Quinta etapa
09/11
12/01/11
Ponferrada-Triacastela
El llano cabalga por dominios estrechos, las capitales de comarca, unidas por el Camino, tienen su descanso en una población emblemática en la que se lucha por todo lo bueno de esta zona un tanto desgajada del resto de la provincia, el descanso tiene nombre propio, se llama Cacabelos.
Pero antes, como pasar por el mejor castillo templario de España a los pies del río Sil y no decir nada sobre el?.
Como no señalar las doce torres, que representan las constelaciones que lo defienden?
O no decir nada de sus más de 8000m2 de castillo?
Imposible no fijarse en el puente que, sobre el foso, une la población con el castillo…
Villafranca del Bierzo atesora casonas que hay quien, en un exceso de optimismo, compara con las que podemos encontrar en Florencia, allí hay que degustar, sino lo has hecho ya, un tanto de ese zumo de uva Mencia de fama aún un tanto desconocida pero que si duda se convertirá en magnífica.

Y tras la ciudad fundada por los francos, como tantas otras que atesoran el nombre de "Vilafranca", comienza, empieza otra de las etapas totémicas que todos los que hemos realizado el Camino, recordamos y que he saboreado con especial disfrute en el día de hoy: La subida a O’ Cebreiro…
Pereje te sonríe cuando a tu paso no paras creyendo que de esa forma, tomas impulso…
En Trabadelo crees que eso para ti no es nada… bueno, eso es lo que llegan a pensar los que hacen este trayecto por primera vez, los demás sabemos que esa fiesta, ese baño para los sentidos aún no ha comenzado…
Concentrado en hacerlo lo mejor posible, en no desdeñar nada, en no perderme nada, no me ha importado que algunos, supongo que, lugareños me hayan pasado con sus bicis en ese tramo… es más, cuando en A Portela el perfil empieza a levantarse, no he tenido duda alguna en acercarme un poco más allá y parar un poco más adelante, en las Herrerías.
Una vez vislumbradas Ambasmentas, Vega de Valcarcel y Ruitelan para afrontar con el debido respeto la subida, la verdadera subida, para los que vamos con ruedas en el Camino.
Tras mis pasos, he tomado nuevamente el cruce que te enfrenta a las primeras rampas, que no hay duda, recuerdan a otros trayectos, pero el paisaje…
el paisaje no recuerda a nada que no esté aquí…

En esos momentos una imagen conocida, pero no vista en este duro día, asomaba a mi mente: La de un paisaje en el lado izquierdo que está muy alto, lentamente remontas por la derecha hasta que te sitúas sobre el que has ido viendo por el lado izquierdo, es en esos momentos, cuando estás más alto que ese paisaje cuando puedes empezar a pensarlo: me queda poco…
La dureza de esos siete Km. evoca los pasos difíciles, las dudas eternas, las estrellas lejanas a las que pareces acercarte a cada paso, a cada pedalada.
Un desnivel de 600m aguarda a quien quiera encontrar algo difícil en un año difícil, en unas condiciones difíciles en las que ni respirar es fácil, en las que todo sigue siendo bello, incólume, virgen y eterno… nada hay en la senda del peregrino que no sea su esfuerzo y su voluntad, nada existe en la voluntad que te pueda apartar de ese camino que ante ti sigue desafiándote, solo el silencio parece romper algo que de no hacerlo, no puedes hacer entender.
O’ Cebreiro se ha presentado como un premio pero no como un destino. La niebla, omnipresente desde casi el inicio de la subida me lo iba susurrando. En el día de hoy… lo he pensado, hubiera sido el lugar ideal, pero el temor a lo vivido en otro año, en otra ocasión me lo ha impedido, debía de continuar y no arriesgar el no poder continuar…

La niebla no me ha permitido ver ese conjunto de pallozas que he fotografiado casi sin luz
Este poblado celta, que es la puerta a Galicia, siempre Galicia, representa el comienzo del fin, el frío más allá de O’ Cebreiro se ha revelado aún mas patente, la montaña te hace subir por el sotavento y te obliga a esforzarte, pero en el barlovento, en bajada, te despierta esa sensación de cruda realidad invernal que vives y sufres…
El alto de San Roque recuerda a los que inician aquí su Camino que no todo es bajada, el alto de O Poio (1335m) es el punto más alto de esta parte del camino que te resguarda nuevamente del aire algo gélido que durante unos Km. te hace arrepentirte de la decisión de continuar... pero más allá otra gran bajada, similar a la de la Cruz pero no tan peligrosa me deposita como la hoja que cae del árbol en el destino de hoy, en el que una franca sonrisa ha emergido a mi cara:
Lo más difícil está hecho, ahora solo tendré que sufrir lo más duro del Camino, Galicia, pero llegaré… ya lo creo que llegaré…
Santiago me espera
Los Caminos
Cuantos Caminos a Santiago existen?
