estas son las fotos de todo ello...


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9.- La Segarra, quinto encuentro. 23/5/2015.





Cuando conocí a Elena, encontré lo que podríamos llamar una persona en apariencia algo fría… El tiempo coloca las cosas en su sitio. Aquella persona en su momento algo distante poco a poco cogió confianza con el grupo y ha pasado a ser próxima… tan próxima que sin ella estos encuentros ya no serian lo mismo.

Creo que con Lluis y conmigo mismo somos los que no nos hemos perdido ni tan solo una de las convocatorias de La Segarra... y en eso estamos.

La mañana mandaba soplos de aire frío que en el llano junto al mar no lo parecía tanto pero unos centenares de metros más arriba no dejaba duda alguna. Un viento algo persistente de norte nos ha acompañado toda la jornada.

En el bar, allí donde quedamos en otra ocasión, nos hemos juntado. 

Julio se había despistado un poco puesto que en su mente se quedó grabado el otro de los bares/restaurantes de la calle principal de Jorba: La Gallega pero todo tiene solución.

En marcha, tras una económica bajada el perfil no da margen alguno y comienza una subida por el Cami de Sant Jaume. Un poco más adelante nos desviamos por una carreterita sin transito y La Segarra se nos muestra con otra cara diferente a la que estábamos acostumbrados: no es solo la sequía de esta extraña primavera, no solo es la media montaña por la que nos movemos, es simplemente que el color rojo, sin ser extenuante, ha cogido el protagonismo al verde que siempre está presente.


El rojo tiene nombre de canción, punteado, algo delicado y mecido por el viento…


Lluis, generoso en el recorrido y en las formas, Julio enseñando un poco más de su vida interior y Elena atenta a todos y cada uno de nosotros han sido una compañía de lujo en un día en el que tan solo faltaba la presencia de quienes deseaban y no han podido sumarse…

y así ha pasado el día.


Tras comer en el Casal de Cervera, en una siempre agradecida terraza, hemos debido de emprender la vuelta y con ella la suave prolongación del disfrute, el disfrute hoy tenía un final de impresión…



Bajar La Panadella a lo que daba la bici era un lujo de esos que no se debe de despreciar y tras ello la llegada a Jorba donde nos hemos conjurado para cuando el estío comience a declinar su fuerza volver a juntarnos.

Gracias por un día de impresión, lo he vuelto a pasar genial.

las sonrisas en las fotos lo dicen todo

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A veces encuentras aunque no busques.


La quedada de Pau (día 1) 20/6/2015


No creo que nadie se ofenda si afirmo que la provincia de Girona es quizás lo más bonito de Cataluña y ello es así no solo en razón a sus pueblos de piedra, lo es también por su mar, su costa increíble que bebe en los fondos marinos y calas de Menorca… pero sobre todo lo es por un paisaje que juega con la belleza, la hace suya y la derrama sin piedad sobre quienes están dispuestos a sentirla.

Ripoll, con su monasterio de impresión, en el que ondea una bandera desde hace decenios que en mi opinión afea un conjunto arquitectónico único, nos acoge en la mañana de una primavera que se marcha de nuestras vidas para ser verano.

En un bar nuestros compañeros aguardan al resto y de esa manera lentamente ocupamos unas aceras en las que diferentes bicicletas de todo tipo forman un mosaico muy variado.


La vía verde que parte de la población nos aleja de la civilización dándose ese caso que tanto me llama la atención: en nada… allí está… La Naturaleza.


Cuando como en esta quedada sucede que hay un grupo de personas que se conocen y otras que no... siempre puedes observar esa mezcla de curiosidad entre unos y otros y como las afinidades afloran con el paso de los km.

Un grupo de quince ciclistas con alforjas de todo tipo iban avanzando ajenos a las miradas de quienes, en esa ruta o en sus cercanías, veían lo que sin duda era un espectáculo: nosotros avanzando tranquilamente.

Llegados al primer punto previsto: el monasterio de Sant Joan. 

Rápidamente hemos comprobado lo que algunos ya sabemos y otros, sorprendidos, han podido disfrutar: la sapiencia de Pau contrarrestada y acunada por Ramón. La única voz discordante era Pepe (es decir... yo mismo) que con tal de que aquella sinfonía no acabara pepe no dejaba de pinchar… quiero decir… de preguntar y cuestionar….


Es así como quien no conocía… pasaba a hacerse una idea de la calidad personal de algunos de sus compañeros de viaje.

