Tuve la suerte de realizar este viaje con la que en esos momentos era mi compañera de vida. Era nuestro segundo viaje que, como tal, hacíamos juntos. Fue un viaje suficientemente largo para catalogarlo como de viaje por España. Al fin y al cabo recorrimos la totalidad de la cornisa Cantábrica y algo más: parte de las rías Baixas Atlánticas hasta Carnota.
Desde Irún hasta Santiago pasando por Muxía.
A Elena no la veréis en las fotos por su expreso deseo.
La publicación del viaje, en el foro, y que ahora recojo en el blog, tuvo los siguientes apartados:
Presentación
etapa 1- Irún - Zumaia 26/07/2015
etapa 2- Zumaia - Lezama 27/07/2015
etapa 3- Lezama - Castro Urdiales 28/07/2015
etapa 4- Castro Urdiales - Santander 29/07/2015
etapa 5- Santander - Unquera 30/07/2015
etapa 6- Unquera - San Esteban de Lieces 31/07/2015
etapa 7- San Esteban de Lieces - Gijón 01/08/2015
etapa 8- Gijón - Cudillero 02/08/2015
etapa 9- Cudillero - Otur 03/08/2015
etapa 10- Otur - Foz 04/08/2015
etapa 11- Foz - Porto do Barqueiro 05/08/2015
etapa 12- Porto do Barqueiro - Cedeira 06/08/2015
etapa 13- Cedeira - Espirito Santo 07/08/2015
etapa 14- Espirito Santo - Carballo 08/08/2015
etapa 15- Carballo - Laxe 09/08/2015
etapa 16- Laxe - Muxia 10/08/2015
etapa 17- Muxia - Carnota 11/082015
etapa 18- Carnota - Santiago 12/08/2015
etapa 2- Zumaia - Lezama 27/07/2015
etapa 3- Lezama - Castro Urdiales 28/07/2015
etapa 4- Castro Urdiales - Santander 29/07/2015
etapa 5- Santander - Unquera 30/07/2015
etapa 6- Unquera - San Esteban de Lieces 31/07/2015
etapa 7- San Esteban de Lieces - Gijón 01/08/2015
etapa 8- Gijón - Cudillero 02/08/2015
etapa 9- Cudillero - Otur 03/08/2015
etapa 10- Otur - Foz 04/08/2015
etapa 11- Foz - Porto do Barqueiro 05/08/2015
etapa 12- Porto do Barqueiro - Cedeira 06/08/2015
etapa 13- Cedeira - Espirito Santo 07/08/2015
etapa 14- Espirito Santo - Carballo 08/08/2015
etapa 15- Carballo - Laxe 09/08/2015
etapa 16- Laxe - Muxia 10/08/2015
etapa 17- Muxia - Carnota 11/082015
etapa 18- Carnota - Santiago 12/08/2015
despedida
Santiago, una vez más.
Ese camino te lleva al futuro, ese camino recto se dirige al sol. Pero cuando el camino es de ida, cuando en el camino no presientes la vuelta... esa es para mi la diferencia entre salir o viajar.
Santiago, una vez más.
Presentación
Ante ti un camino que a lo lejos parece perderse en una recta infinita.
Ese camino te lleva al futuro, ese camino recto se dirige al sol. Pero cuando el camino es de ida, cuando en el camino no presientes la vuelta... esa es para mi la diferencia entre salir o viajar.
Viajar con la bici es lo que he hecho durante años, esos años, ese pasado es como la lluvia que cae y se va perdiendo en los recuerdos por eso y eso hace que tenga sentido reflejarlo en algún sitio según el principio que me indicó una forera "Dar para que nada se pierda" ese dar no solo es hacia fuera, también lo es hacia dentro.
Hace meses, muy pocos meses, algo cambió drásticamente en mi vida. La posibilidad de viajar parecía desvanecerse y así lo anuncié, primero fue el aios a los viajes de invierno y a continuación a los viajes de verano
Hace meses, muy pocos meses, algo cambió drásticamente en mi vida. La posibilidad de viajar parecía desvanecerse y así lo anuncié, primero fue el aios a los viajes de invierno y a continuación a los viajes de verano
pero la vida es eso que va pasando mientras caminamos por ella y nunca dice la última palabra mientras existe en nuestra existencia...
Así que se ha abierto una nueva etapa de esperanza para viajar en ese camino que es la vida.
Es hora de volver a hacerlo, volver donde siempre hay que volver. Allí existe un mundo de agua, que cae del cielo, un mundo de piedras que conforman no solo una ciudad, también una razón de ser, todo eso y más nos espera.
Fue hace años que fui acompañado por otra persona, la que era mi mujer, luego algo más tarde regresé en familia, desde Logroño... para finalmente ir ya solo aún llegando acompañado… eso sucedió en el verano… pero también sucedió en el invierno anterior… y así fui sumando hasta esta, la séptima vez.
Para Elena es toda una novedad llegar de esta manera a Santiago.
En esta ocasión desde Irún repetiremos, en parte, uno de aquellos viajes de invierno. En aquel viaje de invierno y lluvia en el que llegué por sexta vez a la ciudad santa veía y sentía la dureza de aquellos días en los que ni tan solo en uno me escapé de la lluvia a partir de la bonita Pamplona… el cielo estaba permanentemente encapotado, del cielo caía vida, el cielo me mandaba agua purificadora, gracias a ella lentamente iban cayendo capas de suciedad invisibles que me permitieron llegar en las mejores condiciones posibles, que nunca totalmente limpio, a mi destino.
Ahora, esperamos algo muy diferente de todo aquello, del cielo esperamos calor, sol, y también disfrute. Lo sabemos, agosto no es el mejor mes para viajar en bici pero es el único mes en el que podemos viajar juntos este año.
Santiago, la ciudad santa espera que lo hagamos una vez más.
Santiago por séptima vez.
Santiago, una vez más.
Santiago, siempre Santiago.
https://www.youtube.com/watch?v=RsESk0GESxk
Mazzy Star- Into Dust
Santiago, una vez más.
Tras dejar ayer el coche que nos ha traído hasta Irún y disfrutar un poco de la ciudad, que en su momento me pareció oscura y fría cuando pasé por aquí hace años, nos fuimos a dormir al albergue de la población cuyos hospitaleros son de Cataluña. Nos recostamos con esa inseguridad que siempre existe en el inicio de un viaje en bicicleta, en una cama que no es la tuya, en una habitación común a la de otras almas que horas más tarde, antes que la tuya, se moverán con tal de ver el día nacer en el Camino.
Santiago, una vez más.
Día 1, 26/07/2015
Irún-Zumaia
Tras dejar ayer el coche que nos ha traído hasta Irún y disfrutar un poco de la ciudad, que en su momento me pareció oscura y fría cuando pasé por aquí hace años, nos fuimos a dormir al albergue de la población cuyos hospitaleros son de Cataluña. Nos recostamos con esa inseguridad que siempre existe en el inicio de un viaje en bicicleta, en una cama que no es la tuya, en una habitación común a la de otras almas que horas más tarde, antes que la tuya, se moverán con tal de ver el día nacer en el Camino.
Esta mañana, como en alguna otra ocasión, al salir a la calle tenía esa sensación de profanar algo.
¿Que se oye en Irún a las siete de la mañana de un domingo?
Ajenos a todo lo que sucede a nuestro alrededor la respuesta podría ser…
nada… puesto que tan solo nos escuchábamos a nosotros mismos atentos a cada gesto, a cada movimiento del otro con tal de iniciar de la mejor manera posible este viaje. En esos momentos pensaba y me preguntaba que quien era yo y nosotros para interferir en los sonidos y la vida propia de la ciudad...
¿Que se oye en Irún a las siete de la mañana de un domingo?
Ajenos a todo lo que sucede a nuestro alrededor la respuesta podría ser…
nada… puesto que tan solo nos escuchábamos a nosotros mismos atentos a cada gesto, a cada movimiento del otro con tal de iniciar de la mejor manera posible este viaje. En esos momentos pensaba y me preguntaba que quien era yo y nosotros para interferir en los sonidos y la vida propia de la ciudad...
Con cuidado nos hemos acercado a ver si teníamos suerte y estaba abierto algún bar y tras esa circunstancia siempre agradable recuperar la ruta que vimos y dejamos de lado ayer más allá de la nacional y la autovía.