Todos conocen el Aragonés y el Navarro que una vez unidos se le conoce como el Camino Frances… Todos conocen o han oído hablar de la Via de la Plata con sus variantes en cuanto a su comienzo e incluso el Camino del Norte
Pero son esos los únicos Caminos a Santiago? No.
Como mínimo hay unos cuantos Caminos más, el Camino Catalan igualmente con sus variantes, el Camino del Ebro, el Camino Primitivo son tambien bastante conocidos…
Existe el Camino Portugués, el Camino de Levante, el Camino Ingles...
Pero al final, que importa que la península esté cosida por diferentes y variados Caminos
Hay muchos Caminos, solo existe un destino que aunque se ha querido alargar siempre eso es de ida y vuelta, vuelta al único destino.
El Camino es el tuyo y el destino tiene apellido Compostelano y su nombre es Santiago.
La historia
Tenia una red con la que pescar agua, pero el agua, como es natural, se colaba entre sus cuerdas desgastadas, así parecía nuevamente la situación, perdieron el contacto y dieron por acabado lo que no parecía poder funcionar, pero la amistad, intacta, les llevo a seguir entendiéndose, en poder encontrar la sonrisa en los textos pasados, en las fotos y recuerdos vividos. En un mar sin complejos, en unas fotos que parecían y debían de preservarse de todo, que conformaban los buenos días de la pantalla que todos miramos.
Todo ello hacía un trabajo…
Solo se trataba de una visita, de un pasar unos días en un lugar, donde uno de ellos vivía, mientras, en otro lugar, se producía el milagro natural del encuentro entre otras personas que no eran ellas…
Fue suficiente un acercamiento, en una tarde en la que la brisa, melosa, soplaba lentamente y acariciaba los cuerpos, en un chiringuito, que se emplaza algo más bajo que el paseo marítimo de una población turística, uno le dijo al otro mas allá de la despedida de aquel día:
-esperaba una despedida mas cercana...-
Solo una frase, esa frase, ponía nuevamente en marcha un mundo fascinante, conocido, al que nadie con dos dedos de razón en su frente podía negarse…
Estaban allí nuevamente juntos y volvieron a revivir su vida.
Sexta etapa
09/11
13/01/11
Triacastela-Ligonde
Tres castillos podría ser el origen del nombre del pueblo del que he marchado sin saber bien por donde ir. Pero como en tantas ocasiones otros pueden ser los orígenes de esa población con un nombre poco gallego, que llama la atención a los que no entendemos o hablamos ese idioma.
Existen a partir de este punto dos rutas posibles, la que va por San Xil que no conozco y la que va por Samos que conozco y recuerdo, finalmente, dado que empiezan a emerger las ansias aún cosidas a mi mente que se traducen en el querer llegar a mi destino final, me he dejado llevar y debe de ser por eso por lo que he escogido la segunda de las rutas…
Rodeando el Carballido que apenas se veía en esta algo fría y húmeda mañana, he iniciado junto al río Sarria, la lenta y bonita subida en un entorno solo rajado por el paso de camiones por una carretera que no se merece tal desprecio…
Samos, es parada obligada. El centro religioso de Galicia, el más importante, vio aumentada esa grandeza por el padre Feijoo. Se visita, aunque nunca lo había podido hacer hasta hoy. Al igual que Burgos Samos nunca se había dejado, en Samos, cuando no han sido las obras, estaba cerrado y cuando no, como en un viaje lejano, no pude porque iba acompañado por alguien que no entendía nuestro idioma… el caso es que, por fin, podréis ver, en las fotos, aquello de lo que he disfrutado y congraciado: el interior de un edificio recio, enorme y magnífico.
La sucesión de un entorno que se prodiga en Galicia, esto es, la sensación de no estar solo en un entorno de soledad, no por conocida, me ha hecho reflexionar sobre como es la vida de la gente del medio rural en un entorno tan bello como hostil…

La bajada a Sarria es, ha representado una conquista, ayer acababa con una sonrisa, hoy quien me haya visto, no sabrá que pensar, el disfrute, la proximidad del objetivo, me ha hecho realizar un ritual que quien sabe quien soy, me conoce y está pendiente de mi, puede recordar…
Estiro el brazo tan lejos como puedo de mi cuerpo, tenso la mano, muy extendida y dirigiéndola al horizonte que se sitúa frente a mi, cierro con fuerza esa mano que pretende simplemente hacer mío, en esos momentos mi destino… Santiago.
Pero aún falta mucho… o no?