Bajo los árboles, a la luz de unos bocatas regados convenientemente, ese juego de entablar afinidades seguía en macha… allí se escuchaba como ya había quien pretendía realizar planes futuros con otros… planes que habían sido embastados con un fino hilo y ahora parecía que se sujetaban fuertemente con hilo de bramante…


Junto al camino y tras una nueva parada para comprobar lo que Pau llama el verdadero turismo rural, el Hostal de Llaers "...donde las bolitas de cabra son autenticas y naturales como todo lo que allí existe…" hemos parado para realizar otro de esos actos que a veces sorprenden a los recién llegados a una quedada y que no es sino un juego de prestidigitación…

De la nada salen botellas de vino… o pastas mimadas en su ejecución… quizás una tortilla de campeonato… allí hay carne empanada… cae del cielo un queso exquisito… todo ello resuelto con panes que como en el milagro se multiplican aquí y allí…


Si eso no existiera habría que inventarlo.

Y tras ese primer disfrute el siguiente: una siesta que ameniza y concluye el acto en el que ya somos un grupo de viejos amigos… 

Pau y algún atrevido ha ido a comprobar la temperatura del agua que en un manantial próximo permite bañarte...

Y ahí lo tenéis durmiendo a pierna suelta...


Enraizado el compañerismo y la amistad evitamos el cenar en el bar del camping…

Así que tras un reparador chapuzón en la piscina del camping, que a uno de nosotros parece no le sentó muy bien... apareció en nuestra mente algo del pasado: Os acordáis del video de Pau?

https://www.youtube.com/watch?v=8fIHMVS2Hdc

(Los garbanzos del Príncipe Hassan. Los garbanzos que gustan a los niños!)

Yo si lo recuerdo y mucho… en el video Pau explicaba un cuento… en realidad nos enseñaba como hacer una delicia con unos garbanzos de manera que un niño creyera realmente que un plato de garbanzos (luengo) era un plato para dioses… Debió Pau de copiar eso de mi madre puesto que yo, amen de otras viandas, soy un ferviente admirador de esa legumbre.

Pero en esa ocasión en el camping Pau no se quedó en los garbanzos, o en las explicaciones….

Con la misma maestría se calzó el disfraz de un “os vais a enterar” y se sacó de la manga un plato de lentejas que no se las saltaba un gitano…

Pero en esta historia, la de todos, sería muy injusto no mencionar a otro artista, auxiliar de enfermería de profesión, llamado Pablo… la criatura nos deleitó con otra maravilla de la ciencia culinaria… algo tan sencillo como delicioso… pasta.

Los números cantan… hay quien se comió un total de cinco platos entre lentejas y pasta y se quedó tan pancho….

Acabábamos en el bar del camping donde unas excelentes anfitrionas, por un módico precio nos atendían como a reyes… hay quien quiso ver algo más en esa atención, pero de broma claro.

Si acababa el día como había empezado, poco podía creer que lo que nos aguardaba iba a ser mejor.

Resaltar de ese primer día esos bosques en los que el sol no llega a su base agigantándose en mi mente las visiones lejanas de los bosques alemanes o más próximas como la selva de Irati.

Sin palabras.


La quedada de Pau (día 2) 21/6/2015


Yo creo que no entendimos bien eso de tener que salir temprano para no coger el sol. Al fin y al cabo así salíamos así subíamos al primero de los puertos: el Collfred que como su nombre indica no era tan caliente como lo teníamos en nuestra mente, si bien allí había algo digno de mención: el paraíso de Pau.


Tan solo debéis de pensar, para imaginar como es aquello, que Pau nos iba diciendo que si le tocara una primitiva tenía claro donde podríamos ir a buscarlo.

El paraje, paraíso de Pau, apenas moteado por alguna edificación rural se llama Ciuret.


Si la subida había sido espectacular, la bajada era apoteósica por los pueblos, muy conocidos, de la zona.


Tras un merecido y muy recomendable tentempié iniciamos la subida a Bracons, famosa para la mayoría por la siempre aburrida disputa política referente a unos túneles.


Bracons resuena a barranco, a valle, a montaña, palabras mucho más entretenidas que la anterior y algo fea de "túnel" y lo mejor… las vistas que la subida desparrama al tiempo que con un calor intenso nos iba pasando factura lentamente de forma que cuando ves unas eses y piensas que aquello parece acabar todavía tiene arrestos para apuntillarte y como en la película recordar aquella frase: ….

Y aquí vas a pagar…


Caer por el otro lado ha sido como un juego de niños en lo que como tales había quien jugaba con la carretera zigzageando con la bici en modo fiesta total.



La tarde culminaba frente a un mantel al son del rugido de las motos… o eran los coches… o tal vez ambos….?

Que más da, nuevamente, como en el día anterior el espectáculo estaba en nosotros, en nuestra charla, en nuestras miradas, en nuestras palabras…

Después tan solo quedaba regresar a la normalidad de la civilización y con ella en buscar una estación de tren desde donde alcanzar nuestro destino en el día… mientras las imágenes, los olores, los sonidos retumbaban en las mentes haciéndoles creer que no habían sido dos días, parecían muchos más.