La mañana nos obsequiaba con esa vista sobre el río que separa un país de otro: el Bidasoa. Allí estaba la señalización un tanto olvidada del inicio del Camino Norte de Santiago en España… hemos cruzado al otro lado de la ría y como con un gesto con el que tomábamos impulso hemos regresado a la búsqueda de lo que nos aguardaba.
La mañana nos obsequiaba con esa vista sobre el río que separa un país de otro: el Bidasoa. Allí estaba la señalización un tanto olvidada del inicio del Camino Norte de Santiago en España… hemos cruzado al otro lado de la ría y como con un gesto con el que tomábamos impulso hemos regresado a la búsqueda de lo que nos aguardaba.
El inicio emocional de nuestro Camino está señalizado cerca del puente del río en el lado español. Allí nos hemos fotografiado, allí nos hemos deseado más que suerte…
La mañana ya parecía otra cuando subíamos lentamente ese muro que recordaba hace años, aquella subida que busca una ermita, la de Guadalupe, que también es un alto y se mostraba serena regalándonos quietud, presteza y horizonte.
Limpio es el cielo del País Vasco, clara es su bóveda celeste de la que emanan mensajes, caricias solariegas, nubes que son tan solo líneas en el firmamento.
En Pasaia de San Juan desayunamos un tentempié y por sus calles, en fiestas, nos dirigimos al embarcadero. Vemos jóvenes que apresados por la noche y posiblemente algo por el alcohol intentan finalizar su fiesta de la que por momentos parecemos formar parte.
Llegamos, al fin, a la barca y nos asalta la emoción de unir mundos cuando cruzamos al otro lado.
Allí hacemos un alto para dar cuenta de algún alimento que llevábamos con nosotros mientras vemos pasar a un buque que es remolcado por la bocana.
Allí hacemos un alto para dar cuenta de algún alimento que llevábamos con nosotros mientras vemos pasar a un buque que es remolcado por la bocana.
Algunos jóvenes menos apresados por la noche nos ayudan con tanto cachivache mientras que otros entonan canciones guerreras que recuerdan signos de derrota.
Con algo de ansiedad, no me la podía quitar de encima, pedaleábamos con el sol un tanto esquivo a la búsqueda de uno de esos regalos que existen en la etapa de hoy: Donostia.
Elena soporta estoicamente mi estado emocional que por momentos estalla de alegría con todo lo que mis ojos van observando. Me pasa con Donostia como con otras, miraba a Elena que admirada como yo a la ciudad, coincidíamos en afirmar que Donostia tiene algo de esas ciudades que no cansan de mirarse ni de vivirse, que con el tiempo y el recuerdo parecen decirte: debéis de volver.
Donostia se nos muestra magnifica, señorial y única. Donostia es un sentimiento que te atrapa. La ciudad te repone, te explica y te hace imaginar.
Rápidamente la subida te aparta de todo ese disfrute en un juego en el que lo tienes y lo dejas de tener -el alto- para, allá en lo alto, hacer una parada y recrearte aún más con todo lo que esa visión desde arriba te ofrece.
Nuestro camino debía de continuar. Tras esa subida lo que creía que iba a ser un nuevo derrumbe se ha convertido en un seguir subiendo hasta un repetidor que allí a lo lejos se va haciendo más y más real conforme avanzamos.
Tras el la bajada, increíble, hacia pueblos muy conocidos por todos:
Orio y Zarauz.
A partir de ahí el recorrido jugaba con la costa frente a un mar algo intempestivo. Guetaria con su ratón siempre llama la atención, más allá, hemos continuado costeando a la población primer destino de este viaje: Zumaia.
El albergue, en realidad, es un hotel situado en lo alto de un monte: el Santa Klara… a precio de hotel…
Y aquí estamos estallando lentamente, contentos y felices del disfrute de lo vivido en este primer día y de la propina de subida que hemos tenido que pagar para alcanzar el albergue/hotel.
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Y aquí estamos estallando lentamente, contentos y felices del disfrute de lo vivido en este primer día y de la propina de subida que hemos tenido que pagar para alcanzar el albergue/hotel.
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y la ruta seguida
Santiago, una vez más.
Día 2, 27/07/2015
Zumaia-Lezama
El bonito albergue de Zumaia, allí en las alturas, nos despedía en silencio. Ayer nos bajaron en coche al pueblo y de esta manera comprobamos que Zumaia es uno de esos pueblos en el que no es difícil imaginar una de esas escenas que nos recuerdan las películas en blanco y negro: unas personas subidas en una barca a remos va tras un animal que intenta huir de una muerte segura, la lucha por la supervivencia, el riesgo, la caza… Todo ello confluye en esta tierra de hombres forjados en la mar.
Ayer le explicaba a Elena esa costumbre que tenían algunos valientes cazadores de ballenas de alguno de estos pueblos…
Suave, fría y con templanza nos recogía la mañana, como si fuera la fuerza de un imán, nos arrancaba de la civilización y del mar que no lo era para inmediatamente introducirnos en una naturaleza pura. Tan solo el canto de las aves que van de aquí para allá, mientras el calor no aparece aún como una realidad, rompen un silencio estremecedor. A lo lejos, tan solo el bramido de un vehículo agrícola rasga ese equilibrio muy silencioso.
Suave, fría y con templanza nos recogía la mañana, como si fuera la fuerza de un imán, nos arrancaba de la civilización y del mar que no lo era para inmediatamente introducirnos en una naturaleza pura. Tan solo el canto de las aves que van de aquí para allá, mientras el calor no aparece aún como una realidad, rompen un silencio estremecedor. A lo lejos, tan solo el bramido de un vehículo agrícola rasga ese equilibrio muy silencioso.
La subida viene dulcificada por la lamina de agua que ves y se prolonga por decenas de km. Agua a la que llegas a tocar en Deba y que a lo lejos parece tintinear como un espejismo gris plateado azuzado por un chirimiri que tan solo acaricia sin mojar pero que es presente.
Mas adelante en medio de lo que parece la nada aparece el icono reconocido por todos los peregrinos que recorren cualquier Camino de Santiago.
Millones de veces fotografiadas, las flechas aparecen y desaparecen en razón a si les haces caso o no. Cerca del río Deba las marcas aparecen nuevamente como en un juego de prestidigitación y de esa forma algo tan tonto e insulso como una pintura amarilla en forma de flecha nos saca una nueva sonrisa en la mañana aun fría.
Se trata de un yacimiento megalítico alrededor del cual se construyó una iglesia de planta hexagonal… San Miguel de Arretxinaga.
El recuerdo de Patxi irrumpe en mi mente mientras nos despedimos de la ciudad.
Teníamos tiempo y recorrido por delante. Así que tras pasar por las cercanías de la población origen de la ahora presente revolución Bolivariana… Ziortza-Bolivar, nos hemos dejado caer hasta una de esas poblaciones que no te dejan indiferente: Errentería.
Allí un gesto se torcía puesto que ese el final de la etapa de hoy y no ha podido ser… a veces pasan cosas que ni puedes sospechar.
Una llamada a un albergue privado tampoco ha dado resultado esperado… El albergue público de Lezama era para un máximo de veinte peregrinos e imaginábamos que estaría lleno como así ha sido…
A veces te pilla “el toro” y hoy ha sido uno de esos días… sin alternativas hemos realizado bastantes más kilómetros “pagando” un alojamiento que no debiera de ser el de un peregrino.
Santiago, una vez más.
Día 3, 28/07/2015
Lezama-Castro Urdiales
Ayer…
Ayer, reflexionaba sobre el ayer.
Ayer pensaba en aquellos años en los que pretendía llevar a cabo lo que llamaba un viaje emocional…
En aquella época me preguntaba a mi mismo: que es un viaje emocional? y me respondía:
Es un viaje en el que expresando mis emociones intento provocar que los que leyeran el viaje sintieran sus propias emociones, provocar con ello que vivieran algo similar a lo que yo vivía... eso me respondía…
Ayer recordaba aquel libro en el que se nos afirmaba que nunca, como hasta ahora, en la historia de la humanidad hemos tenido tantas oportunidades de relacionarnos, de durar tanto, de vivir la vida.
Ayer recordaba aquellos conceptos como que ninguna red por muy social que sea o se llame puede sustituir un abrazo, una mirada, un beso, una caricia, una sonrisa, un tono de voz…
Ayer pensaba en el porque hoy estamos solos, más solos que nunca, como y porque cuando la epidemia del sida nos asoló, nos dimos cuenta de lo importante que era algo sobre lo que en aquellos años ni se hablaba, ni se pensaba sobre ello: la inteligencia emocional y social.