El ansia por llegar a mi destino a ratos atizaba mis piernas en una tarde donde la noche parecía no querer llegar. El pedaleador luchaba a la salida de Sarria contra el perfil con tal de asemejar las vueltas de las ruedas de la bicicleta a grandes zancadas de gigantes inexistentes…
con tal de alcanzar un nuevo hito: el Km. 100, cuando cruzas ese feo y mal decorado por la voluntad del hombre esa fita, ya lo puedes pensar, ya puedes creer que a partir del día de mañana Santiago está o puede estar a tu alcance…
La llegada, en bajada hasta un río magnifico -el Miño- y la subida a Porto Marin, el nuevo Porto Marin puesto que el original se encuentra allá, entre las aguas del río es una reconfortante sensación que al igual que la llegada a Sarria se ha de saborear.
Cuando se llega a tan bonita población te das cuenta que empieza a ser hora de dejar de lado esas ansias y enfrentarte a lo "bueno" del día: una subida de doce Km. que no te dejará indiferente.
Vendas de Naron no es un puerto, pero a mi me lo ha parecido y si se llamara puerto de Vendas de Naron, lo entendería perfectamente…
Cuando, por fin, he coronado la Sierra de Ligonde he mirado el reloj y el cuenta Km. para convenir que era hora de dejarlo por el día de hoy en un albergue a pie del Camino aquí estoy solo, y eso en Galicia, es casi un lujo asiático.
El precio?: no tengo Internet.
Los paisanos…
Tras comprobar por enésima vez que no es posible ir por el Camino en este año lluvioso por las tierras Galllegas, y perderme intentando encontrar la carretera más allá del Km. 100…
Me encuentro con un paisano…
-Buenas tardes, perdone, este camino lleva a la carretera que se ve allá abajo?
-Es usted peregrino, verdad?
-Si, es que el camino está destrozado por el agua y no se puede pasar
-No me extraña, es que los peregrinos deberían denunciar eso…
-Denunciar?
-Si, a ese alocado que echa toda el agua al camino…
-Nosotros?, pero denunciar a quien? Yo solo quiero pasar, seguir avanzando, sino puedo por camino, pues voy por carretera…
-Es que ustedes son los primeros interesados, sino lo denuncian a la autoridad nada se arreglará, cada año se gastan un montón de dinero en ese tramo y cada año pasa lo mismo, no se puede pasar.
-Bueno, yo tengo que llegar a Santiago y para eso solo necesito ayuda para llegar a la carretera…
-Siga recto, pase la aldea y verá un asfalto más liso y una carretera más ancha, llegará a la carretera, sino llevara el remolque le llevaba…
-No gracias, no se preocupe, muchas gracias, adiós buenas tardes…
Unos veinticinco Km. dan para pensar…
Esa circunstancia me ha hecho recordar lo básico:
El turista exige, el peregrino agradece…
Lo primero que debe de agradecer es que exista un camino…
Las dificultades son solo eso, dificultades, circunstancias en el camino que solo se han de salvar como cualquier otra cosa… como cualquier circunstancia de la vida.
La historia
Esperó a los pies de la parada de aquel autobús que la traía a su mundo, recordó cuando hacía meses le dijo, sentados en una terraza, que creía que podría ser aquello que deseara ser en su vida…
Bajando del autobús, de un salto, dejando el trolley tirado en la acera, se incrustó nuevamente en su corazón, el viento creó en esos momentos torbellinos de humo invisible que se alzaban más allá de ese cielo que veían…
La estancia se prolongó más allá de lo hablado, más allá de lo pactado puesto que ya eran uno…
El torbellino de sensaciones, alcanzó todo lo imaginable, ella entendió por fin el significado de esa palabra que tanto nos cuesta pronunciar, que todos deseamos y mueve el mundo y nada más parecía poder suceder
Uno dibujó, en una servilleta de papel lo único que parecía poder faltar para hacer realidad un sueño imposible y el otro dibujó en el suelo una línea de ternura y declaración de lo bello más allá de los sentidos.
No solo recuperaron el pasado, no solo sellaron el futuro, con unas monedas, que cayeron en un pozo sin tan siquiera rozar la reja que lo cubría, al tiempo que formularon un deseo que no necesitaron verbalizar puesto que la mirada clavada en el otro era, fue, mucho más que suficiente…
En el tronco de aquella construcción abatida por las tempestades del mar que les acompañaba, por las tormentas que son solo imaginables en las noches oscuras más terribles, por el viento atronador del otoño inmisericorde, escribieron los nombres, todos los nombres imaginables de su futuro…
Séptima etapa
09/11
14/01/11
Ligonde-Santiago de Compostela
Ligonde, una minúscula aldea que pertenece a un municipio con otro nombre, me ha despedido en la mañana que busca por primera vez en mi ruta un sol sin apenas nubes en su primera hora.