Tan solo deseo poder, como otros, volver.

Muchas gracias a todos, muchas gracias Pau.




aquí se pueden ver el resto de las fotos:


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12.- La quedada de La Noguera. 24/10/2015


Aún no ha amanecido el día en el que por madrugar me haya arrepentido de hacerlo.

El sábado abría los ojos muy temprano, o eso decían los números que aparecieron en la pantalla azul que iluminaba mi cara:

3 4 5.

Eramos tres los participantes, cuarenta los quilómetros que nos aguardaban y la idea era que en cinco horas nos veríamos más tarde.

La alarma del reloj la apagaba ya duchado y tras bajar en la noche a la calle iba a buscar a Elena quien me esperaba sin verme sentada en un banco de madera mientras la noche terminaba de echar a los jóvenes que se resistían a abandonarla…

Dos horas más tarde llegábamos al parquin del camping “La Noguera” donde dentro de un coche agazapado nos esperaba Lluís.

Un húmedo frío nos asaltaba en un lugar un tanto inhóspito en el que el silencio no se veía interrumpido por esos sonidos que provocan el tintinear de las tazas y los vasos ni llegan los olores conocidos.

Nada se mueve en ese pueblo salvo una furgoneta que parece albergar a dos intrépidos escaladores, por ello, decidimos acercarnos a Balaguer. Allí en una animada plaza –mercadillo incluido- buscamos acomodo y un siempre reconfortante café amen de algo más sólido con lo que alimentar nuestros cuerpos.


Lluís, en esta ocasión, había preparado una ruta equilibrada entre asfalto y camino con claras diferencias a favor de los tacos y los desarrollos por las pendientes y suelos que nos aguardaban. En realidad nada que el mismo no hubiera anunciado en su convocatoria salvo… que el… no llevaba ni tacos ni desarrollos adecuados.

Enfundado en su Tricross nos ha hecho sufrir un poco al final del día en el que algo más de goma hubiera tranquilizado a su rueda trasera…


Pero todo eso, con ser una sorpresa, no ha sido ni la única ni la primera. 

Los que conocéis a Lluis no os sorprenderéis si afirmo que el sábado había otro Lluis entre nosotros… y no es que la generosidad, siempre presente, no fuera en el desmedida, pero… si contenida… Ha disfrutado, o eso me ha parecido, como siempre… pero… con menos ansiedad por comerse esos paisajes de un solo bocado, si esa necesidad de subirse a un árbol o a una piedra, de estar delante del grupo para, un minuto después, estar detrás. Esa forma de disfrute meteórico y monolítico estaba un tanto ausente hoy pero… no os equivoquéis… tal vez el disfrute, el lo sabrá mejor que yo, ha sido pleno.



Elena, que voy a decir, es una mujer con una sensibilidad especial y en la comida, en un requiebro perfecto, se ha interesado por si eso obedecía a algo… para nada, simplemente la tranquilidad, hoy, reposaba en las manos de nuestro amigo que ejercía como siempre de guía, de maestro, de la persona que no solo se había aprendido la lección sino que había hecho perfectamente los deberes.



La ruta, circular. era muy fácil de entender: sube, sube, sube… para, llegado el momento: baja, baja, baja.

Si la subida en algún momento se ha mostrado dura, la bajada, con ser deliciosa, parecía no tener fin.


Al final de la jornada, el sol pugnaba con las nubes que han hecho que el día estuviera un tanto desangelado. Sin embargo la realidad es que las nubes le daban un encanto especial... la luz infundía tapices de blancos mortecinos. En el horizonte sobresalían perfiles de sierras y por encima de ellas había una capa de niebla y humedad siempre presentes. En esa pugna del cielo, un lago de aguas muy quietas nos esperaba para darnos visiones de espejo de lo que estaba próximo a su orilla o muy lejos de esta... en el cielo


El silencio acompañaba a esas aguas tranquilas, el otoño ponía, de esas manera, un broche de oro a imágenes radiantes, magnificas, inconmensurables… una delicia que te atravesaba la retina mostrándote a cada rincón una explosión de imágenes a la que solo le faltaba, un poco, tan solo un poco, más de luz. No obstante ello, las fotos lo dicen todo.


Gracias por un día nuevamente genial.


PD.- Hemos echado de menos, como no puede ser de otra forma, a los que sabemos que hubierais querido pero no habéis podido... venir.

las fotos

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13.- Recorrido con Pacopol. 07/11/2015


El viernes lo hablaba con Paco: la última vez que hice un circuito muy parecido al que íbamos a hacer el sábado fue en el 2009, preparaba en aquellos momentos la transpirenaica… fiel a uno de los principios que seguía entonces que no era otro que hacer con la bici en lo posible lo que luego “cargado” repetiría en el viaje, salía desde el pueblo donde resido realizando alguna de esas etapas de una forma u otra.