Ayer pensaba en todo eso puesto que estaba en una población en la que el sufrimiento se ha desparramado en nuestro pasado reciente, en esos años en los que la mayoría de la población de este país va dejando atrás, en la que el concepto “tener la razón” no era únicamente lo más importante cuando lo que estaba en juego era la vida, la de unos, la de los otros, las vidas de todos.
Capaces de crear cosas increíbles, ya sea en grupo o individualmente, precisamos de los demás para sobrevivir.
Ayer pensábamos en algo que hoy nos da risa, huíamos del sol, de hecho los nobles de "sangre azul" eran los que estaban blancos y se les veía las venas de ese color mientras que los "obreros" no podían huir de estar morenos. Hoy lo buscamos, incluso nos ponemos bajo una máquina infernal para evitar estar “blancos”…
Ayer creíamos que hacer deporte era insano, hoy es un indicador saludable.
Ayer luchábamos por no morir de una diarrea, hoy pensamos en las dietas saludables.
Ayer nos era difícil hacer el bien o el mal, hoy es muy fácil hacer una cosa o la otra.
Ayer buscábamos ser ricos sobre todo, hoy existe la solidaridad en nuestro entorno.
Subo, bajo, vivo, muero, hoy he visto al fin el fin…
La mañana algo esquiva, que proyectaba sombras móviles de nuestra figura hacia el suelo nos mandaba nuevamente subir. La ruta nos acerca a una gran ciudad que acertamos a ver desde lo alto y desde lo alto vemos igualmente su aeropuerto.
Tras desplomarnos a la gran ciudad pronto aparece una de esas maravillas inconfundibles: que adopta colores algo diferentes en razón a la inclinación de sus escamas de pez, del titanio con el que están construidas o de la incidencia del sol o la lluvia en el edificio.
En Portugalete habíamos quedado con Helenka, de amplia sonrisa y gestos amables. Nos ha llevado a comer y departir sobre el pasado, sobre el presente… sobre el futuro
Y allí se ha roto algo… a veces no entiendes que juegas con un jarrón de porcelana china… que un ligero movimiento puede destruir lo bello, caminas algo ciego sin entender que algo no está saliendo bien y cuando, al fin, puedes enterarte de ello... los km del carril bici que te han llevado a Las Arenas y más alla… a subir la cuesta del saltacaballo y más allá oteas un cambio de comunidad…
Aún ahí… no sabes, no entiendes no intuyes.
Hemos puesto el foco en la bonita Castro Urdiales más conocida como Castro y el presente ha sido ayer.
Y allí se ha roto algo… a veces no entiendes que juegas con un jarrón de porcelana china… que un ligero movimiento puede destruir lo bello, caminas algo ciego sin entender que algo no está saliendo bien y cuando, al fin, puedes enterarte de ello... los km del carril bici que te han llevado a Las Arenas y más alla… a subir la cuesta del saltacaballo y más allá oteas un cambio de comunidad…
Aún ahí… no sabes, no entiendes no intuyes.
Hemos puesto el foco en la bonita Castro Urdiales más conocida como Castro y el presente ha sido ayer.
más fotos del día 3
Santiago, una vez más.
Día 4, 29/07/2015
Castro Urdiales-Santander
La jornada despunta en una ciudad elevada, en la que las huellas de la Iglesia están grabadas a fuego. Sus gentes tienen un halo que desprende esa desconfianza tan solo fugaz, de corazón recio, de mente llana, de humor simple…
Miro a quien me mira, sonrío a mi compañera. Tras mis gafas observo de refilón como la primera de las gotas inicia su camino hacia el suelo por mi piel sin llegar a el… pero esa gota no es de sudor, no es el producto de un largo y duro verano...
Ayer las gentes abarrotaban las playas, hoy llevan ropa de manga larga y los primeros paraguas están encendidos.
La mirada, tamizada tras las gafas esconde que hay detrás de ellas pero hay algo en ese gesto tan humano como espiritual capaz de transmitir mucho de lo que no es necesario ni tan solo verbalizar: Se presenta un día duro.
Nos despedimos de un increíble pueblo y comenzamos a elevarnos sobre un alto horizonte. No podemos con ello y decidimos en una parada de un bus esperar que escampe si bien eso tan solo será un deseo que se va perdiendo con el paso del tiempo.
Nos despedimos de un increíble pueblo y comenzamos a elevarnos sobre un alto horizonte. No podemos con ello y decidimos en una parada de un bus esperar que escampe si bien eso tan solo será un deseo que se va perdiendo con el paso del tiempo.
Nuevamente en marcha a pesar de la lluvia y parapetados por la ropa impermeable que hemos traído el camino serpentea y juega con la nacional a la que miramos de reojo, ahora por la derecha, luego por la izquierda y junto a todo ello, el mar y la autovía, bendita autovía, que solo acaricia rascando sin herir.
En un bar a pie de la carretera decidimos hacer una parada, desayunar algo y valorar que hacer….
En un bar a pie de la carretera decidimos hacer una parada, desayunar algo y valorar que hacer….
Siempre es difícil decidir y más aún saber cual es la mejor opción…
Falta una hora para lo que sería el ir a comer y al fin decidimos nuevamente partir...
Aparece al fondo Laredo y yo, dado a las sorpresas, no he sabido guardar una de ellas... el paso desde la arena hasta el otro lado de la bahía se realiza en barco, allí nos esperaba algo mágico: Santoña.
Y para continuar con lo mágico me preguntaba si es que hay algo más mágico que abrir una lata de conservas de fama mundial como las que aquí se elaboran?
Pero en esta ocasión, en la que mediatizados por el clima no estábamos para muchos misterios, hemos decidido llegados a la población no complicarnos la vida y comer en un restaurante junto al embarcadero: el Bahía.
Si alguien quiere conocer una de esas partes oscuras de nuestra historia puede ahondar en un relato tan importante como verídico: El pacto de Santoña.
La mente espera oeste y al oeste guiamos nuestros pasos; así que nos incorporamos en un alarde de valentía a la carretera por la que nos embarcamos a hacer kilómetros. Los pueblos van quedando atrás y en mi mente aparece una pequeña sonrisa puesto que recuerdo bien que viene por delante en Somo y Pedreña.
Los letreros marcan más de treinta km. Hasta Santander pero yo voy mirando solo los que hay hasta Somo….
Santander me hace recordar otra Santander lluviosa distante de esta en el tiempo, allí nos esperaba, iba con otro forero -Zeus-, Pepe (Blendius…) el recuerdo me puede.
Si embarcar en una ocasión puede ser divertido, embarcar en dos ocasiones en el mismo día azuza los sentidos de mi compañera, que mira un agua que se me antoja de un gris metalizado en el estío que bien podría ser otoñal dado el clima de lluvia y frio para la época. En su cara se refleja nuevamente la luz que le manda el agua, allí detrás de todo hay una bondad que aparece en forma de destello que circulan por las mejillas y que solo he visto en algunas de las personas que practican nuestra actividad, mientras, al fondo una imagen bella como bella es la ciudad se va haciendo presente.
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el recorrido
http://ridewithgps.com/routes/8579287
Santiago, una vez más.
Día 5, 30/07/2015
Santander-Unquera
La salida de cualquier ciudad no está diseñada o pensada para que sea agradable al ciclista, tampoco al viajero... tan solo en algunos tramos de algunas de las ciudades del Camino Frances se produce esa situación y esto no es lo que ocurre con Santander, pero por lo menos la Avda. de los Castros tiene un carril bici que no tiene desperdicio.
Algo después nos topamos con dos ríos muy conocidos por estos pagos: El Pas y el Saja que dan paso a otras playas de arenas doradas impropias de tanto verde.
Nuevamente, en subida, escondida y humilde aparece la gran Santillana del Mar, localidad infinita. En sus piedras, la población está cincelada por la historia de todos aquellos pueblos que la invadieron queriéndola poseer. Cerca de sus extrañas se alberga una de esas joyas que queman al profano llamada Altamira
Hoy hemos encontrado una población sumida en la locura veraniega y de su fuente natural emanaba poca agua... es final de Julio, principio de vacaciones.
Tras la visita, por fin, el horizonte parece abrirse y una recta se asoma a nuestras ruedas. En ese momento lo he pensado:
-Todo está bien?
-Si, me respondo, tras un baño sin agua a la vista en toda la jornada. El Cantábrico no solo no nos abandona en Cantabria, nos manda señales de que desea que formemos parte de el.