La ruta Calixtina empezaba, en Palas de Rei, su última etapa. Los peregrinos, presos e inquietos por la proximidad de su destino: Santiago, empezaban a sufrir una transformación traducida en angustia…
El río Pambre me ha mirado pero no ha reparado en mi, más de mil años hacen que lo suyo, el mirar a los peregrinos sea algo habitual en el devenir de su curso, yo, solo era una gota de agua de su cauce camino del mar…
Melide requería una parada aunque solo fuera para cumplir con el rito del pulpo “a feira”. Si os acercarais al antiguo Ezequiel veréis unas antiguas fotografías de cómo comenzó un negocio que no era otra cosa que un carrito…
Que lejos quedaron esos tiempos en los que la fama mandó callar a lo que deberíamos encontrar aquí… por segunda vez no he ido a tan ilustrado establecimiento… lo he cambiado por otro: A Garnacha.
Es Arzúa un feo pueblo que no tiene, para mi, otro interés que el obligado paso que conduce a mi objetivo, a mi destino, al final de este mi viaje.
La proximidad de la gran ciudad, el desarrollo urbanístico de los pueblos se apodera de los pueblos y se hace patente al llegar a Pedrouzo, este, es otro pueblo que cada vez es menos pueblo para convertirse en lugares de residencia desde donde se desplazan sus habitantes al lugar donde trabajan, allá al otro lado de la colina donde me dirigía ha sido cuando la mañana se convertía en esplendorosa…
Santa Irene… poco más que un lugar, una autovía un vago y maravilloso recuerdo en un albergue donde todo parecía moverse, donde todo hacía ruido, donde ni tan siquiera te podías poner de pie…
Y a partir de allí…
Santiago…
La piedra de Santiago, parece que la vas a tocar tras cada curva que se te va a presentar en cualquier momento, en cada subida, en cada bajada. La lentitud del tiempo, del paso de los Km. el deseo inalcanzable por llegar… eso es lo que sentía yo, pobre peregrino, que oteaba conociendo esas aceras, esas construcciones, algunas conocidas en el recuerdo, esos cementerios en los que a fuerza de verlos en este mi Camino, me hace desear entrar y recogerme, tal vez estirarme en un rincón.

Estar donde nada pudiera ser profanado… una sensación muy extraña, muy difícil de explicar que solo tiene sentido si lo has hecho, si lo haces, si lo estás haciendo: El Camino…
Conozco muy bien esa atracción que produce Santiago, ese imposible abstraerte cuando desde el monte do Gozo ves o lo más normal no ves la catedral… sabes que está ahí delante , en esos momentos, que importa si se ve o no, esa cuesta abajo que muchos ni recuerdan, que te planta en unas escaleras que muchos ni saben que han bajado o visto, para, tras una rotonda comenzar la lenta aproximación… en subida puesto que Santiago te sigue pidiendo ...
Yo, mortal indefenso, a cada pedalada me iba haciendo pequeño y no he llegado… no he querido llegar.
Santiago se merece mucho más, en el albergue San Lázaro, como desde hace años, en la entrada de la ciudad, he dado con mis huesos, para prepararme, para pensar en como ser digno de ir, de llegar, de saborear lentamente, de no molestar…
Mañana, la entrada a Santiago.
Los albergues
Públicos y privados…
Parroquiales, pertenecientes a ordenes eclesiásticas o religiosas, municipales, de las Comunidades autónomas…
Simples Hoteles u Hostales, pensiones que, en ocasiones, tienen un apartado para alojar al peregrino…
Los albergues son la fotocopia del peregrino, los hay de todos los tipos, de todas las formas, de todas las comodidades, de todos los orígenes…
Nada tiene que ver ese hotel de cuatro estrellas que es el cubo, el albergue de la ciudad de Burgos, con el de El Burgo Ranero que se asemeja a un pajar reconvertido o el de Ligonde que no era otra cosa que las escuelas del pueblo reconvertidas…
Se trata de ofrecer, de ayudar, de facilitar… o eso me parece a mi que debiera ser y servir un albergue…
Desde hace pocos años la Xunta cobra una cantidad… este año son 4€, muy pocos son los que solo te piden un donativo o la voluntad…
Mal final parece que tendrá esa practica de implantar un precio… el peregrino dejará, probablemente, de entender lo sencillo, lo que esté mal cuidado, que la calefacción se ponga a funcionar solo unas pocas horas al día, que en los lavabos no haya agua caliente, que no haya un lugar caliente donde lavar, tender y secar su ropa si tiene la sensación de que paga…
Y es que si tienes la sensación de pagar, el peregrino pedirá un servicio a cambio y creerme, los albergues ni están, ni pueden contraprestar el servicio que el peregrino, si tiene la sensación de pagar, necesita.