Paco había cogido su bici y se había ido a Sant Vicenç dels Horts aún cuando habíamos quedado en Rubi…

La mañana se levantaba tranquila. Tras sonar la alarma habitual abandonaba, tras tomar alguna cosa, mi casa y me iba como es mi costumbre a tomar café, allí en el mostrador me lo han preguntado..

Hoy donde vas? He sonreído al tiempo que alzando la vista sopesaba salir de allí en esos precisos momentos… eran las 7h30 y amanece.


La subida es muy conocida por estos lares, remontas hasta Mas Alba y desde allí te acercas una hora más tarde al monasterio budista, que está cerrado a esa hora, la subida a Begues es igualmente conocida, allí en la rambla frente a la iglesia una hora más tarde estoy desayunando por segunda vez.


La bajada a Torrelles de LLobregat es espectacular. Observo que hay tramos que ahora están pavimentados y ello me va bien por la humedad que existe en la calzada, una vez la pendiente se aminora la velocidad es aún grande y no hay tráfico, más adelante bordeo la población y acabo en la entrada de Sant Vicenc dels Horts…


Miro al horizonte y recuerdo el truco que empleo para llegar al río Llobregat: Haces dos rotondas, pasas la primera de las autovías, la línea del ferrocarril, el río y en la segunda rotonda te incorporas a la dirección que te llevaría a Barcelona, allí hay una señal que lo indica con claridad; hay una gasolinera y está prohibida la circulación por esa carretera a las bicicletas pero… antes de esa incorporación, junto a la gasolinera hay un túnel por el que accedes a lo que es el margen izquierdo del río…


Mas adelante veo el mensaje de Paco que me informa que el está justo por donde yo he pasado hace un rato… hablamos por teléfono y decidimos encontrarnos en la carretera que va hacia Rubí por lo que abandono el río y le espero.


Un maillot verde con tres palabras le espera… es un pequeño detalle que el sabe que le aguarda, el gran detalle no es mío, es de otra persona. Es de Amaia. de la cual ya he hablado anteriormente, que vive allí en la bonita Pamplona…


Nos acordamos de todo eso mientras un ciclista nos hace la foto con los maillots

Subimos a Rubí, seguimos subiendo una cuesta y bajamos a Sant Quirze del Valles que está tocando a Sabadell.

Es el territorio de Paco y por Paco me dejo llevar. Tiempo después llegamos a Polinya, su pueblo y nos dirigimos a su casa donde me presenta a su familia, antes hemos ido hablando de los avatares de la vida y sus consecuencias veo a su mujer y a su hija como personas sencillas, luchadoras, fiel reflejo de lo que parece el… es de una generación luchadora en la adversidad que se ha labrado un futuro a base de sacrificios y esperas... 

Hace algunos intentos para que nos quedemos a comer en su casa pero yo se que si lo hacemos no podré completar el circuito que pretendo realizar y a mi me puede el interés por hacerlo, así que lo convenzo para seguir en ruta.

Tras comer junto al río besos nos damos cuenta de que junto al mar hay niebla... lo que no imaginaba es que es niebla no me dejará tranquilo en el resto de la jornada.

La despedida, con ser emotiva no deja de ser un hasta pronto, Paco vuelve a su casa mientras yo continúo costeando…


Es noviembre pero Barcelona sigue atestada de turistas e intento pasar sin molestar, subo la montaña de Montjuic. Allí en lo alto parece que el cielo da una tregua y me acerco a comprobar como la zona olímpica está perfectamente conservada aún después de tantos años. Bajo la cuesta repitiendo el circuito que hicimos en una de las quedadas del año pasado…



Por la rambla que ha formado la línea 10 del metro, aún por acabar, paso veloz intentando alcanzar el río Llobregat. El día comienza a declinar, más tarde paso por los campos de Viladecans y de Gavá, allí las luces son necesarias…

Por fin, en Castelldefels, decido subir al tren para una vez llegado a Sitges, volver a lo que ha sido mi punto de salida en la mañana temprano…

Paco, atento a o que me aguardaba me envía un mensaje cuando ya estoy en casa y me pregunta por como he llegado y por los km realizados.

Fugazmente pasa por mi mente aquella frase referida a los Rolls Royce…

Potencia?

La suficiente.

km?

los suficientes


las fotos

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esta es la ruta seguida

http://ridewithgps.com/routes/11105500

en wikiloc

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11340977



Seguía creyendo que dejaba de viajar y lo seguía creyendo una vez más. Una vez más me equivoque en la fecha... y seguí pudiéndolo hacer... un año más.