Poco a poco los pueblos se han ido sucediendo, con nombres en los que no distinguimos si son aldeas, pedanías o municipios independientes, son nombres propios de la tierra que recupero de mis mapas: Oreña, Toñares, Cóbreces, Sierra, Liandres, hasta llegar a Comillas.
La Universidad Pontificia reina sobre un horizonte altivo, la entrada al capricho ni es fácil ni barata... aunque, la verdad, tampoco teníamos demasiado tiempo.
Tan solo nos quedaba avanzar hasta una bonita localidad por el parque de Oyambre y desde lo alto divisar la siempre sorprendente San Vicente de la Barquera para, más allá, jugando con el relieve nuevamente acabar en la entrada de Unquera y así poder dar reposo a nuestros huesos.
Santiago, una vez más.
Día 6, 31/07/2015
Unquera-San Esteban de Lieces
Recordaba, cuando iniciábamos la jornada, algo que leí hace algunos meses que tenía mucho que ver con la tierra por la que hemos comenzado a transitar:
“La mujeres de Turquía acarician la tierra bajo la que reposan sus muertos”
La mina, no solo es dura, en la mina te va la vida y en las minas Asturianas la vida estaba, en demasiadas ocasiones, en juego. No hace tanto una desgracia relacionada con ella ha sucedido en esta tierra.
Iba pensando en todo eso cuando salíamos por la puerta del hotel y mirábamos de iniciar el pedaleo de hoy. En realidad aún no estábamos en Asturias, pero Cantabria, en eso al igual que León son hermanos de vida de Asturias…
El bosque alimentado por esa ladera increíble contra la que chocan las nubes, por ese clima que queda al descubierto y que enfrenta el norte y los frentes que le envían las borrascas ancladas en las islas británicas es para unos forasteros un cambio radical en el norte peninsular. Así no es de estañar que ya de entrada cruzáramos un gran río proveniente de esas laderas: el Deva.
En Llanes no solo hay un pueblo bonito, un acantilado y un nombre que sabe a música, también aquí hay algo igualmente digno de visitar: Los cubos de la memoria. Un conjunto escultórico que pretende reflejar la visión de la historia de esa población si bien estos, como todo, cuando los hemos visualizado necesitan un mantenimiento que resalte su simbología.
Tras Llanes, de nuevo, la ruta juega con la costa, las poblaciones y el cielo. A veces nos llegan ruidos que nos resultan infernales como infernal es la velocidad a la que van esas personas que pilotan o se encuentran dentro de esos artefactos mecánicos… que vemos cerca pasar...
Tras Llanes, de nuevo, la ruta juega con la costa, las poblaciones y el cielo. A veces nos llegan ruidos que nos resultan infernales como infernal es la velocidad a la que van esas personas que pilotan o se encuentran dentro de esos artefactos mecánicos… que vemos cerca pasar...
Cruzamos el río, muy cerca de su encuentro con el mar, y llegamos a un barrio apartado del centro en el que queríamos acabar nuestra andadura de este día casi agostero pero… estamos en la época en la que no es fácil alojarse en una población que más tarde hemos podido visitar gracias al servicio de un taxi que nos ha llevado a ella y nos ha devuelto al albergue donde nos hemos alojado en el día de hoy y que se encuentra en mitad de la nada… en un pueblo en el que no hay nada… Por no haber no hay tierra al margen de la que posee la gran latifundista de la comarca… esa es la queja que hemos escuchado al llegar a nuestro destino obligado.
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Santiago, una vez más.
Día 7, 1/08/2015
San Esteban de Lieces- Gijón
El trazado en la mañana temprana parecía desarmado, troceado como montado uno sobre otro de forma que los subes y bajas iban y venían por doquier. Me preguntaba si eso tendría algo que ver con la configuración tectónica de la zona, aunque lo que no tenía razón de ser en todo eso era la lluvia de agosto que volvía, al igual que ayer, a caer sin piedad apenas iniciada la mañana en la que mas adelante un leve rayo de luz presagia el cambio.
Colunga es otra de aquellas poblaciones que merecen una parada, beber de su propio latido y disfrutar de lo que ofrece al viajero.
Cuando viajas es muy difícil que eso último te pase y lo que es habitual es que las perlas se acumulen invadiéndote con tanta belleza que da el viaje. El viajero. de esa manera, se encuentra sobrepasado de tanto que va viendo y por tanta información que recibe de forma que si la primera de las perlas era el punto de partida y la segunda se llamaba Colunga, que decir de Lastres? Hasta la lluvia nos ha dado un respiro antes de llegar a esa población.
Lastres fue declarado, no hace tantos años, el pueblo más bonito de España.
Tras esa otra perla, un paraje increíble era la siguiente: el valle y la ría de Villaviciosa daban paso a la población del mismo nombre. Esa nueva experiencia ya comenzaba a marcar a fuego algo evidente como que estábamos en una etapa magnífica y a la búsqueda de otro calificativo aún mayor…
En Gijón, ese calificativo se ha hecho realidad. Hace muchos años que no volvía a Gijón, Elena parecía desconocer esta bella ciudad que esta noche recorreremos paseando y mañana cruzaremos con nuestras monturas a la búsqueda del resto de perlas de este viaje... pero en ocasiones hay que entender que lo que sucede no es solo lo que imaginas…
La otra cara de la moneda se llamaba Susana, Carlos y otro Carlos, uno de estos Carlos es muy especial puesto que es capaz de empequeñecer casi cualquier gesta ciclista… No todos los días tomas un café con alguien que ha recorrido los EEUU de costa a costa a ritmo de 300km diarios y quedar segundo de entre casi un centenar de participantes en esa prueba…
Coincidir con Susana ha sido una alegría aún mayor… apenas la conozco pero Susana tiene en la mirada "eso que dice cosas" con solo mirarla o que ella te mire…
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el recorrido
http://ridewithgps.com/routes/8563904
Santiago, una vez más.
Cruzar una ciudad como la de Gijón, rebosante de mar y de gentes, nos produce una extraña sensación: la de querernos pegar como sea al mar. Esa sensación querida ni tan solo parecía estar más allá de nuestra imaginación… bloques y bloques, edificaciones rebosantes de gente que imaginábamos en sus cosas, que dentro de unas horas irían y vendrían a sus preocupaciones de vida diaria agostera mientras el sol comenzaba a hacer de las suyas y nosotros tan solo buscábamos lugares donde tan solo existiera algo de sombra y una brizna de viento, si, sombra, al fin... necesitábamos tras días de lluvia... sombra.
el recorrido
http://ridewithgps.com/routes/8563904
Santiago, una vez más.
Día 8, 02/08/2015
Gijón-Cudillero
Cruzar una ciudad como la de Gijón, rebosante de mar y de gentes, nos produce una extraña sensación: la de querernos pegar como sea al mar. Esa sensación querida ni tan solo parecía estar más allá de nuestra imaginación… bloques y bloques, edificaciones rebosantes de gente que imaginábamos en sus cosas, que dentro de unas horas irían y vendrían a sus preocupaciones de vida diaria agostera mientras el sol comenzaba a hacer de las suyas y nosotros tan solo buscábamos lugares donde tan solo existiera algo de sombra y una brizna de viento, si, sombra, al fin... necesitábamos tras días de lluvia... sombra.
Un receso de mar que nos trasladaba nuevamente hacia una gran ciudad: Avilés, allí Casa Gerardo retumba en mi memoria, allí comí la mejor fabada de mi vida, la mejor hasta la fecha, Avilés, una ciudad industrial, da paso a poblaciones que acompañan a un paisaje magnifico.
Nosotros jugábamos o más bien la nacional jugaba con nosotros al hacernos pasar por acueductos y pensábamos que bien valía soportar el tráfico que no circular allá abajo para tener bajar esos metros para tenerlos que recuperar. La altura que veíamos desde esos pasos, que son puentes soportados en enormes y altos pilares, es realmente importante.
Con todo, las subidas suceden a las bajadas y el comentario que compara a lo que sucederá en Galicia no se ha hecho esperar
Un poco más allá la ría del Nalón está la población que es un punto de inflexión entre el mar y la propia población de Muros soportada en la montaña
Había que seguir subiendo hasta Muros y más allá subir y subir hasta que en un altiplano hemos visto el nombre buscado en un desvío del camino: Una perla del viaje era ese destino del día de hoy: Cudillero cuyo nombre nos lo dice todo.