La historia
Un día en el que parecía que nada podía pasar, algo sucedió en aquella gasolinera, poco tuvo que escuchar para ver que algo había cambiado algo había sucedido, mientras pasaba lo que conocía y se negaba a comprender…
Al otro, no le era posible hablar, no le era posible explicar… aunque, conociéndolo, mejor así, puesto que si lo pudiera hacer, si lo hiciera, probablemente no lo sabría explicar…
Un velo negro se fue apoderando de aquella tarde, el día se fue derrumbando por el horizonte circular de la bóveda celeste, una lluvia fina, que no mojaba empezaba a caer en un día con una luz imposible en el que ni una nube existía en un cielo claro e impenitente de un verano cruel.
Y el tiempo comenzó a pasar pesadamente, cada segundo parecía infinito mientras alguien esperaba…
La vuelta en silencio se hizo eterna, aquella carretera de tantas curvas como de múltiples ilusiones, salpicada de miradores al infinito se transformo en oscura y opaca mientras el silencio, indigno, lo copaba todo, incluso aquellos pequeños movimientos imperceptibles o el simple respirar…
Hubo quien se despidió con rabia, con fuerza, castigando al otro en un acto que creyó de justicia, huyendo, dejando lo que creía que merecía el otro, un libro, un escrito, una figura que representaba todo y un recuerdo que en otro momento hubiera despertado la sonrisa…
Duras palabras, enfrentando la mentira desconocida pero intuida que hacía que fuese percibida como una realidad única y aplastante y así, tras despedirse de todo lo que le rodeaba, de todo lo que existía, menos del otro, marcho a lomos del mismo autobús que la trajo…
Algo sucedió cuando ese engendro de la técnica empezó a andar:
Alguien vio a alguien, alguien tuvo en esa visión una luz, solo uno de ellos pudo ver esa mínima luz.
LAS FOTOS DEL SEPTIMO DÍA
y acabando... comenzaba una lenta y un tanto emotiva despedida...
Octavo día
09/11
15/01/11
Santiago de Compostela-Santiago de Compostela
El día ha comenzado con un sol espectacular que a la tarde se ha perdido tras las nubes de Santiago para pasar a llover en Santiago…
La música de Santiago, a poco que quieras, la escuchas…
La música de Santiago la produce el agua que proveniente de un cielo gris, diferente al gris del cielo que deja caer sobre la ciudad millones de gotas diferentes a las gotas de lluvia de cualquier ciudad puesto que Santiago de Compostela es una ciudad santa de la cristiandad, donde solo llegan los peregrinos según el autor de la Divina Comedia, puesto que a Roma y a Jerusalén los que llegan se les llaman romeros…
El agua que golpea a esa piedra, que se deshace en láminas de agua forma millones de nuevas pequeñas gotas que vuelven a repicar en otras piedras que solo aquí parecen existir y finalmente una vez en contacto con el suelo, buscan el Camino y su destino, como lo busca el peregrino… solo unas pocas caen sobre esa catedral encumbrada de torres desafiantes que en las tardes del estío parecen arder con el final diario del sol…
Eso es Santiago de Compostela…
Iba lentamente, caminado sin la bici, por la Rua de San Pedro, pisando esas piedras, las piedras que hoy, que siempre, marcan el principio del fin…
Miles de años, millones de personas han visto pasar esas piedras, de miles de condiciones y países diversos…
La subida por la zona comercial en la que hay oficinas, edificios del conocimiento y del saber, han visto pasar este año que ha finalizado más de 300.000 almas y hoy han visto la mía…
Más allá, tras una ligera bajada… se atisba, junto a la Iglesia de San Pedro, la entrada triunfal que solo aguarda, si tienes a bien, a tu espíritu…
¿Quién eres tu?
Uno más
¿Qué buscas?
Ahora no lo se
Por tanto, dime, ¿Qué tiene de especial tu llegada?
----(Silencio)
La humildad al cruzar esa Avenida que separa un mundo, el nuestro de otro mundo, imbricado en lo atávico, se muestra en toda su grandeza…
Con humildad, arrastrando los pies, a cinco cm. del suelo vuelves nuevamente a subir…
Y comienza el ritual
Miles de años, millones de personas han visto pasar esas fachadas transformadas por nuestra sociedad…
Y poco a poco te vas acercando, ves esas galerías despobladas que te reciben impertérritas y desde su silencio te invitan a seguir, a apartarte de los ruidos que como tentaciones pretenden evitar que llegues a tu destino, al fin del viaje.
La Porta do Camiño, parece cerrarse tras de ti, no hay vuelta atrás, la Rua de Casas Reais es una inhóspita calle que parece rechazar a quien no tenga altivo y puro el espíritu. Tal vez, por ello, será difícil ver la iglesia de las Animas que queda tras de ti, en la parte derecha, como evitando que mires de frente esa representación de fuego eterno que quema a los impuros…
La Plaza del Campo y el Pan, nunca debió de haber cambiado de nombre, mucho campo llevan visto los peregrinos, mucho pan debieron de aceptar, en otros tiempos, como dadiva a aquellos, verdaderos caminantes de un mundo sin adelantos, sin medicinas, sin apenas con que resguardarse de las alimañas, de los hombres y del clima…
La Plaza, ahora llamada de Cervantes, es inconfundible puesto que una fuente ornamental hace los coros al agua con su música independiente y siempre monótona y sobre ella la estatua de tan digno escritor.
Tras la plaza, la bajada nuevamente a un arco que se aprecia al fondo, del que salen notas musicales, provocadas por los instrumentos del hombre, inventados por el hombre y que acompaña y ensalza el paso por unas escaleras que muchos ni ven, ni sienten, ni entienden, puesto que más allá, al pasar ese túnel, junto al otro extremo del arco, una plaza muy grande aguarda al que allí llega.
No sabes, si es que te has perdido, que no has reparado en los edificios de increíble belleza junto a los que has pasado. Solo buscas con tus ojos, mientras te acercas al centro de la plaza del Obradoiro, esa fachada que marca tu destino: La Catedral, que queda a tu izquierda, que se erigió sobre otra iglesia ahora destinada a otros menesteres y que marca el final… que marca un nuevo principio.
Hay quien cree imposible que sea verdad el llegar y no es difícil ver los sentimientos y las emociones de los demás explotar mientras que los tuyos se mezclan con los de ellos en una explosión tan humana como real.
Y después…
La vuelta nuevamente a una realidad conocida, lentamente, sin más que hacer que cumplir los ritos, sin más que esperar que dejar pasar el tiempo y entender que queda volver, volver al origen para volver a empezar.
Un nuevo camino, siempre el mismo camino: el de la vida que acabará cuando nada haya que hacer en esta vida puesto que nada podrás hacer cuando ello suceda y finalice la vida.
La soldada
La soldada no lo ha entendido, desde que somos un equipo se lo expliqué, se lo había explicado, pero ella quiere seguir ocupando cada vez más mi corazón, tiene el convencimiento de que es menos que mi bici anterior, la que no tenía nombre, y no puedo evitar que no entienda que no hay o existe otra bici en mi vida.
La lealtad hacia la soldada no tiene fisuras, pero…
Esta mañana, aún de noche, me ha visto moverme, empezar a caminar, se ha desperezado, se ha preparado como cada día, sin mostrar ni tan solo la mínima duda…
Dura, como debe de ser y es mi compañera, no ha entendido que siguiera atada cuando he salido por la puerta del albergue sin la ropa de ciclista…
Me lo ha preguntado, casi gritándome: me dejas aquí?
Todas las explicaciones han sido inútiles, es lo normal en un equipo, nadie acepta de buen grado esa situación… El remolque, más acostumbrado y optimista que mi compañera se ha quedado consolándola e intentado hacerle comprender que tal y como ha sucedido, a pesar de la lluvia, volvería a por ellos y realizaría nuevamente el ritual. Aquel que mi bici anterior había realizado en las ocasiones anteriores… Porque el ciclista llega en su bici a Santiago.
A pesar de ello, solo se ha mostrado un tanto alegre cuando, junto a la Catedral he comenzado a extender el bagaje del viaje junto a ella y he realizado las fotos de rigor en un día que comenzando soleado y ha acabado con el tiempo de Santiago, con la lluvia de Santiago, sin la cual, Santiago no sería Santiago…
La historia
Por fin quien pudo, lo hizo: el hablar, recordando otros lugares, otros tiempos, otras personas, al fin, lo hizo, pudo hablar, hablar por un escrito, siempre por escrito… contando, explicando la verdad que creía que el otro quería conocer, ese escrito no dejaba margen a la duda:
Quédate en paz.
Soy una enorme mentira y poco más.
A un fin indigno sucedió el tiempo y nadie parecía estar conforme, hubo quien no esperaba nada, hubo quien no quería dejar de explicar, ya fuera por eso, ya fuera porque sucedió algo insólito e inusual, aunque de lo más natural en la vida de los hombres, el caso fue que hubo quién quiso explicar lo inexplicable allá donde aquellas torres de cristal seguían mirando el infinito, esos atardeceres de luz pura del mes de Febrero en los que el aire parece poderse cortar y que se suceden en esa gran ciudad.
Esperaba en la terraza de un bar conocido y la vio sin mirar, lo supo, sabía como daba cada uno de los pasos acariciando la acera, golpeándola con sus tacones como si quisiera romperla, no necesitó escucharlos puesto que nuevamente, tras un nuevo salto en el que su sonrisa acabó con el día y la noche, se incrustó una vez más en su corazón.