Santiago, una vez más.
Día 9, 03/08/2015
Cudillero – Otur
La mañana ha comenzado en suave bajada pero al poco nos hemos dado cuenta que tal vez el único bar abierto lo habíamos dejado atrás… Tras desayunar nos hemos dejado caer nuevamente para recorrer una vez más un paseo que ha aprovechado una isla para parapetarse de un mar que en ocasiones puede ser terrible. El resultado, sin ser estridente, no cuida lo que es un bello pueblo en una increíble localización.
Las gaviotas dueñas y señoras de este paraje nos acompañan mientras nosotros volvemos a subir tras girar ciento ochenta grados en la dirección que llevábamos… Enseguida el recorrido y el perfil nos apartan de un luminoso y hoy calmado mar para adentrarnos en un nuevo verde que señala por momentos sur… aunque sabemos que nuestro camino sigue mandando el oeste.
Los pueblos, sus animales y gentes ya han visto de todo. Nos miran y algunos se quedan pensativos o eso es lo que nos parece, nosotros envueltos en una burbuja que nos aparta de todo sonreímos entre miradas cómplices, comentarios en bajo tono y pequeños gestos que se repiten aquí y allí.
El recorrido nos descarga, sin muchas contemplaciones, en otra parte de la costa adormecida por las olas, olas que deciden el destino de una tierra en perpetua lucha, la costa, tamizada de pequeñas islas e islotes no deja espacio a la duda, el mar es dueño y señor de todo lo que está en contacto con su ser demostrando con ello hasta donde es capaz de llegar y hacer daño. Debe de ser por eso que la carretera no está tan próxima del mar como así quisiéramos que sucediera.
Pequeñas rocas se adivinan allí donde nos permite ver el relieve de ese espacio llamado costa, rocas salpicadas aquí y allí… pero siempre lejos…
Santiago, una vez más.
Día 10, 04/08/2015
Otur-Foz
Había quien sonreía, de sus ojos destellaba en ocasiones algún rayo de luz, un milagro se iba lentamente produciendo hasta que el cansancio y luego el sueño lo acalló todo.
Otur nos despide con sonidos huecos y graves, que parecen producirse a cámara lenta si bien, conforme pedaleamos, nos damos cuenta que una cámara tan solo ralentiza las imágenes y no los sonidos que las acompañan.
Un mar creó no solo destrucción, no solo lucha, no solo belleza, a veces el mar es capaz de crear magia, la magia tiene nombre allí donde apenas hay nada…
Vi hace años en un calendario una imagen que me impresionó y pregunté que era eso?, donde estaba eso?, aquel señor un tanto cansado y orgulloso de su tierra me decía a mi como supongo que había dicho y sabía que debería de decir en muchas ocasiones:
As Catedrais.
Miles de personas parecen peregrinar a un entorno en el que se ha debido de regular el acceso a un paraje mágico, allí personas con gorra, camiseta de idéntico color y una chapa pegada en su pecho señala la regulación del acceso y transito a un paraje espectacular.
La mañana nos mandaba frescor. De entrada la lluvia de ayer había desaparecido, las nubes dejaban paso al astro rey y la piel recibía esos primeros rayos de sol acompañados por el aire con alegría y positivismo.
El juego en ocasiones es protagonista del pedaleo, ahora tu vas delante y yo te miro, rompemos tabúes, señalamos finales, comprendemos universo… vemos como la luna se niega a apagarse, a esconderse de nuestra mirada y nosotros avanzamos junto a un mosaico que manda olores y sonidos de naturaleza viva deslumbrante…
En Navia, junto a la ría, hacemos una parada en la que recuperamos el contacto humano, recogemos líquido para hidratarnos y seguimos viviendo viaje. La salida es un tanto accidentada pero la autovía se aparta de nosotros que seguimos próximos y paralelos al mar.
En Navia, junto a la ría, hacemos una parada en la que recuperamos el contacto humano, recogemos líquido para hidratarnos y seguimos viviendo viaje. La salida es un tanto accidentada pero la autovía se aparta de nosotros que seguimos próximos y paralelos al mar.
Todo parece dar un vuelco y todo parece cambiar, hay cambio allí donde lo menos importante parece serlo. Las palabras son estiletes de acero fino que atraviesan el alma.
En Tapia de Casariego recuerdo alguna cosa de otro viaje de otoño…
En Tapia de Casariego recuerdo alguna cosa de otro viaje de otoño…
En aquel duro viaje me convertí en un cazador… con mi máquina fotográfica que escondía de la lluvia que inmisericorde se empeñaba una y otra vez en golpearme gracias al viento que le ayudaba sin pedirle nada a cambio... Cazaba las imágenes de esas construcciones enigmáticas, que tienen un lenguaje propio y vida propia empeñadas como lo están en salvar vidas humanas.
Los faros de Galicia no tienen fin ni final.
El río Eo, frontera natural entre dos verdes, que son casi el mismo, mantiene esa imagen de quietud engañosa en su encuentro con el mar. Tras el paso de Asturias a Galicia teníamos una única misión: pegarnos al mar.
Allí a poco que las busques las encuentras: unas oquedades que separan la tierra de un acantilado creando pequeños túneles por los que las personas cruzan al otro lado cuando la marea lo permite… hay quien quiso ver en ellas arbotantes en esas construcciones naturales y de ahí un nombre "As Catedrais" que tan solo podría cambiarse por otro: la playa de las maravillas.
Aún no entiendo porque pero hoy mi imaginación me ha trasladado a un paraje absolutamente diferente: las cuevas de Lanzarote.
Tal vez es porque hoy no las hemos podido ver y me han parecido muy lejanas como la de la isla mágica de Cesar Manrique, muy cerca… tanto como lejos…
Lo que no tiene parangón es el color de las playas que es el mismo con lluvia que sin ella, con sol que con noche… ese blanco… blanco de Galicia.
Allí a poco que las busques las encuentras: unas oquedades que separan la tierra de un acantilado creando pequeños túneles por los que las personas cruzan al otro lado cuando la marea lo permite… hay quien quiso ver en ellas arbotantes en esas construcciones naturales y de ahí un nombre "As Catedrais" que tan solo podría cambiarse por otro: la playa de las maravillas.
Aún no entiendo porque pero hoy mi imaginación me ha trasladado a un paraje absolutamente diferente: las cuevas de Lanzarote.
Tal vez es porque hoy no las hemos podido ver y me han parecido muy lejanas como la de la isla mágica de Cesar Manrique, muy cerca… tanto como lejos…
Lo que no tiene parangón es el color de las playas que es el mismo con lluvia que sin ella, con sol que con noche… ese blanco… blanco de Galicia.
Santiago, una vez más.
Día 11, 05/8/2015
Foz-Porto do Barqueiro
Galicia es Galicia.
Recordaba la frase de otro viaje pasado: En Galicia se vive agua, aquí los árboles están marcados por la luz que destella sobre sus troncos y sus hojas por el sol cuando este, venciendo a las nubes, reina por momentos en el firmamento gallego.
Tras la dicha del mar, de sus secretos costeros, de sus contracurvas plenas de sorpresas la mañana demandaba subir y sufrir… si bien esto último tomado con calma, como así lo hemos hecho, duele menos.
Los sonidos se conjugaban con los olores del verde gallego, de humo extraño de verano. La carretera, dulce, sube y baja al tiempo que seguía su ritmo y nosotros como podíamos nos íbamos adaptando al recorrido y al paisaje que se iba abriendo ante nosotros.
Los pasajes del recorrido son extraños a nuestros ojos que están poseídos por el mar si bien sería injusto no sopesarlos en su belleza
Belleza y verde Gallego.
Darme de eso un poco o mejor no me des poco.
Una carretera costera a partir de Burela señala mar, señala acantilado de granito, señala soledad y faros.
hoy he recordado una canción...
(la puerta esta abierta -Oysten Sevag-)
Santiago, una vez más.
Día 12, 06/8/2015
Porto do Barqueiro-Cedeira
Ayer en un dramático giro apareció allá junto al mar en el pueblo donde nos alojamos…
Esta mañana hemos ido a ver otra de esas presuntas fronteras que no lo son… Acaso el agua de un río puede ser una frontera? . Como se puede separar el agua de un mar de la de un océano?
Esta mañana hemos ido a ver otra de esas presuntas fronteras que no lo son… Acaso el agua de un río puede ser una frontera? . Como se puede separar el agua de un mar de la de un océano?