El lo supo, sin necesidad de hablarlo… tenía una misión y sentados uno junto al otro, mientas el tiempo parecía no pasar, como si lo que sucediera a partir de entonces en el mundo no existiera para ellos, el, fue desgranando una a una las pepitas de esa granada que había traído con el.
Palabras duras, historias que hacían daño, verdades que no querían ser escuchadas…
Todo dio igual puesto que el lo supo, el lo sabía, a pesar de ello, en esos momentos la generosidad infinita no necesitó nada para abrirse paso, nuevamente en sus vidas.
pero...
El regreso
09/11
16/01/11
El regreso.
Nada espera al viajero salvo el final del viaje, y tras el final solo le espera al viajero la soledad, la soledad que dará paso a un regusto amargo que le hará acercarse a un estado cercano a la nostalgia por lo vivido.
Que más da?
Solo existe un principio y un final en cada viaje, solo existe un principio en la vida, solo existe un final, que sepamos, en esta nuestra vida
Solo existe un principio y un final en un río.
Solo existe un principio a una historia contada, solo existe un final a esa historia irreal o no.
No se si volveré a Santiago. Este, mi quinto Camino, será o no el último, quería y no pude repetir las etapas y las fechas de otro Camino que realicé hace tres años.
El viaje, en invierno, te acerca más a la dureza de lo que debería ser el Camino en otros tiempos y tal vez por ello no he querido dejar de hacerlo.
Me quedo con todo lo bueno, rechazo lo poco malo de todos estos días.
Quisiera, mientras preparo la despedida, recordar una frase que lo resume todo.
…..Quien camina explica y quien no camina escucha…
En este viaje, me he atrevido a hacer algo mucho más difícil que en otros: narrar una historia de amor en la que entre otras cosas podemos llegar a preguntarnos cuestiones que son perfectamente aplicables a los viajes en bicicleta:
Hasta que punto puedes luchar por una idea, luchar por aquello que te interesa.
Que estás dispuesto a dar, que y por que?
Estas seguro de saber hasta donde puedes llegar?
Como llevar a cabo algo imposible, creer en ello, poner en juego no solo tu vida, cerrar los ojos, olvidarte de todo, apostar hasta que la realidad te atropella y pagar el pecio de poder perderlo todo…
Siempre que explico historias tengo la sensación de que posiblemente no se terminan de entender en toda su amplitud, cuando eso me sucede a continuación me respondo… normal, tal vez, es normal que no solo vayan dirigidas a quienes las leen, también son un recordatorio del pasado que de no ser escrito, con el paso del tiempo, se deformaría en la memoria, se convertirá, inevitablemente, en algo diferente para concluir que lo que explico, también me lo explico a mi…
Menos mal, que esta es solo una historia, una historia de amor vivida en mi imaginación o no que acompaña a un viaje… o es al revés… tal vez es un viaje que acompaña a una historia de amor imaginada o no.
Dejémoslo ahí, tan solo os diré una última cosa.
Ha sido un placer compartir nuevamente un viaje.
Mañana, la despedida al viaje y a la historia.
La historia
El no tuvo más remedio que echar mano de la otra granada que acompañaba a la primera, aquella pieza de fruta con algunos de sus granos un tanto podridos que tenía guardada y de la que no quería ni explicar su existencia, tuvo que hacerlo cuando entendió que, en realidad no parecía haber ido tan solo a explicar o a explicarse…
Desentrañados los misterios, ella comprendió, y el también debió de comprender a pesar de escuchar en su interior como resonaban aún unos gritos silenciosos que solo ellos podían oír y que ninguno pudo hacer realidad mientras un coche lentamente, se iba alejando…
Dejaron pues, de lado todo lo maravilloso y único de lo vivido y dirigieron su mirada a otros horizontes, el dijo cientos cuando quiso decir decenas, ella escuchó miles cuando el solo quiso decir una…
La realidad no se mide por cantidad sino por el hecho, eso y no otra cosa fue lo importante en aquella tarde en la que el mundo a sus espaldas se iba fragmentando al explotar y convirtiéndose en átomos de imposible nueva unión…
Tal vez no comprendió aún que, a quien no olvida, no podrá ser feliz jamás y que en su futuro solo existe la soledad, una soledad buscada o calculada.
Por el camino, poco importó la salud del otro o el estado de aquel, una barrera de silencio se levantó infranqueable, solo rota en un momento, en un único momento, cuando la respuesta ya no existió. No existió respuesta, y el silencio, dueño y señor, se extendió ante sus vidas, mientras esa barrera exista, no se podrán amar nunca más, no se podrán hacer daño nunca más.