El cabo y la estaca de Vares es un limite cercano a esa primera frontera que al tiempo pretende separar, otros dice unir, dos aguas que son la misma: la del océano con la del mar.

Tras visitar semejante y colosal paisaje, ver el puerto de Bares y pisar el faro acercándonos a la estaca y ver un poco más allá la estaquiña… hemos regresado sobre nuestros pasos al punto de partida. Hay allí, en O Porto do Barqueiro, una panadería un tanto especial que quien viniera por esta tierra no debiera de perderse.
La costa se alejaba de nosotros que, con el gesto sobrio y desprendido, hemos encarado una fría mañana... de agosto. Galicia siempre sorprende y recuerda otras latitudes; en esas latitudes las nubes pasan suaves y cercanas al suelo, el sol parece, al igual que el viento, tener velocidad sobre el suelo y peina con rapidez un perfil cambiante dándole, aún más si cabe, una sensación de movimiento estático que solo los sentidos perciben.
El pueblo de Loiba es famoso por algo inusual: por un banco… mejor dicho por algo que se puede ver desde el banco… El banco estaba a unos tres km de nuestro recorrido y hemos preguntado por el… parece ser que poco hay allí salvo el paisaje y no el de la foto por lo que hemos decidido continuar.
La costa se alejaba de nosotros que, con el gesto sobrio y desprendido, hemos encarado una fría mañana... de agosto. Galicia siempre sorprende y recuerda otras latitudes; en esas latitudes las nubes pasan suaves y cercanas al suelo, el sol parece, al igual que el viento, tener velocidad sobre el suelo y peina con rapidez un perfil cambiante dándole, aún más si cabe, una sensación de movimiento estático que solo los sentidos perciben.
El pueblo de Loiba es famoso por algo inusual: por un banco… mejor dicho por algo que se puede ver desde el banco… El banco estaba a unos tres km de nuestro recorrido y hemos preguntado por el… parece ser que poco hay allí salvo el paisaje y no el de la foto por lo que hemos decidido continuar.
El cielo lentamente amenazaba con lluvia pero… las cosas de Galicia consisten justamente en que no sabes nunca que va a ocurrir…
El tan solo parecía algo preocupado con la carga que arrastrábamos y el puerto que teníamos por delante y nosotros con saber donde yantar...
Pero lo cierto, al margen de preocupaciones, es que en algo nos ha ayudado puesto que la tienda de bicis de Carvajal, en Cedeira, estaba presta a vendernos esos elementos que con el paso de los cientos, quizás más de mil km… ya llevaban nuestras pastillas de freno…
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el recorrido
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Santiago, una vez más.
Día 13, 07/8/2015
Cedeira-Espirito Santo
La mañana fría nos acoge para hacernos entrar en calor… tras un desayuno impropio a un precio aún más alejado de lo que debiera ser este país... pagamos y nos marchamos subiendo la primera de las innumerables cuestas que nos aguardaban.
Tras pasar el río Das Mestas no tan solo hemos debido de parar para fotografiar un paisaje sobrecogedor en cualquier época del año… es que no podíamos dejar de fotografiar ese conjunto de zonas teñidas de agua y arena que aparecen y desaparecen al vaivén de las mareas.
La tercera de las subidas ya no daba pie a imaginar otra cosa de lo que sería el día en el que una frase que siempre tengo presente se hacía realidad con el paso de las horas…
"Tras una bajada siempre viene una subida..."
La mente recuerda… imagina como fue aquel capitulo de aquella otra travesía y entonces una chispa salta a mis ojos… esa chispa era el faro de frouxeira… que es quizás el faro más extraño de esta costa gallega.
Valdoviño llama a ciudad… sin duda influenciada por la cercana Ferrol crece y se desarrolla a su sombra… y aquí aparecía ante nosotros lo que podría ser un pequeño desafío: como atravesar Ferrol?
Tenía prevista una ruta que hemos modificado sobre la marcha… pienso que el resultado ha sido acertado… así que si a alguien le interesa le puede echar una ojeada a esa parte del recorrido.
A continuación venía la gran subida del día o eso era lo que yo creía puesto que hoy en realidad estábamos ante un día de sorpresas.
Tenía prevista una ruta que hemos modificado sobre la marcha… pienso que el resultado ha sido acertado… así que si a alguien le interesa le puede echar una ojeada a esa parte del recorrido.
A continuación venía la gran subida del día o eso era lo que yo creía puesto que hoy en realidad estábamos ante un día de sorpresas.
Tras la subida las playas preciosas de Perbes.

Nuestro recorrido acababa en Sada. Allí el hostal previsto no era nada barato pero en realidad lo que hemos interpretado dada la conversación, las preguntas y las respuestas era que no les interesábamos como clientes al llevar las bicis y el remolque... Así que la propina del día ha sido una última subida… quizás la más larga hasta alcanzar la nacional VI donde en un hostal de carretera oímos rugir los coches.
En mi interior no solo rugen los coches ahí fuera porque de alguna manera parezco el responsable de ese último esfuerzo.
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el recorrido
http://ridewithgps.com/routes/9372602
Santiago, una vez más.
Siempre sucede en los viajes: Los imprevistos te llevan a lugares y a veces a situaciones inesperadas…
Dormir junto a una autovía en un viaje en bicicleta cuanto menos es contradictorio en si mismo… pero… Las circunstancias son las que son…
-Habéis notado la crisis?
el recorrido
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Santiago, una vez más.
Día 14, 08/8/2015
Espirito Santo-Carballo
Siempre sucede en los viajes: Los imprevistos te llevan a lugares y a veces a situaciones inesperadas…
Dormir junto a una autovía en un viaje en bicicleta cuanto menos es contradictorio en si mismo… pero… Las circunstancias son las que son…
-Habéis notado la crisis?
-“Durante los dos primeros años no pero luego si y mucho…"
Ese era el comentario de la persona que lleva trabajando, en el hotel de carretera, en el que nos encontrábamos, desde hace muchos años…-
-Hay quien come en la habitación comida que compra en un super… hay quien come bocadillos en lugar de menús… menos mal que ahora parece que la gente le ha perdido el miedo a la crisis y todo se mueve un poco más…”
--------------------
Esa ha sido la tónica de la mañana mientras dábamos buena cuenta, en una panadería, de esas delicias de esta tierra a las que nos vamos acostumbrando… o mal acostumbrando.
el sufrir para disfrutar…
sopesa y reniega, tuerce el gesto y continúa recordando en esos momentos una frase que le ayudaSi lo haces mal no por hacerlo deprisa saldrá mejor…
Al tiempo la ciudad le hace un regalo que el viajero disfruta: Se trata de una fachada que perdura en el tiempo, de carpintería blanca, de madera… que rezuma calidad. Las fachadas mil veces fotografiadas siguen presentes y piensa y mira esas obras de urbanización frente a esas fachadas que están por acabar y las bendice como no puede ser de otra forma puesto que la ciudad tiene muchos elementos que el viajero rechaza y le impide reconocer en esa ciudad lo que en otras anteriores ha admirado y se lamenta más allá de la importancia que ello pueda tener… pero las obras de urbanización parece que estarán a la altura de las fachadas gloriosas de A Coruña en su barrio marítimo.
Pero en cambio una vez traspasa ese punto la salida de la ciudad es de impresión… el viajero recuerda el paso junto a la EDAR que no molesta como tampoco lo hace la proximidad de la instalación de tratamiento de residuos urbanos… nada de eso perturba al viajero que mira y admira hipnotizado a su derecha y ve ese mar, ve esa costa, ve esos islotes y esas enormes olas que se despeñan una y otra vez contra un acantilado que estoicamente lo soporta todo… y que es, sobre todo, bello en su esencia.
Así que tras comer… hago una pregunta.
Elena, porque no cambiamos todo esto?
La ruta nos llevará a ver playas increíbles, acantilados de impresión…
Una sonrisa es la respuesta…
El pago por todo ello ha sido excesivo puesto que las rampas y las caídas por el otro lado de la ladera eran demasiado importantes pero… sin dudar ha merecido la pena.
Santiago, una vez más
Día 15, 09/8/2015
Carballo-Laxe
Que es la determinación?
Así empezaba el título de una crónica en otro viaje cuando fui a ver el Roncudo…
El Roncudo no solo es un faro, es un lugar donde A costa da morte se revela con fuerza, allí las cruces enfrentan el horizonte, allí las cruces llaman al tiempo, allí las rocas gastadas forman pozas donde no debieran de existir y el faro elevado sobre su entorno más próximo se alza como lo que quiere representar:
El orgullo de existir.
El día ha empezado con algo de sol para acabar con algo de viento… un clima propio de Galicia pero que a nosotros nos ha parecido, como todos los días, un tanto imprevisible…
Nadar en mar abierto tiene su complicación pero esta me parece tremenda cuando ese mar bravío está ayudado por un viento que te ponía la carne de gallina. Por ello y porque queríamos ver el faro de la isla grande nos hemos ido, a un alto, a ver como podría ser todo eso.
más fotos
el recorrido
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Santiago, una vez más.
Día 16, 10/8/2015
Laxe-Muxía
La mañana se ha levantado increíble… una niebla cercana era movida por el viento y este dejaba ver trozos de sol que se colaba entre ellas, de pronto el viento era capaz de crear colores rojos que querían ser morados sin conseguirlo…
La etapa de hoy la recordaba perfectamente cuando la hice en invierno… esa etapa tenía un nombre: soledad.
La soledad, a veces, es inmensa. No se trata de sentirte solo, no se trata de no escuchar ni ver a nadie, no se trata de no cruzarte con ningún coche…
La soledad, a veces, es inmensa. No se trata de sentirte solo, no se trata de no escuchar ni ver a nadie, no se trata de no cruzarte con ningún coche…
Se trata de todo eso y de mucho más… algo existe, en esos momentos, en el ambiente, algo baja del cielo y te envuelve, algo hace que te estremezcas por dentro y un ligero temblor recorre tu cuerpo... ese es el mundo de la soledad inmensa. Algo así esperaba y algo así se ha producido.
El recorrido es sobrecogedor, no es posible abstraerse de eso y deja una huella que debes de calibrar para no entrar en una inmersión interior o si y dejarte llevar con un resultado impreciso...
El viento te lo explica claramente y el hombre, conocedor de todo eso lo teme más... hasta el punto que el acceso al faro desde la construcción que le hacía de soporte al farero se debe de realizar por un pasadizo construido con hormigón para resguardarle de todo lo que aquí empuja, moja o simplemente agrede de una u otra forma.
Es así como puedes imaginar la dureza del clima en algunos momentos del año...
La estadística brama realidad: la ola más alta que aquí se ha medido supera los veinticuatro metros de altura. La midió una bolla qua ahí fuera, en el agua tiene la costumbre de no mentir.
A costa da morte quiere volver a ser presente el día de mañana, no será hasta pasado mañana cuando, siguiendo nuestro viaje, la perderemos definitivamente, hasta entonces el paseo hasta Muxía seguía salpicado de subidas y bajadas recordándonos a pesar de todo que...
Galicia sigue siendo Galicia.
más fotos.
Santiago, una vez más.
Día 17, 11/8/2015
Muxia-Carnota
Tal vez la niebla, en determinadas circunstancias, no solo es querida. Tal vez es el viajero quien encuentra en ese agente atmosférico un aliado de aquello que persigue… es la niebla en esos momentos un aliado a su fin. El viajero puede fabular con ella, imaginar y crear a partir de su presencia las sensaciones que la niebla le transmite…
En ocasiones donde no lo esperas sucede aquello que no debiera de suceder...
en la niebla buscas horizontes inexistentes, a veces la simple luz proyectada engaña al ojo y a la razón… por ello y para evitar todo mal nos hemos ido a visitar el santuario de la virgen de la piedra que allí en su soledad otea el horizonte marino.
En un recodo del camino aparece una calle que te lleva junto al mar, allí una duna que recorre la playa solitaria separa igualmente otros dos mundos… El cercano a la tierra de otro más cercano a esas profundidades invisibles bajo el mar.
Tenía preparada una sorpresa en el recorrido, sabía que era muy duro pero no recordaba cuanto…
Por la ladera contraria a la que todos conocen cuando finalizan el Camino en Fisterre se levanta una senda entre un túnel realizado por la vegetación... El pavimento está formado por cantos rodados que han sido labrados por el paso de las bestias… si, así se llaman aquí a los animales que pastan más arriba…
Ahí ya hay que descabalgar y empujar al igual que en los tres km. siguientes… en los que solo en contadas ocasiones vas sobre la bici para llegar alto muy alto mientras el paisaje de mar se aleja de una manera inusual y el viento te golpea sin piedad.
Elena ha empezado a sufrir y yo he empezado a pensar que me había equivocado… pero al tiempo recordaba aquella frase que era una pregunta…
que es la determinación?
Cerca de la cumbre de esa ladera aparece el asfalto al fin y el objetivo de tanto esfuerzo se debía de presentar ante nosotros.... No ha podido ser, la ilusión se ha desvanecido como el humo de un cigarro puesto que la niebla nos ha hurtado una vista espectacular: La del faro de Fisterre y su entorno desde arriba. Con la niebla hemos bajado a lo que se asemejaba a una concentración o a un mercadillo más que el acercamiento a algo mágico y especial como lo es aquel fin del mundo de otras épocas.
El esfuerzo al que he sometido a Elena no ha tenido la recompensa esperada y pienso por un segundo que si, que definitivamente me he equivocado...
Todo lo que representa esa costa se concentra en ese faro, en ese acantilado, en esas vistas, en todas y cada una de las ofrendas que se han quemado…
o que permanecen allí esperando su momento...
pero la realidad era que todo ello estaba un tanto minimizado con los centenares de turistas que, confundidos con los peregrinos, frecuentaban el lugar.
La niebla arriba, el esperpento abajo... eso no era lo esperado, lo deseado, lo imaginado.
Así que tras cumplir algunos de los ritos necesarios y recreados en la intimidad que podíamos tener en esos momentos nos hemos ido a comer al puerto de Fisterra…
el recorrido
http://ridewithgps.com/routes/9373094
Santiago, una vez más.
Día 18, 12/8/2015
Carnota-Santiago
Ayer recordaba, mientras la noche serena caía, mientras parecía intuirse ese ruido que tan solo se oye cuando el silencio es monolítico y absoluto…
-en la cantidad de ocasiones en las que he llegado en bici a Santiago-
Elena desconocía que es lo que ocurre cuando llegas a la ciudad, que te espera cuando accedes a semejante barbaridad, supongo que ella se habrá realizado las preguntas que muchos de nosotros nos hemos hecho y las que otros que vendrán tras nosotros se harán.
Ayer recordaba un capítulo de la vida que sucedió hace cinco años. En el verano del 2010, el 10 de julio despedía el viaje más largo de los que he realizado hasta el día de hoy… la vuelta a Andalucía saliendo y volviendo a Barcelona.
Pensaba en la mañana, algo triste, que sentiría Elena cuando al fin llegáramos al Obradoiro, pensaba en que tal vez sería buena idea que ella cuando leyera este escrito lo concluyese… que tuviera la oportunidad de expresar esa vivencia pero quizás sea mejor que sea en otro momento cuando ella quiera y que si lo estima oportuno pueda expresar aquello que le apetezca.
Nada es fácil en Galicia, es una lección que te enseña el Camino, menos aún lo es cuando el clima se empeña en que la llegada a Santiago sea real.
Nada puede ser mejor que caiga agua desde el cielo cuando llegas a la ciudad de piedra y con esa idea hemos encarado esta última etapa... mirando al cielo, buscando signos, creyendo en el milagro.
El hórreo de Carnota junto con el de Lira presumen de ser los más largos de Galicia, ayer tarde vimos el de Carnota y hoy por la mañana hemos repetido la experiencia. El de Lira yo no lo conocía a diferencia del anterior, sin duda los dos son magníficos.
Tras el paso por un alto en el que nos esperaba no solo la niebla y la lluvia sino también el frío, un frío que en su dureza era cuanto menos extraño en el mes de agosto: nos dejaba helados en la bajada...
Y tras la bajada....
y la subida a la ciudad...
el suspense.
El suspense y la tensión interior que se va revelando lentamente en tu ser porque sabes, porque ves esas torres en las que a sus pies se encuentra la locura...
Subes aquella cuesta mientras las gotas del cielo caen sobre ti y te dispones una vez más a entrar en esa barbaridad que es la ciudad de piedra que te aguarda, que te ha preparado una entrada real a lo atávico... allí está la Porta do Camiño y tras ella las emociones y sentimientos a flor de piel.