La despedida
09/11
Es la historia de un viaje, comenzó en el 2009 y acabó en el 2011.
concretamente el 17/01/11
La despedida
La Catedral de Santiago se erige como una mole sobre una mole. Una construcción que resplandece en las tardes del invierno tardío y parece arder en las tardes de los últimos días de la primavera y durante las tardes del estío.
No existe secreto a tal misterio, solo el Constructor y el Arquitecto, perfectos desconocidos, de la primera de las iglesias, determinó que eso fuera así y es así dado que la orientación de la fachada principal es clara: Oeste… como la mayoría de las iglesias y como no, de las que se emplazan en el Camino.
Es en el Oeste donde, en un tiempo muy lejano, se acababa el mundo conocido, por el Oeste se pone el Sol, allí, en el Oeste parece comenzar la oscuridad que te atrapa sin darte cuenta aunque en realidad, la oscuridad se abalanza sobre nuestro mundo por el Este…
…..La oscuridad te llega por el lugar más imprevisto…
Busqué en un lluvioso invierno el claro crepuscular reflejado en la nieve, sin miedo al frío, a la lluvia, al viento, al granizo, al hielo o la niebla, hice rodar mis cubiertas por un firme que no siempre se dejaba, para alcanzar un nuevo objetivo, un nuevo reto, una nueva ilusión avanzando hacia el Oeste desde un Este sesgado en una ciudad de ilustre apellido, el apellido de la que era mi mujer en la vida.
Todo eso y mucho más alcancé en una nueva mañana soleada que se tornó lluviosa allá donde el crepitar de las gotas de lluvia producía el mismo efecto que las lágrimas que se pierden en el fin de la cara antes de, temblado tan solo un instante, caer más abajo hacia un destino desconocido que comienza tan solo cuando llegan al suelo.
….Nada sucede que nos sea del todo desconocido…
En todo eso pensaba mientras la fiesta que es la misa de peregrinos finalizaba una vez más para mí, cuando alguien pronunció nuevamente la frase conocida con la que se cierran para cientos de miles de peregrinos, sus Caminos a Santiago:
… Un peregrino de Barcelona, desde Burgos….
Ese eco que se produce en el interior de esa fría y vacía, en esos momentos, construcción que solo está repleta de luz por el paso de los miles de peregrinos, se transformó en un escalofrío que recorrió por un instante mi medula espinal…
Esos momentos, inacabables y simples, te pueden provocar el llegar a imaginar como puedes ser visto desde lo alto de esas torres que sobre ti están observándote para comprender lo ínfimos que podemos ser en esta nuestra vida…
Ha sido un inmenso orgullo volver a compartir un nuevo viaje, que aceptéis esa “invasión” en el foro que me he atrevido a llevar a cabo y que hayáis sido capaces de intervenir y mostrar respeto, demostrando nuevamente que lo que llamo un viaje emocional produce su objetivo, provoca emociones en quienes leen aquello que intento transmitir puesto que…
Sabéis?
Emocionarse es cada vez más complicado en este nuestro complicado mundo lleno de temores, de complejidades absurdas, de barreras a la vida simple y sencilla.
Gracias a todos, de corazón!
La Pasión, cogida fuertemente, queriéndose escapar entre las costuras.
La Pasión es… viajar.
La historia
Y como así se acaba la historia?
La historia, las historias en realidad nunca tienen fin…
Tal vez el amor solo requiere unas frases para ser comprendido aunque lo mejor, no os quepa duda, es que no lo sea…
Esas frases están en este video...
http://www.youtube.com/watch?v=aKj_kx9c6f4(Besos, Pasión Vega, imágenes de besos de películas de culto)
Sufría una lenta transformación de la que en aquellos momentos no era consciente: pasaba de lo que llamé el viaje emocional al viaje emocionante y de este al viaje pensado, reflexionado, imaginado.
Incorporaba algo que luego fui añadiendo: un video en la presentación y despedidas de los siguientes viajes.
Dejarme que no relate o incorpore algunos de los comentarios que en aquel hilo se vertieron. Este viaje fue demasiado personal para "adornarlo" con aquellos comentarios.
Al final, debemos de reconocer, cuando la cobardía puede con todo lo demás, que no sabemos acabar las relaciones personales como quisiéramos. Incluso, rotas estas, sucede o puede suceder que cualquier comentario, cualquier gesto, cualquier cosa sea interpretada de la peor forma posible...
Tal vez todo tiene una explicación más sencilla: hay quien no sabe o es incapaz de amar y solo tiene como oportunidad que le amen... pero el problema no es que no encuentre o pueda encontrar quien lo haga, el problema es si esa persona ve o sabe ver, entender, aceptar y valorar lo que supone eso y sobre todo si es consciente de su realidad.
es que somos humanos.