La almas, por siempre, siguen quemándose en esa fachada en la que si no te giras sobre ti para verlas te quedarás sin su visión, la plaza del trigo, ahora de Cervantes, con la fuente en la que la figura del gran Miguel la corona y con ello esconde la historia de los hombres y del pasado, la historia de tanto vivido resuena, invisible, nuevamente ante ti, una vez más, infinitamente resuena en la rua do preguntorio.
La visión de un túnel del que emergen perpetuas notas musicales que esconden dos tramos de escaleras que te llevan a esa locura en la que está instalado el principio y el fin de los Caminos, allí se llora, allí se ríe, allí se grita... y al tiempo miras al cielo y a tu alrededor...
allí te fotografías y fotografías...
allí nada es casual o extraño, allí está la esencia del hombre y aparece y estalla la felicidad, allí nada es obvio.
La plaza del obradoiro te acoge y te señala la fachada de la catedral que te ordena:
allí nada es casual o extraño, allí está la esencia del hombre y aparece y estalla la felicidad, allí nada es obvio.
La plaza del obradoiro te acoge y te señala la fachada de la catedral que te ordena:
No te confundas. Tu camino acaba de comenzar.
Y así acaba una vez más lo que has perseguido, por lo que has luchado, lo que has buscado ferozmente y que de manera implacable te ha removido el alma, así acaba una vez más.
Santiago, una vez más.
Por séptima vez, Santiago.
Santiago, una vez más.
La Despedida
La llamada de Santiago pervive con fuerza.
Aquí vine cuando empezó todo esto de la bici, ese mundo que es viajar en bici.
Aquí vine cuando continuó todo esto de viajar solo en bici
Acabo una vez más en Santiago, por séptima vez, en esa ocasión con Elena.
Recuerdo y concluyo que no habrá nunca una última vez.
Santiago, ciudad santa, tiene la fuerza que da el reto, el extremo, el final e inicio del Camino, el de los caminantes, el de los peregrinos, el de la vida…
Santiago me regala en esta ocasión vida, en compañía, al igual que la primera de las veces en las que llegué a Santiago. En aquel momento aquello representó, entre otras cosas, el inicio de los viajes en bicicleta, Santiago también representa nuevamente el inicio de otros viajes en bicicleta.
La vida, sortilegio de cadenas y ataduras, lentamente se va deshilvanando. El embrollo de Penélope se va disipando, a través de la madeja del hilo de lana se ve la luz, el fin de algunas cosas está tan cerca como el presente que voy viviendo día a día y que apunta futuro; futuro fuera del corsé de esta nuestra piel de toro, futuro en la vida y más allá de la vida
La pasión…
La pasión es vivir.
Santiago una vez más.
Gracias una vez más.
https://www.youtube.com/watch?v=6D-A6CL3Pv8
Awakenning i New Zealand 4k/uhd
Me gustaría hacer participe de esta despedida a mi compañera a la que animo desde estas líneas a participar de la misma.
Espero que acepte la invitación. Para mi ha sido un regalo su compañía y todo lo que ello ha supuesto. Pero siendo el más importante no ha sido el único regalo que he recibido en este viaje, han sido muchos y variados, de todos esos otros me referiré a uno de ellos...
se trata de una poesía que fotografío cada año que me he acercado por Santiago... la podeis ver un poco más arriba. En esta ocasión he dado un paso más para averiguar su significado:
-un cortado y una traducción... cuanto vale?
La persona que oye mis palabras se queda un tanto sorprendido, aunque como sucede en muchas otras ocasiones soy yo quien quedará sorprendido...
Se trata del dueño del bar, la persona a la que el poeta/escritor -portugues- en su momento regaló esos versos que son prosa y que yo he ido fotografiando en algunas ocasiones.
como podéis ver aquí:
https://esdeslow.blogspot.com/2022/08/el-camino-del-norte-por-sexta-vez.html
el me dá el precio del cortado y sonríe mientras yo, serio, espero esa traducción...
en una servilleta de papel apunto lo que me dice, esta es su traducción:
Al Norte
Las cuevas
Donde corre el viento norte
hay una tristeza feliz
de la que se enorgullecen
Hay una sonrisa de niebla y bombas
cielo empedrado
o fértil nido
como una raíz aérea sometida a otra vida
Son tierras de color granito
batidas por el mar
es un horizonte implacable
A cada piedra un paso
un vino caliente
y el viento norte vuelve a soplar
Pongo una mano, una sonrisa y ya no sopla
levanto un vino y vuelve a soplar.
No he encontrado algo mejor que describa Galicia
y esta es la despedida que me ha remitido Elena.
Mi segundo viaje en bici. Esta vez a Santiago, algo más especial.
Espero que acepte la invitación. Para mi ha sido un regalo su compañía y todo lo que ello ha supuesto. Pero siendo el más importante no ha sido el único regalo que he recibido en este viaje, han sido muchos y variados, de todos esos otros me referiré a uno de ellos...
se trata de una poesía que fotografío cada año que me he acercado por Santiago... la podeis ver un poco más arriba. En esta ocasión he dado un paso más para averiguar su significado:
-un cortado y una traducción... cuanto vale?
La persona que oye mis palabras se queda un tanto sorprendido, aunque como sucede en muchas otras ocasiones soy yo quien quedará sorprendido...
Se trata del dueño del bar, la persona a la que el poeta/escritor -portugues- en su momento regaló esos versos que son prosa y que yo he ido fotografiando en algunas ocasiones.
como podéis ver aquí:
https://esdeslow.blogspot.com/2022/08/el-camino-del-norte-por-sexta-vez.html
el me dá el precio del cortado y sonríe mientras yo, serio, espero esa traducción...
en una servilleta de papel apunto lo que me dice, esta es su traducción:
Al Norte
Las cuevas
Donde corre el viento norte
hay una tristeza feliz
de la que se enorgullecen
Hay una sonrisa de niebla y bombas
cielo empedrado
o fértil nido
como una raíz aérea sometida a otra vida
Son tierras de color granito
batidas por el mar
es un horizonte implacable
A cada piedra un paso
un vino caliente
y el viento norte vuelve a soplar
Pongo una mano, una sonrisa y ya no sopla
levanto un vino y vuelve a soplar.
No he encontrado algo mejor que describa Galicia
y esta es la despedida que me ha remitido Elena.
Mi segundo viaje en bici. Esta vez a Santiago, algo más especial.
Las despedidas me causan tristeza. En esta ocasión es una despedida de continuidad, un canto a la vida, de seguir viviendo. Vivir sin sufrir.
En el camino, como no podía ser de otra forma, aparecen obstáculos, dificultades, imprevistos, cansancio, dolor, agotamiento que te llevan a otros mundos indeseables. Sin embargo, también hay, mucha alegría, gozo, placer, gratificación, diversión y Amor por lo que te ofrece la vida a través del camino.
Es un camino del presente, es un camino de fe, constancia, disciplina.
Cortando vínculos con el pasado, lo que fue me sirvió, hoy ya nada es igual. Es una llamada a “vivamos el presente”. Es un viaje iniciático, por su intensidad, por su rigor, por su esfuerzo. A través del camino descubres un poco más la persona que eres y al otro. La convivencia busca equilibrios para llegar a la meta.
Los paisajes majestuosos y las playas con sus aguas bravas y su arena fina te envuelven y transportan al universo. Acabar el día zambulléndome en ellas era un placer. El contraste de las diferentes tierras y sus gentes, apenas tienes tiempo de asimilar. Todo ocurre tan rápido. Ahora permanece en la retina para su recuerdo.
Quiero agradecer públicamente y darle las gracias a Pepe, mi maestro, por su generosidad incondicional y su dedicación en la preparación y guía en el viaje.
Con él he vivido veinte días maravillosos.
Hasta la próxima.
Elena
Hasta la próxima.
Elena
En ocasiones, el destino te lleva a otros lugares donde ni la totalidad de las fotos se pueden ver. Eso a poco que lo penséis es y forma parte de la vida.
Elena, tiempo después, dejó de ser mi compañera de vida y quiso que no aparecieran sus fotos, deseo que como es natural yo respeto.
Hace meses que anunciaba el final de los viajes
Algo cambió en mi vida y lo que temía que iba a suceder se demoró algunos años más, ese algo que tenía si o si que suceder tan solo esperaba su momento y es que a veces sucede aquello que temes cuando menos lo esperas por lo que me y nos pusimos en modo "disfruta lo que puedas mientras puedas"
Este viaje con Elena se publicó en internet, y ahora lo recojo en el blog, con una presentación, dieciocho etapas y una despedida